Capitulo 4

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Ethan me dejó en casa, diciéndome que pasaría por mí a las nueve y que tenía que ponerme el vestido y los zapatos que me había comprado. No puse pegas al respecto y subí al apartamento esperando encontrarme a Sam tirada en el sofá viendo alguna de esas series de adolescentes que le encantan y que a mí nunca llegarán a gustarme, pero no fue así, la llamé varias veces pero al parecer no estaba en casa. No le di importancia, Sam acostumbraba a salir sin avisarme. Cogí el móvil ya que no lo había mirado en todo el día y un montón de mensajes felicitándome saltaron en mi bandeja de entrada. Fui abriéndolos todos uno a uno y me sorprendí de la cantidad de gente que se había acordado de mi cumpleaños. Tenía mensajes de mis amigos de la universidad, de familiares, de los chicos del gimnasio en el que hacía boxeo, incluso tenía algunos de gente con la que estuve en el instituto y que ya hacía años que no veía. Sonreí leyendo cada uno de ellos y los fui respondiendo agradeciéndoles a todos haberme felicitado.

Después de estar un rato con los mensajes me senté en la cama dispuesta a estrenar mi nueva guitarra, tenía muchas ganas de volver a tocar. Después de un par de horas viendo que todavía me acordaba perfectamente de como tocarla me dispuse a guardarla para comenzar a arreglarme ya que solo quedaba hora y media para que Ethan viniera.

Acabé de maquillarme y me hice algunas ondulaciones en mi castaño y liso pelo. Justo cuando terminé de echarme algo de perfume escuché como mi teléfono sonaba, era un mensaje de Ethan diciéndome que ya estaba abajo. Cogí el pequeño bolso que había preparado para guardar la cartera y el móvil y salí por la puerta.

- Te queda incluso mejor ahora que esta mañana - me piropeó Ethan mientras me cogía una mano y me hacía girar sobre mí misma. Sonreí.

- Tu tampoco estás nada mal - le dije observando los pitillos negros que llevaba junto con una impecable camisa blanca. Le coloqué bien el cuello de la camisa y él me miro sonriente. - Perfecto - dije dándole un beso

- Ahora que ya estoy a tu altura, estamos preparados para irnos - y con una reverencia me abrió la puerta del coche - Mademoiselle - me dijo con un perfecto acento francés invitándome a entrar. Reí y me metí en el coche.

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El trayecto duró una media hora y ahora estábamos en frente de lo que parecía ser un local, toda la calle estaba en completo silencio y me dio un pequeño escalofrío.

- ¿Dónde estamos? - Ethan me guió hasta la puerta y me dijo que entrase yo primero. De pronto soltó mi mano y no veía nada ya que estaba todo a oscuras y empecé a asustarme.

- ¿Ethan? Si es una broma no tiene gracia - di unos pasos con los brazos estirados intentando encontrar un interruptor, de pronto toqué una pared y seguí palpando hasta dar con el interruptor. La luz se encendió revelándome una habitación llena de gente con un montón globos y un cartel colgado del techo que decía "Felicidades Madison". De repente todo el mundo exclamó un gran ¡SORPRESA! que hizo que una gran sonrisa se plasmara en mi cara.

Sam fue la primera en venir a felicitarme y darme un gran abrazo, seguida por todos mis amigos, con los que había estado hablando solo unas horas antes a través de mensajes

- ¡Muchísimas Felicidades Madison! - me dijo Sky, mi mejor amiga de la universidad, dándome un gran abrazo.

