Tu brillo me guiará [2a Temporada] (Dylmas)

Capítulo 9

Estaba por tomar la decisión más difícil de su vida...

- Vamos, sabes que es lo que él hubiera querido -dijo Fetch.

- ¡No puedes estar hablando en serio! -le gritó Delsin.

- ¡Por supuesto que habló muy en serio!

- ¡Es increíble que puedas siquiera pensar en eso!

- ¡Maldita sea! ¡Yo lo conocía mejor que tú!

Sus dos amigos se gritaban cara a cara mientras él se quedaba frente a ellos sin saber qué decir. De repente, es como si su mente fuera un torbellino de pensamientos, mezclado con sus emociones; y le impide decir una palabra.

- ¡Eso no es cierto! -Delsin tomó el gorro de se cabeza con fuerza- ¡Si lo conocieras tanto como dices, sabrías que no deberíamos abandonar a Thomas!

- ¡Ha pasado casi un jodido año, Delsin! -se podía notar el veneno en cada palabra que pronunciaba la chica- ¿De verdad crees que lo saquemos algún día? ¡Ni siquiera sabemos si está vivo!

- ¡Solo escuchate, maldita sea! ¡Thomas es fuerte y sigue vivo! ¡Por eso tenemos que sacarlo de ese horrendo lugar!

- ¡Él dijo que no fuéramos a buscarlo!

- ¡Él nos sacó de Curdun Cay!

- ¡Por eso deberíamos hacer lo que nos...!

- ¡Basta! -gritó Eugene, harto de la discusión más dolorosa que pudiese presenciar.

Sus amigos lo miraron, algo sorprendidos por su repentina intervención. Eugene tenía lágrimas en los ojos y sentía una presión en el pecho, como la que sientes cuando estás entre la espada y la pared... justo lo que pasaba con él.

- No quiero oír más de su estúpida discusión. -continuó- Y tampoco quiero ser el que de un jodido voto decisivo, obligar a alguien a hacer algo no sirve de nada. Fetch, sé que Tom dijo que no volviéramos por él, pero es como mi hermano y no voy a dejarlo. Me quedaré, y no aceptaré que está muerto hasta comprobarlo. Lo buscaré si lo llevaron a otra parte, ¡haré lo que sea necesario! Y aunque ninguno de los dos llegue a apoyarme... Dylan lo hará. Así que yo me quedo, y no para saldar una deuda ni mucho menos... Me quedaré para recuperar a mi familia.

/ / / /

Dylan, Shai, Theo, Jo y Brydon esperaban a que llegara el resto para ver qué harían ahora, como siempre, en el departamento de los recién casados (y "recién casados" me refiero a hace dos meses que fue su matrimonio).

O'Brien estaba absorto en su última práctica con Brydon. Su mejor amigo le dijo que empezaba a pensar que el DUP le había hecho algo, y esa es probablemente la razón por la que le daban esa clase de trances.

¿Y si es cierto? ¿Y si le hicieron algo a Brydon? Si es así, ¿qué le hicieron? ¿Por qué? Y si no, ¿qué sucede con su mejor amigo? ¿Por qué le dan esos ataques? ¿Y si jamás vuelve a la normalidad? ¿Y si lo que le hicieron llega a matarlo? ¿Y si le hace algo peor? ¿Y si no puede averiguar como arreglar ese asunto?

- Perdón por la tardanza -dice Eugene mientras entra por la puerta con la respiración agitada.

- ¿Dónde están los otros? -pregunta Shai.

- Hmmm... Delsin nos alcanza después.

- ¿Y Fetch?

- Ella... -miró al piso y su voz se fue apagando- no vendrá.

A Dylan le dio la impresión de que comprendía lo que pasaba. Fetch había desertado. Asintió y con la mirada trató de decirle a Eugene que lo sentía mucho.

«Creo que está empezando lo que tanto temí que sucediera... »

Uno de los temores más grandes que le había nacido, era que poco a poco, cada uno se fuera rindiendo y llegara un punto en que quedaran tan pocos que ya no se pueda hacer nada.

- Bien -dijo Dylan- entonces, supongo que podemos comenzar.

/ / / /

Las semanas pasaron, y el año de la captura de Thomas se cumplió.

Brodie había logrado recuperar su movilidad y habilidad al usar sus poderes, ese mismo día iniciarían con la fase en la que le darían más de esa sustancia azul para aumentar sus habilidades.

- ¿Está listo, señor Sangster? -dijo Augutine atravez de los altavoces.

El rubio asintió.

A lo largo de su entrenamiento, aprendió a disparar con más precisión. Debe aceptar que es muy eficaz el método que utilizaron en él. En casi un mes ya superaba la agilidad que había perdido formada en más de 10 años, lo sorprendía realmente. Sin embargo, no le dieron ningún tratamiento para su garganta o su voz, comenzaba a pensar que no volvería a hablar jamás.

El entrenamiento inició y fue en busca de la sustancia por toda la gran habitación.

«Aunque no vengan por mí, no quiero pasar el resto de mi vida como una maldita rata de laboratorio.»