Este capítulo es el último, es hot, sí sos homofóbico, te recomiendo que no lo leas. En fin, gracias por leer y saludos desde Argentina.
Estaba acostado en mi cama, casi dormido, y tapado hasta la cabeza; en Spa no hacia frío pero el clima estaba horrible y me daba esa sensación.
Eran las 12 en punto de la noche y no podía dormir, mi cuarto de hotel estaba completamente oscuro y me daba un poco de miedo, me di vuelta dándole la espalda al gran ventanal de mí habitación, las practicas eran mañana y tenía que dormir, pero no podía.
Siento que la puerta se abre y luego de unos segundos se cierra, me asusté dando un pequeño salto que me dejó sentado en la cama, prendí la luz que había en una pequeña mesa al lado de la cama y pude ver a Kimi, mirándome con la cabeza un poco inclinada hacia la derecha.-¿Qué pasa Kimi?- pregunté mirándolo un poco confundido por su visita.
-No puedo dormir- dijo como un niño pequeño.
-Oh... yo tampoco- contesté.
Una pequeña sonrisa tímida se formó en su rostro.-¿Puedo dormir contigo?- preguntó un poco tímido y adormilado.
-Claro, ven- dije y acomodé la almohada a mi lado, la cama era de dos plazas y entrábamos perfecto.
Kimi abrió la cama y se metió acurrucándose en las sabanas blancas.
Cerró los ojos y se tapó hasta la cabeza; tengo que admitir que se veía realmente tierno, no pude aguantar más la tierna escena y planté un beso en su frente haciendo que sus ojos se abran.
-¿Qué pasa?- preguntó confundido -¿Quieres qué me vaya?- agregó.-No- contesté acariciando su suave pelo largo.
-¿No qué?- preguntó aún más confundido que antes.
-No quiero que te vayas- dije acercándome aún más a su rostro.
Sus labios estaban un poco abiertos, sus ojos adormilados y su pelo despeinado.Junté mi labios con los suyos en un tierno y lento beso, coloqué una de mis manos en su nuca y con la otra jugaba con el pelo de la parte superior de su cabeza, haciendo círculos.
Nos separamos por falta de aire y nos quedamos mirando.-¿Qué fué eso?- preguntó risueño.
-No...no lo sé- contesté aturdido.
Kimi se acercó a mí y volvió a juntar nuestros labios, el beso empezó a ponerse más intenso, Kimi se apoyó sobre su brazo sin cortar el beso, tomé su rostro entre mis manos para acercarlo más, se puso a horcajadas sobre mí, le saqué la remera blanca,que usaba para dormir, dejándome ver su hermoso y blanco torso, lo acaricié haciendo que de su boca se escapara un pequeño gemido, lo tomé de las caderas haciendo que empezara a frotarse contra mi entre pierna, lo único que se escuchaba en la habitación eran gemidos de placer, podía sentir su erección contra la mía, aún seguíamos frotándonos, no recuerdo bien en que momento nos sacamos la ropa, lo único que podía ver era a Kimi entre mis piernas, con un dedo en mi entrada haciéndome gemir.
-¡Oh por dios!- dije casi cerca del orgasmo.
-Todavía no- dijo Kimi con voz ronca por la excitación.
Agarró mi miembro y empezó a practicar sexo oral, su lengua pasaba por todo mi miembro haciéndome gemir.
-¡Dios Kimi!, ¡No pares!- dije casi en un grito.
En un movimiento rápido terminé encima de el, fuí dejando un camino de besos desde su cuello hasta su abdomen, seguí bajando hasta llegar a su entre pierna, tomé su miembro con una gran erección y empezé a chuparlo como sí fuera un chupetín, lo único que escuchaba era los gemidos de Kimi. Me senté encima de él y acerqué su miembro a mi entrada.
-Espera...- dijo Kimi de la nada.
-¿Qué pasa?- pregunté excitado. Se estiró un poco y de su pantalón sacó un pequeño frasco de lubricante.
-¿Para qué es esto?- pregunté, sabía lo que era, pero no para qué lo quería usar.
-Te dolerá menos- contestó y me pasó el pequeño frasco, lo abrí y lo coloqué en su miembro haciendo que suelte un pequeño gemido.
Una vez lubricado, tomé el miembro de Kimi y lo metí en mi entrada, pegando pequeños saltos sobre él, dolió un poco al principio, pero después el dolor se convirtió en placer, hermoso placer, los gemidos de ambos inundaron la habitación.
-Oh por dios- dijo Kimi entre gemidos.-Kimi...ya...ya me corro- dije con dificultad por la excitación.
Me terminé de correr y Kimi también lo hizo al mismo tiempo. Sin querer acabé en el abdomen de Kimi.
-Perdón...- dije apenado.-No importa- dijo con una pequeña sonrisa -Hice lo mismo dentro tuyo- agregó. Me tomó de la nuca y me acercó a sus labios, plantando un dulce beso.
Con cuidado salí de encima de él y me acosté a su lado, Kimi se giro haciendo que quedemos cara a cara.
-Seb...- dijo.
-¿Si?- contesté corriendo un mechón de su largo pelo rubio de su cara.
-Te amo- contestó.
-Yo también- dije y lo besé dulcemente.
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La Noche En Spa
Short StoryOne Shot de Kimi Räikkönen y Sebastian Vettel (Simi Vettelnen). Es un poco Hot