- ¡Sky! ¿Qué haces aquí? Pensaba que no volvías de vacaciones hasta dentro de dos semanas - que era cuando empezábamos las clases

- ¿Creías que me iba a perder tu fiestón de cumpleaños? ¡Eso ni de coña! - me contesto mientras reía, reí con ella, Sky era una chica muy divertida y le encantaba ir de fiesta casi tanto como a mi

- Bueno te dejo que queda mucha gente por saludarte todavía, luego nos vemos - me dijo mientras besaba mi mejilla y se dirigía a la barra

Estuve saludando gente por lo que parecieron horas, había venido muchísima gente, y me alegraba mucho haber visto a todos mis amigos del instituto, fueron unos años muy importantes para mi y toda la gente a la que conocí era maravillosa y estaba muy contenta de seguir en contacto con ellos.

Me dirigí a la barra a por algo de beber y cuando llegué vi a Adam con un vaso entre sus manos. - ¿Adam? - pregunté estando segura de que era el chico de la tienda de música

- Ey, Madison, muchas felicidades, te habría felicitado en la tienda pero Ethan no me dijo que hoy era tu cumpleaños hasta hace unas horas cuando me invitó a venir - me dijo algo avergonzado pasando una mano por su pelo. Le di una dulce sonrisa

- Está bien, no te preocupes y gracias por venir - le dije mientras me apoyaba en la barra intentando llamar la atención del camarero.

- Así que, ¿qué tal la guitarra? - preguntó dando un trago a su vaso - ¿la has probado ya?

- Genial, no estaba segura de si me iba a acordar de tocarla después de estos meses, pero parece que es como montar en bici, nunca se olvida - contesté con una sonrisa al recordar lo bien que me había sentido al volver a tocar

- Se me olvidó darte un par de púas que Ethan me pidió que grabase para ti, así que cuando puedas pásate por la tienda y te las doy - dijo el amablemente

- Claro, en cuanto pueda iré -

- ¡Madison! - interrumpió nuestra conversación Sam - llevo como una hora buscándote, se puede saber dónde te habías... - dejó de hablar al ver que estaba hablando con Adam - Oh, siento interrumpir - dijo ella mientras me daba una corta mirada y se giraba hacia Adam comiéndoselo con la mirada. Solté una carcajada, la disimulación era algo que mi amiga no tenía bien aprendido.

- Tranquila Sam no interrumpes, este es Adam, un amigo de Ethan al que he conocido hoy - respondí

- Hola Adam, soy Sam, la mejor amiga y compañera de piso de Madison - dijo ella presentándose a si misma con una gran sonrisa. Adam también sonrió y empezaron a hablar como si se conocieran de toda la vida. Me reí y me alejé dejando que se conocieran cuando el camarero me sirvió mi bebida.

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Después de haber estado toda la noche bailando y hablando con todos mis amigos la fiesta llegó a su fin y todos se fueron yendo a sus casas, algunos por supuesto más contentillos que otros como en todas las fiestas. Salí del local con Ethan a mi lado y me fui despidiendo de todos los que salían

- Venga Madison, te llevo a casa - me dijo él

- Espera, Sam venía con nosotros - dije buscando a mi rubia amiga entre la gente que iba saliendo

- Me dijo Adam que él la llevaría a casa, los vi hablando antes cuando te estaba buscando - sonreí triunfante al haber acertado al suponer cómo iban a acabar esos dos al verlos presentarse horas antes.

- Vale pues vámonos, estos malditos zapatos me están matando - Ethan rió al ver como volvía a quejarme de los tacones

- Está bien -

Llegamos a mi apartamento y Ethan me acompañó hasta el portal. Me paré y me giré a mirarle con una sonrisa mientras rodeaba su cuello con mis brazos.

- Gracias, por este día, de verdad, ha sido uno de los mejores cumpleaños de mi vida - dije mientras le daba un beso - Y sin duda - otro beso - junto a la mejor persona que puede haber - y finalicé con otro beso más largo que los anteriores

- Siempre es un placer hacerte feliz - dijo dulcemente y me dio un tierno beso

- Buenas noches Madison -

- Buenas noches Ethan - y con una gran sonrisa subí al apartamento y me fui a dormir pensando en el gran día que había pasado.

Storm - Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora