Capítulo 5

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Matias llegó a su casa.
-hola mamá, como te va?
El dejó de lado su felicidad por un segundo. Se detuvo un instante y miro bien a su madre...
-mamá, que tienes en el rostro?- preguntó Matias.
La mujer se encontraba toda moretoneada.
-na, nada hijo- la señora se tapó el rostro con su saco.
-te volvió a pegar?, verdad?- preguntó, aunque en su mente ya sabia la respuesta.
La mujer lo miro, pero no le contestó... La habitación estaba rodeada de un exorbitante silencio.
-me va a escuchar... Juro, que me va a escuchar- dijo el niño.
-no hijo, no. Te va a ir mal, y lo sabes... Te pido por dios que no te arriesgues- suplicó la sra. Rafaela.
-no me importa mami, ya estoy cansado de esto. No lo soportó mas- no paraba de replicar.
Se escuchó una risa malévola proveniente de la sala principal.
-padre?- preguntó Matias.
-hijo querido, pequeño gran orgullo mio y mi amor!!!- dijo el sr. Hernesto- hijo querido, llama a tus hermanos.
-estas borrachos?-preguntó Rafaela.
-¡callate mujer!- le grito el hombre.
Matias se enfureció al oír el grito, más bien el chillido de su padre. Le dio una buena cachetada a Hernesto.
-como te atreves niño?- preguntó riéndose el sr. Shork. Le devolvió la golpiza, pera aún más severa.
Bajaron los otros tres hijos, Lució, Joaquín y Agustín. Intentaron separarlos, pero no lo lograron.
Hernesto agarró a su hijo del brazo y lo llevó hacia el sótano.
-con que te atreves a desafiante?- preguntó el viejo.
Comenzó a pegarle más y más fuerte hasta no poder más. El niño cayó desmayado... El hombre huyó. No se supo nada de el. Hasta que...



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