Los sucesos de una vida...
La observe, mientras su mano caia, mientras todo su cuerpo desfallecia, su piel palida, sus ojos blancos era hermosa aun mientras moria, y yo, yo impotente como un estupido viendola. La vi crecer, la vi amar, la vi soñar, y ahora solo la puedo ver morir. Es tan frustrante, otra vida añadida a su coleccion...
-¿Porque me haces esto muerte?- le dije entre lagrimas.
-Sabes que es mi deber, respondio el con una sonrisa en su rostro.
Pero no lo podia creer, como disfrutaba verlos morir, como anhelaba ese momento de verlos perecer. El siempre destruyendo mis creaciones. ¡No es justo! -le grite- pero fue como un salto hacia el vacio, algo estúpido, absurdo y sin sentido.
Nunca pedi ser la vida, pero es que...¡Es horrible!, todas esas personas felices por un nuevo nacimiento, hasta yo me alegro, verlo crecer, cumplir sus sueños caer y luego levantarse; Pero...luego su final, nunca se me sera algo agradable.
Sin embargo, en ese instante, una nueva luz brillo sobre la oscuridad, deslumbrandome la vista, llenandome de alegria; yo hice mi deber, asi una nueva vida nacio.
Y lo vi, observe sus ojos cafes oscuros cabello castaño, lo sabia aunque nose notaba, sabia como seria, porque yo la hice. Tambien sabia que la muerte estaba alegre, ya estaba planeando el deseso de esta, después de todo el maldito ambicioso, acababa de consumirse a su madre.
Esa mujer murio para dar una nueva vida, tal vez no sea algo justo. Pero es la realidad, aveces el amor puede mas que cualquier cosa...mas que la vida y que la muerte.
En ese momento con lágrimas en mis ojos pero con una sonrisa en mi rostro vi, vi como este pequeño suceso representaba todo mi trabajo como vida, el sufrimiento de ver morir pero la alegria de ver nacer. Entendi la sonrisa de muerte y su felicidad por imaginarse lo que va a suceder. Vi como el amor pudo enfrentarse a nosotros dos y complacernos sin pedirlo, porque despues de todo si no existiera amor en este mundo todo estaria perdido, en ese pequeño momento entendi que...en una gran oscuridad siempre nacera una pequeña...¡luz!.
