Estela caminaba entre las sombras de su departamento, solo la luna brindaba destellos a través de la ventana. No sabía qué esperar, en el silencio de la madrugada sólo se escuchaba el latir de su corazón. ¿Qué podía hacer? su tiempo estaba contado; 1, 2, 3 pasos para llegar a la sala... No había nada ni tranquilidad. Tomó un encendedor de la mesa del centro antes de llegar a la cocina por la lámpara; tenía que pasar por un pasillo, lo que en el día le tomaría un minuto para llegar, esta vez le duró una eternidad. El reloj de la pared de la cocina marcaba las 2:45 de la madrugada; sí logró recordar dónde había colocado la linterna la última vez. Según sus ojos y lo ya recorrido hasta ese momento, le permitían pensar que no ocurría nada ni había nadie más que ella y su miedo. Algo no la dejó tranquila, ni mucho menos segura. La temperatura aumentaba al igual que su temor, regresó a su cama, se sentó en el borde por unos minutos, disfrutaría de su último vaso con agua.
- Hola... - una voz que provenía de atrás
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Él...
Misterio / Suspenso"Todos moriremos, no importa qué elixir bebas o cremas uses, esto no te salvará de un tren en marcha o del pedazo de manzana en la garganta" - B. Olarte