Introducción.

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En la actualidad ya son muy pocas la personas las que tienen algo llamado fe, y no esta de más recordar que la misma religión ha sido la culpable de la mayoría de la perdida de aquellos feligreses que creían ciegamente en está, y no sólo hablo de la religión católica, sino de las demás, y si bien es cierto ninguna tiene el enfoque real al cien por ciento. Lo que si es real es la existencia de algo supremo, bondadoso, misericordioso, de algo más allá de lo que nuestra existencia es capaz de asimilar, pero también esta su contraparte lo malo, lo feo, lo perverso, lo ruin, lo indigno.

Pero son muy pocas personas las que podrían imaginar que estas dos entidades conviven más de lo que se cree, es como si fuera un proceso de simbiosis a un grado mayor. Uno necesita de otro para subsistir para co -crear, para poder ser.

-Buenos días- Fue lo primero que dijo la castaña al llegar a su lugar de reunión de cada mil años. Las reuniones tenían como fin, ponerse al tanto, hacer tratos, hablar de lo que era "políticamente correcto", conversar civilizadamente mientras el mundo se consumía en un caos fatal. Ya saben cosas de más allá de lo que nuestras pequeñas mentes humanas.

-¿Has amanecido de buenas Lucifer?- Una amplia sonrisa apareció en el mayor al mismo tiempo que acomodaba a un lado aquél objeto humano llamado periódico, hubiese utilizado un aparato más moderno pero está en él ser humilde. O sea su propio hijo nació en un pesebre, cualquiera podría confundir su humildad con tacañería.

-¿Cuántas veces tengo que decirte que no me digas así? Lo normal, digamos que últimamente he tenido mucho trabajo, tus pequeñas creaciones se matan unos a otros, mienten y dios algunos parecen ser mis mismísimos hijos- Le dedico una pequeña mirada al hombre, lo suficiente rápida para que pudiera detectar la ponzoña en sus palabras- Que va... sabes muy bien lo que pasa en la tierra, así que no gastaré saliva en decirte más cosas.

-De eso mismo quería hablarte- Dijo lo suficientemente fuerte como para captar la atención de la menor e inclusive todo el bullicio del parque donde se encontraban seso.

La dueña de ojos color ónice arqueo una ceja y con un chasquido hizo aparecer una copa de vino tinto de entre sus manos-¿Gustas?- Ofreció de su copa- Soy toda oídos.

-¿Vino?-negó con la cabeza -¡Estamos en un parque! Hazme el favor de no tomar, algún niño podría verte...-La incomodidad le expiraba por los poros.

-¡Oh vamos, ven peores cosas en internet!-Se defendió a la par que daba un trago largo a su copa.

Suspiro pesadamente y como quien sabe que le habla a una pared retomo-Estarás enterada que el mundo esta muy mal...y necesita una depuración-Hablo como si él fuera la salvación mundial

-Para ti estará muy mal, pero yo me divierto de lo lindo- Tomó un sorbo de su copa, reteniendo en líquido en su paladar, saboreando a lo máximo el Sauvignon- Estás siendo muy injusto-

-No me hables tú de justicia... Sólo quiero avisarte que si todo sale bien en unos meses tendré un nuevo hijo-

-No me digas que has encontrado a una mujer tan pura como esa...-Posó su dedo en sus labios, dándole un aire de una persona pensativa.

-Se llamaba María- Corrigió con un aire tranquilo, dejando caer sus manos sobre sus propias rodillas.

-Así, esa-

-Sí, realmente en estoy últimos siglos has ganado mucho terrero y creo que otro hijo devolverá la esperanza a este mundo que se encuentra en esto de putrefacción por tú culpa.

-Wowoho...Te estás precipitando, en primera tu creaciones son las que me joden todo, yo sólo dejo a mis muchachos y muchachas trabajar, cosa que los tuyos no hacen muy bien, no es mi culpa. Además no seas ridículo...¿Otro hijo? ¿Lo dejaras morir? Pero bueno...de una vez te aviso...-Sonrió con algo de malicia, mostrando su perfecta dentadura blanca- Ese hijo no va a nacer, de eso me encargo yo, Dios.

Welcome to the hell.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora