La vida

35 6 0
                                    

La llama de la vela se va apagando
Y la brisa que silva caprichosa
Con su abrigo la envuelve celosa
Pero no se apaga, sigue alumbrando

El candelabro se levanta andando
La vela derretida cae pringosa
Su cera congelada crea, sedosa
Un fino hilo con el que va rodando

Y la llama crece rápidamente
Dejando a la luz aterrada
De estar brillando tenuemente

Y la vela muere susurrada
Por ese soplo fuertemente
A merced de la noche está atrapada

Ensoñaciones del duende de Sevilla©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora