Capítulo 13: "Locura o cordura, tu decides"

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En sus brazos nunca me había sentido mejor. Caí en las garras del sueño muy a mi pesar, por que yo creía que aquello era la verdadera ensoñación; ¿Quién me iba a decir que en un mes me estaba sintiendo más viva que nunca? Y todo por culpa y a la vez gracias a Joker, ese villano del que todo el mundo habla pero pocos conocen.
Unas palmadas al día siguiente me despertaron, y me comporté como una gruñona. Escuché su dulce risa mientras me acariciaba el hombro.
-¡Venga dormilona, arriba!
Estiré los brazos y las piernas mientras soltaba un gran bostezo. Puff, que pereza llevaba encima...
Salté de la cama muy a mi pesar y no me di cuenta de las pintas que llevaba hasta que me miré en el espejo.
Pelo enmarañado, cara de zombie de "The walking dead" y, para colmo, aún seguía llevando aquel maldito uniforme, y no tenía más ropa.
No puede ser. No pensaba salir así.
Hasta que vino él con prendas de vestir dobladas en las manos.
-Clary, ayer me fui al hotel a por tu ropa. Como sabía que te preocuparía he traído bastantes cosas... Ya sabes... Por si te quieres quedar aquí al final... Tu bolsita de aseo y tu móvil están encima de la cómoda.- Suspiró como si le faltase el aire al hacerme aquella proposición y se fue con disimulo.
Vaya...¿Cómo se las habrá apañado para entrar en el hotel sin que le pillasen? No quería saberlo, no me gustaría la respuesta.
Me fui a por el móvil en busca de información y vaya si la encontré.
Dos mensajes de Jake y siete llamadas perdidas del mismo.
¡Me había olvidado de él por completo! ¡¿Que clase de persona soy?!
Cuando se fue en aquel coche de emergencias no me molesté si quiera en acompañarle por que solo podía pensar en el Joker... Después de todo lo que había hecho Jake por mi y yo se lo devolvía de esta forma... Esto no tenía justificación alguna.
Marqué su número con rapidez y escuché su voz al tercer tono.
-Vaya, vaya, vaya... Pero mira quien me llama, la fugitiva de Ghotam, ¿Que tal? ¿Teniendo unas merecidas vacaciones con el mentiroso compulsivo?.-Su tono de enfado me dio a entender que había llamado en el momento equivocado; que tendría que haberlo hecho muchísimo antes de todo el engorro, pero ya se había enterado de la fuga con el Joker. ¿Por que narices todo me tiene que salir todo tan mal?

-Jake, lo siento de verdad, la situación...

Él interrumpió la frase cortante, como si estuviera, al fin y al cabo, al filo de su navaja.

-Siempre igual Clary, culpando a la maldita situación cuando, en realidad, eres tu la responsable. ¿O me equivoco?

Aquella frase me caló en lo más hondo de mi corazón, por que sabía que era verdad, pero no quería admitirlo, no soy tan susceptible.

Quería enfadarme con Jake y no podía por que él era la razón personificada, y yo en cambio, una oveja descarriada del rebaño.

-No, no te equivocas...- Suspiré y pestañeé tantas veces como me fueron posibles para apaciguar a los ríos que querían desbordarse en mis ojos, ya lloré suficiente ayer, como para llorar ahora...

Oí como su respiración se tranquilizaba por momentos, mientras una leve exhalación me indujo a pensar que él lo estaría pasando peor que yo.

-Clarisa, yo no... No puedo seguir así... Todo esto me esta afectando demasiado y sé que a ti también; así que tu decides: Cordura o locura.

La verdad me atizó un puñetazo en la cara, dándome sólo dos opciones ridículas para partir mi corazón inquebrantable.

-¡Para ya! Yo te he llamado sólo para ver que estabas bien y a salvo, y veo que sí, así que todo lo que tengamos que hablar te lo diré en persona más pronto de lo que crees...

No quería hacerle esto, pero no tenía otra alternativa.

-Más te vale que sea pronto, por que yo no voy a esperar eternamente por una explicación imposible ¿Entiendes? Estoy harto de arrastrarme por ti y no podré soportarlo más... Por que te quiero. Te quiero tanto que estoy dispuesto a dejarte machar aunque sea con ese lunático, pero necesito saber si tú eres feliz, por que si no me cargo al puto payaso de una bala.

Había elevado el tono de voz tanto que por poco gritaba, poniendo énfasis en cada palabra que articulaba detrás del teléfono. El corazón me iba a mil mientras el cerebro me latía y me daba pinchazos, como si mi conciencia me estuviera pinchando con una aguja cada vez más fuerte.

Colgué sin saber que decir y me senté en el suelo con la cabeza entre las piernas mientras el tiempo pasaba en mi contra; Jake ¿Que voy a hacer contigo?

Al final me vestí intentando disuadir mis pensamientos con un vestido floral estampado corto y unas bailarinas negras con un lazito pequeño muy bonito y elegante; me peine el pelo, me perfumé y estuve lista en menos de lo que canta un gallo (muy inapropiado en mí).

Me fui enseguida a la zona principal y allí estaba él, escondido ese rostro tan bonito sobre capas interminables de maquillaje innecesario, ojalá se lo quitase para siempre algún día... Sí, eso sería tan bien...

Aquel esmoquin morado que llevaba me hizo recordar la primera vez que lo vi y sonreí como una niña ilusionada. 

Joker me repasó con la mirada sin apenas disimulo y vino a por mi enseguida con los brazos abiertos para que fuera a por ellos.

Y corrí sin pensarlo.

Me abalancé sobre él desesperada por sentir calor humano, bueno, no un calor humano cualquiera, si no el suyo. Besé, abracé, sentí, soñé, disfruté y amé tanto en aquel momento que no parecía yo; pero con él era tan estúpidamente feliz... Sería capaz de enviarlo todo a la mierda por aquel hombre, todo.

Cuando terminamos, nos cogimos de la mano y me guió hasta el principio del lago, dónde una figura se ocultaba entre las sombras. 

Antes de verla, Joker inclinó su boca en mi oreja y me susurró unas palabras de advertencia que me dijeron el peligro que tendría.

-Clary, esto no va a ser un camino de rosas, pero contigo siempre cumpliré mi palabra, así que, recuerda que si te ves mal o lo que sea, aquí estaré para ayudarte siempre... Siempre.

Asentí y le apreté aún más la mano, con los nervios de un niño antes de ver una película de terror.

-¿Preparada?.

Le sonreí con valentía y le respondí mirándole a los ojos desafiante.

-Nunca lo he estado más, nunca.



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