Lo que pasó después

Día 9

       Querido Diario:

      Me he encerrado toda la mañana en mi cabaña, no toleraría ver a Minho o la hermana de Newt, ni siquiera sé el nombre de la chica.
      Ahora estoy en el bosque, aproveché que todos estuvieran comiendo para pasar inadvertido en el trayecto hasta aquí.
      Me gusta venir hasta aquí y ver a los pájaros, son tan libres, no hay barreras que los detengan. Se supone que ahora también soy libre, sin CRUEL, lejos del mundo quemado y enfermo, pero no me siento así. Cada día me vuelvo más esclavo de mi culpa.
      - Debe genial ser tú, ¿no?- le hablé al pájaro que estaba más cerca, siempre ronda por este lugar el de plumas amarillas. Nunca me había sentido más estúpido-. Que idiota soy, cómo si pudieras entenderme. ¿Lo haces, pajarito?
      El ave no huyó volando con el ruido repentino, se quedo picoteando los restos de comida en el suelo. Le lancé migas de pan.
      - Ojalá Newt se hubiera quedado, como lo haces tú. Muchas cosas serían diferentes. Vaya, estoy pensando en voz alta.
Por alguna extraña razón lo estaba haciendo, la poca cordura que me queda cada vez se hace más pequeña. No puedo permitir que esto me pase, no sobreviví a tanto para terminar así.
      - ¿Por qué no te vas volando estúpida ave? ¡Vete! ¡Chu! Tal vez eres la reencarnación de Newt, ¿lo eres? Minho me dijo que le gustaban los pájaros. Nunca le pregunté a Chuck cuál era su animal favorito, era un niño, le habría gustado hablar de eso.
       Me hizo sentir mejor decir todo eso en voz alta, te lo escribo a ti porque sería incómodo contárselo a cualquiera. Tengo una libreta y un ave como confidente, que normal soy, y además de eso maté a uno de mis mejores amigos. Sí, ese soy yo: Tommy.
      - Más pan para ti y tus amigos. No vayas al campamento, cazan pájaros, podrías morir en cualquier momento. Te dispararán, igual que yo... ni ti te lo puedo decir. Deberías tener un arma, así cuando alguien te pida que lo mates mejor te mates a ti mismo, es lo mismo. Eres un pájaro, que vas a entender...
      - ¿Thomas? ¿Con quién hablas? - cuando escuché esa voz, por un segundo pensé que el ave podría haber respondido con voz de chico, luego Minho y Brenda aparecieron de atrás de los árboles.
      - Con nadie, estás escuchando voces, Minho.
      - Sí, ajá, yo soy el loco que pasa todo el día escondido en un bosque miertero y huye de las personas.
      - Minho, basta.
      - No, Brenda, tiene razón. Creo... que estoy enloqueciendo.
      - No seas ridículo, shank. Hay personas que están literalmente enloqueciendo en este momento con ese asqueroso virus, y tú te la pasas lamentándote, deberías estar agradecido de que ya estamos a salvo, Thomas.
      - Si supieras la verdad...
      - Entonces por qué no me la dices, garlopo, ¿esa es tu escusa? ¿Algo que no te atreves a decir? Estoy seguro que en realidad no es nada.
      - Vas a odiarme...
      - Oh, shank, ¿tanto te asusta perderme?
      - Es algo serio.
      - ¡Sólo dilo!
      - ¡Minho, por favor! Te estás comportando como un idiota... al menos más que de costumbre. Y, Thomas, creo que sí tiene un poco de razón, te has estado comportando de una manera muy extraña, evitas a todo el mundo y apenas comes.
      - Lo siento, no fue mi intención preocuparles.
      - No se trata de cuán preocupados estemos o no, es sobre qué te pasa, Thomas. Minho y yo estuvimos hablando y queremos ayudarte pero primero necesitamos saber que sucede.
       - ¿Ayudarme? ¿Y cómo shuck harían eso? ¿Tienen una máquina del tiempo o algo? ¿Me borrarán de nuevo la memoria?
       - Hermano, si es por lo que recuerdas, déjame decirte que estamos en el mismo barco miertero. Todos tenemos mucha plopus en nuestras cabezas y la ignoramos, ¿por qué tú no?
       - Si hubieras hecho lo que yo hice...
       - ¿Y qué fue lo que hiciste?
       - Minho, basta, ya está temblando otra vez- oí que Brenda le susurró.
       - Puedo escucharlos, ¡no estoy temblando!- fue cuando me percaté de mi estado, con la cabeza escondida entre las rodillas tiritando por completo-. Déjenme solo por un momento, yo iré a hablar con ustedes en un rato, ¿buena esa?
       - No, hay que hablar ahora, larcho.
       - Bien, pero platiquemos de otra cosa, hace bastante que no lo hacemos.
       - Minho, podrías contarnos de Jessica- dijo Brenda y se acomodó a mi lado, Minho se sentó frente a nosotros.
       - Que par de larchos tan entrometidos tenemos aquí, ¿a caso yo les pregunto como van ustedes?
       - O sea que sí te gusta, oí que antes era corredora, tienen tanto en común.
       - ¿Y ella está interesada en ti, shank?- dije, feliz de algo de normalidad.
       - ¿Cómo se supone que voy a saberlo? Casi nunca tengo tiempo para hablarle, esos garlopos no saben coordinar nada, siempre necesitan de mi ayuda. Hasta en el Área teníamos un mejor orden y funcionamiento.
       - Si hablo con ella y averiguo si le gustas, ¿qué gano yo a cambio?
       - Brenda, Brenda, nunca cambias tu chantajismo, creí que ya te habías convertido en una chica de bien.
        - Y tú nunca dejarás de ser un idiota, un consejo: al menos intenta no ser así con Jessica, de esa forma ella se sentirá especial al darse cuenta que es la única con la que eres amable.
       - Soy amable con muchas personas, a veces excedo mi amabilidad. ¿Y tú que dices, Thomas?
       - ¿De qué?
       - ¿Estabas escuchando o no?
       - Sí, ¿me preguntas sí eres amable?
       - Shuck, estás tan serio que no sé si es una broma o eres estúpido.
       - Un poco de ambas.
      Y así seguimos bromeando hasta que Minho tuvo que volver a solucionar unos problemas, parece que es verdad lo que CRUEL decía, sí tenemos capacidades especiales por sobre lo normal, ha de ser por eso que Minho es mejor dirigiendo todo que esos adultos experimentados. Brenda se quedó unos minutos extras, luego insistió en que fuera a cenar, no quise ir.
       No sé de que manera voy a manejar cuando sepan lo que le hice a Newt. Si llegara a perder a alguno de ellos, también desaparecerían los últimos hilos de cordura que me quedan. Extraño la calma que sentí los primeros días que llegamos a este lugar, todo se veía tan perfecto, no obstante, con el pasar de los días todo lo sucedido se volvió más real. No puedo ver la belleza del bosque que nos rodea, del mar que aúlla, ni de las personas que a pesar de ser desconocidos se unieron para sobrevivir. Ya han fabricado varios implementos, recolectaron mucha comida y se han construidos varias casas consistentes, las cabañas fueron algo momentáneo.
       Me gustaría poder sentirme feliz con todo esto, pero nada se mueve en mí.
                                                  Thomas.