En tu sangre, corre la desesperación,
En tu mente, su nombre,
En tus ojos, las lágrimas,
En tu corazón, un simple palpitar que te destruye con cada respirar.
Así es como sucede:
Sin hablar y hablando la la vez, te enamoras.
no sabes de donde viene
hacia donde lleva o si tan siguiera existe o es una simple divagación.
Pero lo hace: llega, te destruye y sigue siendo un pozo de gran profundidad,
el relieve de un abismo en el que tambaleas, caes y tratas de mover tus manos a los lados,
intentando oscilar todo dentro de ti,
de alcanzar lo que está lejos,
tocar lo inexistente mientras tangible se encuentra justo a tu lado, sobre ti.
Y lo haces y no hay retorno: las cosa brillan sobre ti,
los recuerdos, las pláticas y los tal vez y hubieras es lo único que te despabila,
emitiendo fuertes gritos en tu interior,
diciendo que hay un atisbo de esperanza,
que la nostalgia y la melancolía no es todo, y que estará ahí, esperándote al final, listo para atraparte como todas tus ilusiones lo desean,
cuando sabes que sólo hay profundidad en el mar.
***
Momentos en los que mi mente no deja de hablar, escribir es todo lo que la hace callarse.
Espero que algunos entiendan mis palabras. Háganmelo saber. Los quiero.