Desperté con él, nos quedamos en esa posición un rato, me preguntaba a mi misma si era posible enamorarme tan rápido de alguien que conocí en el automc, básicamente. Y creo que sí, era posible. Ninguno dijo nada acerca de los besos ni de la siestita en la cama, sólo hablamos de nosotros, y de qué pasaría. Aunque hablando, siempre se saca el tema del que todos queremos hablar.
- Emma.
- Mauricio.
- No sé como empezar.
- ¿Qué cosa?
- Me gustas. Me encantas. Me vuelves loco. Desde que te conocí por casualidad, sólo pensé que eras hermosa. Y lo confirmo hoy, realmente. Sé que con esto no se juega pero te estoy diciendo lo que siento, y lo que siento es que... ¡Me gustas!Omg, omg, omg.
- Mauricio.
- Emma.
- Tú...
- Aquí viene el rechazo...
- No me gustas, ni me encantas...
- Lo sabía.
- Lo siento, pero...
- No quiero oír más. En serio.
- ¿Ni siquiera que estoy enamorada de ti?Su cara se transformó. De unas facciones entristecidas, pasaron a ser una sonrisa hermosa. Amaba verlo sonreír. Él acercó sus labios a los míos, y yo los pegué junto con él, fue algo tan pasional. Me gustaba que me besara. De repente, algo o alguien tocó la puerta. Cuando miramos, era Soph con Brad. Me quería matar. Pero tenían razón al estar ahí. Bah, si era por la razón que yo pensaba (me había ido 11.44 AM y estaba ahí siendo las 4:23 PM).
Mau abrió la puerta y los hizo pasar, todo lo contrario a lo que yo quería.- Qué pasó aquí. - Dijo Bradley.
- Nada. - contesté.
- Y esos besos.
Mauricio interrumpió.
- Tu hermana es mi novia.
QUÉ. ESPERA, ¿QUÉ?
- Mentira, ni me lo ha pedido.
- ¿Quieres ser mi novia?
- No. - fue mi respuesta, sarcástica y juguetona.
Sophie y Bradley se miraron y se rieron. Se levantaron y se fueron.
- Qué susto me has dado.- Dijo.
- Fue sarcasmo.
- Lo sé, amor mío.
- Dame un beso.
- ¿Y si mejor te doy mil?Sus besos. Sus besos eran como la malteada más rica pasando por mi boca. Sus besos eran como rozar los labios con espuma del frapuccino. Sus besos hacían que mis demonios lleguen al cielo. Sus besos me daban valor y esperanza. Sus besos causaban tantos sentimientos sobre mí... hasta que sonó mi teléfono. ¡RYDER!
Obligadamente tuve que separarme de lo que tanto amaba para responderle.RYDER: Te extraño, polluela.
YO: Qué tierno.
RYDER: ¿Cuándo vuelves?
YO: No sé, nos vemos, bye.Apagué mi celular y ya dejó de sonar. Pero esta vez, Mauricio sacó el suyo.
- Vamos a tomarnos una foto, te toca besarme.
Y eso hice. Me acerqué a su boca y lo besé. Era una foto muy polémica que te hacía pensar cualquier cosa, ojalá ya sepan que su youtuber tiene dueña. Y soy yo.
Me despedí de él cuando comenzaba a anochecer, acordamos en vernos en la terraza en la mañana hasta la tarde. Me gustaba nuestra relación, aunque también me daba miedo. No le encontraba un "por qué" pero lo hacía. Como todas las chicas. Quizá no quería perder a mi chico. Quizá era sólo eso..