Despertaste sobresaltada, luego de haber tenido un sueño bastante raro, el despertador marcaba las ocho en punto y no te permitiste los cinco minutitos más porque corrías el riesgo de quedarte dormida y justo hoy no podías tomarte semejante permiso. Luego de estirarte un poco sobre tu cama de dos plazas te levantaste y comenzaste a desvestirte mientras caminabas hacia el baño para pegarte una ducha rápida.
Desde que vivías sola, ya casi un año, te tomabas todo con libertad. Te sentías dueña, por fin, de tu propia vida. Aunque no contabas con esos días en los que te dabas una escapadita para terminar en tu hogar dulce hogar y cenar esas pastas caceras que solo sabía hacer tu mamá y recostarte en tu vieja cama. Pero igual, te sentías independiente. Una mujer independiente.
Corriste las cortinas rojas -tu color preferido- de la ducha, y mientras regulabas el agua y te enjabonabas el cuerpo quisiste acordarte de ese sueño del que no te querías despertar pero por más que te esforzabas a más no poder no lograbas recordar lo que había pasado por tu cabecita minutos atrás pero sí sabías que el protagonista de tus sueños era él. Como todas las noches.
Elegiste un shorcito de jean y una musculosa blanca -bien simple- para tu cuerpo y lo acompañaste con varios accesorios, de esos que te regalan las marcas de ropa para que promociones. Agarraste tu BlackBerry de tu mesita de luz y miraste los mensajes que te dejaron tus fans por twitter. Suspiraste con enojo. La mayoría de ellas te hacían recordar a una etapa de tu vida pasada. Por supuesto, eso no significaba que las odies sino que te molestaba que te hagan confundir de esa manera... ¿confundir? No, vos no estabas confundida. Sabías exactamente quien ocupa tu corazón.
Agarraste la cartera y saliste disparada hacia el estacionamiento, acomodaste el almohadón que te hacía crecer unos centímetros para poder conducir sin dificultad y comenzaste el recorrido hacia tu último día de grabación mientras apretabas play en el reproductor de música y The Kooks sonaba en el interior del auto. Tiraste alguna que otra mala palabra porque el día no estaba a tu favor, claramente.
Antes de entrar a tu camarín decidiste pasar por el bar para tomar aunque sea un cafecito, no habías desayunado. Creíste oír que alguien te chistaba y, efectivamente, al dar vuelta cuarentaicinco grados tu cabeza lo viste sonriéndote de esa forma que te ponía los pelos de punta.
-Ultimo día... -Le dijiste a modo de saludo mientras te acercabas a la mesa donde estaba tomando su café con medialunas. Se dieron un beso en la mejilla, como lo hacen los amigos. Claro está.
-Si... igual nos vamos a seguir viendo. -Te guiño el ojo y vos le robaste una factura mientras llamabas al mozo. Peter había hecho una participación especial en la novela que trabajabas y como se iba a grabar el último capítulo, lo convocaron para la escena final.
-Todavía no armé la valija. -Porque ahora tocaba la gira hacia Perú con la banda.
-La valija, el bolso y la mochila que vas a subir al avión. -Te corrigió divertido. Y vos reíste, sabías que él te iba a ayudar a transportar tu equipaje hacia el hotel. Como siempre.
Te esperó a que termines de desayunar y salieron del bar para comenzar su día de trabajo. Se toparon con algunas fans y se obligaron ustedes mismos a firmar autógrafos y sacarse alguna que otra foto. Fotos que iban a recorrer el mundo. Fotos que iban a provocar celos en tu pareja.
Luego de un intenso día de grabación te encontrabas en tu camarín desmaquillándote. Tenías unas ganas eternas de volver a tu departamento y descansar. Tu celular sonó desde el interior de tu cartera olvidada en el sillón. Lo buscaste rápidamente para atenderlo. Y sonreíste al descubrir de quién se trataba.
-Hola bombón -Y te sentiste ridícula al hablarle de esa forma.
-Hola hermosa, te felicito por tu último día. -Contestaba tu novio, Benjamín desde el otro lado.
-Gracias. ¿para qué me llamabas? -Mientras, te ocupabas de pasar un algodón con crema por tu cara.
-¿Vamos a cenar? -Y cerraste los ojos porque no tenías ganas de estar en la calle esta noche.
-Vení a mi casa y pedimos algo. No quiero salir. -Lo invitaste sin ganas. Odiabas dejarlo sin salida.
-Dale, ¿estás bien?
-Cansada, a parte mañana es la cena con los chicos del equipo y pasado me voy de viaje. No quiero salir hoy.
-Bueno, entonces paso por tu departamento en un par de horas. Y obvio, si queres invitarme a dormir no hay problema.
-Obvio que te invito. -Sonreíste porque te encantaba su compañía.
Cortaste el teléfono luego de varios "te amos" y besos envíados. Terminaste rápidamente de sacarte el bendito maquillaje y te quitaste la remera floreada de "Mili" -tu personaje- para ponerte esa blanca con la que habías llegado. Alguien golpeó tu puerta.
-¿Quién es? -Gritaste mientras te acomodabas el corpiño blanco. Escuchaste un "yo" ahogado. - ¿Benja? -Preguntaste porque no reconociste su voz y creíste que era tu compañero y pareja de ficción.
-No soy Benja -Entro él y se sorprendió un poquito por las condiciones en las que estabas.
-Te confundí, Peter. -Pero no te apuraste para taparte. Se conocían bastante.
-Yo no soy tu novio. -Dijo él, solo por molestarte.
-Rojas... -aclaraste de mal modo. - ¿Necesitabas algo? -Ahí sí, buscaste tu musculosa blanca pero no llegaste a destino porque él te agarró del brazo.
-Quería adelantarte un poco lo que va a pasar en la gira. -Y lo miraste a los ojos porque no entendiste. O no querías entenderlo en ese momento.
-¿Eh? -Te tomó de la cintura mientras maldecías en tu interior el hecho de no estar vestida como corresponde. -¿Qué... qué va a pasar? -Te atreviste a preguntar. Él, solo te sonrío mientras largaba un pequeño suspiró.
Entonces te besó y te apoyó contra la puerta con brutalidad. Pero esa brutalidad que tenía solo él, mezclada con un poquito -bastante- de amor. Y vos lo seguiste porque lo extrañabas, enterrabas tus manos en su pelo y presionabas su cabeza para que no se separe de vos aunque sabías que no tenía intención alguna de que eso pase. Abriste un poco los ojos y viste su carita de concentrado perdiéndose en tu boca y desesperándose al sentir que tus labios tenían contacto con los suyos, una vez más.
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Secretos Laliters
FanfictionSinopsis: El primer amor es el más fuerte, se vive con más pasión, más energía, más emoción y más adrenalina. Durante esta etapa haces muchas cosas que nunca pensaste que harías, compartis momentos con la persona a la cual más amas, la que es tu mun...