Querido Diario:
Mi intento de volver a la normalidad y a relacionarme con la gente, está funcionando bastante bien. Es por eso que no te escribí ayer, no tuve tiempo y terminé muy cansado.
Ayer me pasé casi todo el día trabajando, en la mañana acompañé a Brenda a cazar un ciervo y no creo que pueda volver a comer carne, al menos por un tiempo. Es excelente con el arco (los fabricó un anciano), nunca se sabe con Brenda, siempre tiene una habilidad oculta bajo el brazo. Es impresionante, y bueno, no deja de parecerme muy linda.
Fui a almorzar con Minho y Sartén en sus descansos, el cocinero no ha perdido su creatividad para improvisar con lo que los recolectores y cazadores le traen.
Minho nos contó que están planeando en el consejo crear un sistema de democracia y hacer unas elecciones para elegir un presidente, también están creando un reglamento de deberes y derechos del ciudadano inmune; a mí, la verdad, todo esto no me importa.
- Todo esto es una garlopada, esos viejos decrépitos no tienen ni idea de lo que es formar un consejo. Pura mierda, shanks. Pero si llegarán a elegir un presidente, yo sería el indicado, por mucho. Ustedes serían mis subordinados y pondríamos a todos esos mierteros cara de plopus en su lugar, en la última reunión casi le rompo la cara a uno de esos ancianos- Minho nos dio su humilde opinión, se veía realmente enojado. [Y así nació Corea del Norte con su dictador, okno xP]
- La mala hierba nunca muere, larcho- le dijo Sartén con su habitual risa, de algún modo hasta extrañaba ese retorcido sonido.
- ¿Por qué querías pegarle?
- Se supone que lo que pasa en el consejo es confidencial, estoy haciendo algo ilegal por ustedes, shanks, mas vale que sepan valorar mi sacrificio.
- Nunca madurarás, Minho, ¿verdad?
- Ay, Sartén, pequeño Siggie...
- ¿Siggie?
- Sí, Thomas, ese es su nombre, ¡no me interrumpas, garlopo!
- El que me puso CRUEL, mi nombre real es...
- A nadie le importa, shank, para los larchos siempre serás Sartén.
- ¿Minho, por qué casi le pegas al viejo?- volví a preguntar, recibí a la curiosidad como una vieja amiga.
- Jorge se entrometió, o le habría sacado su nariz de garlopo al anciano, Clark se llama el miertero- su comentario me trajo viejos recuerdos, del ataque de los cranks contra mí y Brenda-. Dijo que había que aumentar la población y que necesitabamos exigir que las mujeres jovenes ofrecieran sus vientres, miren que garlopada, dijo que sería ideal que la reproducción fuera entre los sobrevivientes del laberinto ya que está comprovado que nuestros genes son más valiosos y toda esa mierda. Es repugnante.
- ¿Alguien estuvo de acuerdo?
- Todos, a escepción de Jorge, yo y Harriet, la larcha estaba espantada. Así que ya saben, voten por mí para las elecciones, por un sistema libre de reproducción.
Y fue cuando hice algo que creí que no volvería a lograr hacer, reí y se sintió tan bien, es la mejor sensación. Sartén también soltó carcajadas y Minho siguió planeando su campaña presidencial. Cuando pude parar de reír, seguí escuchando.
- ... te elijo, Thomas, tu seras mi primera dama, ya que Jessica no está muy interesada, bueno, ella se pierde todo esto.
- ¿O sea qué ya confirmaste que no le gustas?
- No, ha estado evitándome, hay que ser un completo idiota para no darse cuenta.
- ¿Por qué no se lo preguntas? Con las chicas nunca se sabe, tal vez imaginas todo.
- No, Thomas, no tengo tiempo para andar metido en esa plopus romántica, si me distraigo, ya saben que pasará con el consejo. Shuck, es hora, debo irme, shanks.
El resto del día ayudé en diferentes labores, construí unas sillas y mesas con Gally, el chico ya no me tiene rencor. Recolecté bayas con Aris y Sonya, y fui a visitar a Sartén en su cocina, me convidó masitas dulces. Terminé el día otra vez con Brenda, no vi a Bell en todo el día. La verdad, es que he tratado de evitarla, sin embargo, hoy no tuve suerte.
- Thomas - me hablo una voz con duda después del desayuno, yo ya estaba solo.
- Bell, hola.
- ¿Podemos hablar? Bueno... ya lo estamos haciendo, ¿y si vamos a un lugar más apartado?
- Eh, tenía otros planes, pero sólo nos tomará un momento, ¿cierto? Podemos ir a mi cabaña.
- Me parece bien, Thomas.
Un mal presentimiento me recorrió, Bell se veía muy nerviosa, la última vez que hablamos fue algo difícil, no sé cómo habrá afrontado esa revelación.
- ¿Thomas, sigues cuidando del ave?- dijo cuando estabamos dentro de mi casa, su acento inglés era extrañamente notorio.
- Sí, aquí está- le señalé el nido sobre la mesita al lado de la ventana, es el único mueble que tengo por el momento-. En unos días podrá volar, aunque creo que prefiere ser un ave doméstica, la comida fácil le está gustando.
- Voy a cambiarle las vendas, Thomas.
- ¿Irás a buscar?
- No, Thomas, tengo en el bolsillo.
- Vaya, que casualidad.
- Sí, Thomas- se acercó a vendar el ave, tal vez ella tenía planeado venir aquí y los vendajes no fueron una casualidad.
- ¿De qué querías hablarme?
- Thomas... deja que hago esto y luego te digo.
- Bien.
- ¿Thomas, cómo está Brenda?
- Bien, debe estar con los cazadores.
- No, Thomas... me refería a cómo está para ti.
- ¿Qué?
- Olvídalo, Thomas.
- ¿Puedes dejar de decir mi nombre a cada rato? - por primera vez volteó a mirarme-. Soy la única persona aquí, Bell, no es necesario que me nombres.
- Lo siento, es que... me gusta decirlo.
- ¿Qué? ¿Por qué? - la cara de Bell estaba ultra colorada, soltó las vendas sobre la mesa y se apresuró a la puerta.
- Olvídalo.
- No me dijiste de qué me querías hablar...
Ya había salido, dejando la puerta abierta. No entiendo a que se habrá referido con que le gusta decir mi nombre y por qué se avergonzó tanto al contármelo. Yo terminé de vendar al pájaro, no me molestaría hacerlo mi mascota y enseñarle un par de trucos para pasar el aburrimiento.
Hoy no me asignaron ninguna labor y no he visto a nadie conocido para ir a ayudar. Minho me informó en el desayuno que no me han integrado a ningún trabajo en particular porque los ancianos del consejo dudan de mi estabilidad mental. El tema salió después de que Minho les propusiera que me incluyeran en el consejo, todos se negaron rotundamente.
Me descoloca que duden de mi estado psicológico, yo estoy bien, puedo con todo esto. Me voy a controlar.
Thomas.
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Lo que pasó después
FanfictionDespués de llegar a la zona segura, Thomas y los otros inmunes comienzan una nueva civilización. Es aquí cuando al poder llevar una vida normal, Thomas siente toda la culpa de su pasado y sus secretos podrían ser rebelados. Esta es una continuación...