Pequeño Harry.

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- ¡Mami! ¡Ma! ¡Mamá! ¡Mira ésto! - gritaba el pequeño Harry bajándose de aquel amarillo bus escolar. Su sonrisa ocupaba la mayor parte de su rostro, achicando sus verdes ojos y creando un ambiente de mucha felicidad.

Anne, la madre del niño alegre de cabellos dorados, sonrió. Que su hijo estuviera tan emocionado al llegar del colegio convertía todas sus desesperaciones en ganas de seguir luchando por alguien, en ganas de seguir luchando por él.

- ¿Por qué tanta emoción? - preguntó la madre contagiándose de la alegría de su hijo.

El pequeño le mostró aquella sonrisa falta de varios dientes que hacia que el mundo fuera un poco más adorable.

- ¡Me voy a Disney! - exclamó. El brillo de sus ojos hacía una perfecta combinación con esa incompleta sonrisa.

Las pequeñas manos del niño le entregaron a Anne un papel lleno de letras impresas, la mujer sólo miró al cielo con un sentimiento bastante extraño dentro de su pecho. Su hijo estaba diciendo algo tan grande con palabras tan cortas y simples...

- ¿Qué es ésto, Harry? - preguntó buscando respuestas en alguien demasiado feliz.

- Bueno, ma, es que... ¡Lee! - El chiquillo no paraba de saltar y armar alboroto en la entrada de su casa.

"Estimada y respetada Sra. Anne Cox.

Reciba un cordial saludo y los mejores deseos para usted y su familia.

El presente comunicado es para informarle que su representado, Harry Styles, ha sido seleccionado entre los mejores y más disciplinados estudiantes de esta institución para ser parte de un proyecto de recreación en reconocimiento a sus altos méritos estudiantiles.

Se le agradece presentarse a la brevedad posible en la dirección del plantel en favor de su disponibilidad de tiempo.

Sin más que acotar nos despedimos deseándole un día maravilloso.

Directora Elena Calderón."

- Yo sé que esa carta está llena de palabras muy extrañas - habló Harry cuando Anne empezó a mirarle-. Pero sólo dice que soy demasiado inteligente y que iré a Disney ¡Disney, mami! ¡Disney! ¡! ¡La Bella y la Bestia! ¡Bob Esponja!*

- Bob Esponja no es de Disney... - contestó Anne con una sonrisa.

- ¡Peter Pan! - Harry intentó saltar hasta el cielo y seguir volando.

Anne, por su parte, alzó al pequeño y lo llevó hasta su habitación. Ella en serio necesitaba pensarlo más de dos veces. No podía dejar ir a la persona más importante de su vida en un avión lleno de extraños, si algún día le pasaba algo a Harry ella nunca se lo perdonaría.

Aquel niño de mirada verdosa y cabello desordenado era su razón más grande de estar viva, la manera en la que el pequeño sonreía y se concentraba en admirar el mundo era lo que alimentaba la felicidad de Anne. Sin Harry, ella no sería nada.

- ¿Qué maleta voy a llevar, mami? - preguntó el pequeño ya sentado al borde de su cama.

- No, Harry. - fue lo único que pudo contestar.

- ¿No hay maletas? - El ingenuo chico miró al suelo -¡Tengo una idea!- Sonrió triunfante - . Podemos llevar todo en mi bolso de Bob Esponja, igual no llevaré mucha ropa, mami, sólo lo necesario.

- No es eso, Harry - pronunció Anne con algo de desánimo, la verdad lo que menos quería era matar las esperanzas encerradas en los verdes ojos del pequeño-. Es que, no me parece bien dejarte ir...

Los superhéroes existen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora