Capitulo 12. Avenida principal con un alemán y discoteca.

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El sábado y el domingo fueron normales, el sábado fuimos Isa y yo al centro comercial a comprar algo de ropa, bueno, algo de ropa no, un montón de ropa, estuvimos allí toda la tarde, y por la noche nos fuimos a dormir ya que estábamos muy cansadas, el domingo fue tranquilo, Alan se vino a casa y nos conto como lo había pasado la noche del viernes, Isa y yo nos mirábamos cómplices, pero no queríamos contarle nada.

A la mañana siguiente, Alan y yo nos encontramos  en la puerta de entrada.

-          Adri, se me había olvidado decírtelo ayer, pero el sábado que viene es el cumpleaños de mi madre, y siempre hace una fiesta de gala, pero solo puedes ir si vas acompañado de un hombre y una mujer.

-          ¿Un hombre y una mujer?

-          Sí, mi madre es muy antigua en ese sentido, y hasta yo que soy su hijo tengo que tener una pareja hembra.

-          Uf, vaya Alan, no se…

-          Solo ven por favor.

-          No te puedo dar una respuesta ahora ¿vale? Esta tarde te contesto por mensaje.

-          Está bien, pero esta tarde es tu tiempo máximo para una contestación.

-          Vale, ahora te tengo que dejar, voy a ir a cambiarme.

-          Vale, hasta luego, ah, acompáñame luego a comprarme un traje ¿vale? – me puso una cara de cachorrito a la que no pude negarme.

-          Vale te espero a la salida.

 A las tres en punto, después de esquivar a unas cuantas personas, pude verlo allí, justo donde quedamos. Hace poco que conozco a Alan, pero lo suficiente para saber que es más puntual que a aguja de un reloj, y lo que no soporta de una persona es la impuntualidad, cosa que la verdad estoy llevando un poco mal con él, porque a veces puedo llegar a ser desesperante a la hora de esperarme. En España muchas de mis amigas cuando quedábamos a mí siempre me decían que habían quedado media hora antes

-          Menos mal que vienes niña, te has retrasado por lo menos diez minutos.

-          Jo, no me regañes ha sido por culpa de mi profesora- se lo dije con cara de cordero para que no se diera cuenta de que en realidad lo que estaba haciendo era estar en el baño retocándome.

-          Bueno, lo que tu digas, vamos que nos está esperando Chris.

-          ¿Chris?

-          Sí, mi Superman  personal, ósea mi chofer, veras como te quedas con la boca abierta.

Y así fuimos caminando hasta su coche, yo con una intriga pensando en que si Alan dice que me dejara con la boca abierta, debe de ser cierto que ese hombre sea Superman.

Llagamos hasta el coche y a Alan automáticamente se le formo una sonrisa muy picara al ver que el supuesto Chris alias “Superman” abría su puerta del coche y bajaba para recibir a Alan y a mí.

Debo decir que PEDAZO DE TIO, vaya si que estaba en lo cierto Alan con lo de Superman. Tenía un cierto aire a Peter Parker en algunos puntos de la cara como la nariz, “no, espera ese era el de Spiderman”, bueno da igual, os cuento, es alto, como unos casi metro noventa, rubio, ojos muy azules, no os puedo decir a que parecido eran su azul, porque creo único, con una barba de unos días, que le quedaba espectáculos, porque pongámonos de  acuerdo no a todos los tíos les quedan bien las barbas, pero ahí madre, ¡como le quedaba! Tiene un cuerpo corpulento, y unas manos grandes…

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⏰ Última actualización: May 15, 2013 ⏰

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