Capítulo 1 "Una mañana"

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Los rayos del sol me despertaron, me levante de golpe, desorientado, mirando a mi alrededor sin reconocer nada, ni siquiera tenía claro que hacía ahí, con un dolor de cabeza palpitante, apenas si pude ponerme en pie, estaba sobre la acera de un hospital, quise dar un paso y las piernas no me respondieron, sin fuerzas, sin voz, con tanta desesperación me arrastre a la entrada, unas enfermeras corrieron a ayudarme, preguntaban mi nombre y yo me hacía la misma pregunta...

-Díganos por favor que le sucedió, cual es su nombre?-

-No lo se, ya se lo dije cada vez que me lo pregunto!- grite desesperado

-Tranquilicese por favor, todo estará bien...-

-No, no me mienta, nada puede estar bien si no se que pasa conmigo...-

Al quitarme la ropa de uno de los bolsillos de mi pantalón cayó una argolla, el ruido me puso en alerta y quise levantarme de la cama, no m dejaron, otra enfermera me lo entrego, tenía algo grabado, al pasar mis dedos por esas letras, el dolor de cabeza fue más intenso, me dejo inconsciente, no pensé que mi vida sería una pesadilla...

De eso ya paso un tiempo, poco a poco trate de retomar mi camino, al menos supe que tenia nociones de medicina pues una vez rescate a un señora que llego a urgencias con heridas de gravedad, pero no lo hice solo, no, si a alguien debo agradecerle no haber enloquecido es al doctor Richards, desde el primer día me apoyo, me ofreció un pequeño departamento y un trabajo en este hospital, pero, no podía aceptarlo si no tenía identidad, estaba por firmar mi contrato, debía poner un nombre, pero cual...

-Lo siento, por más que trato no puedo recordar nada, ningún nombre, nada...- dije pasando mis manos por mi cabeza frustrado

Entonces alguien a lo lejos grito "Julian" una madre gritandole a su hijo que no se apartaraa porque podría perderse y yo me sentía así, perdido, bien el nombre ya lo tenía, el apellido fue lo de menos, lo tome de una tarjeta de presentación que el Dr. Richards dejó en su escritorio, firme y sin más adopte mi nueva identidad desde aquel día.

Ahora por lo menos ya sabian a quién dirigirse mis pacientes, pero en el fondo el vacio, me calaba los huesos, por las noches llegaba rendido al apartamento, no dormía, pesadillas de una silueta queriendo tomar mi mano, gritos, sudor frío, ansiedad, solo eso. Aprendí a sobrellevarlo, enfocandome en el trabajo, no me quedaba nada, contar con el apoyo de quién se convirtió en un padre para mi, el Dr. Richards, significó el darle sentido a esto que tenía, que no podía llamarle vida, al menos no hasta que ella apareció.

Me encontraba en el pabellón de urgencias, dando indicaciones, poniendo orden, concentrado en dar un diagnostico acertado, parecía un día normal, con el ritmo habitual de estar en esa área del hospital, mi turno termino tarde, no me importaba no dormir, era preferible mantenerme despierto a estar en esa pesadilla intermitente, esa noche una tormenta me impidió o me permitió quedarme un poco más, me senté en la banca que estaba saliendo del pabellón, saque una libreta pequeña donde decidí anotar mi día a día, no quería olvidar ya nada, incluso mis pesadillas las escribí para intentar descifrarlas.

Distraído escribiendo no me percate de quién salía, hasta que la escuche, lloraba desconsolada y empapada por la lluvia, no dude corri por ella, fue como si de mi corazón una chispa se encediera, como si todo dependiera de esa acción, le pregunte si se sentía bien, una pregunta tonta, inoportuna pues estaba claro que no la pasaba bien, me miro entre la lluvia y no comprendí su expresión, entre angustia y terror?

-Disculpa estas bien?- dije preocupado

Me miraba en silencio, con sus manos tomo mi rostro, algo recorrió mi cuerpo, retrocedi un poco y sin más se marcho, me dejo ahí bajo esa lluvia intensa, confundido y agobiado, no tenia idea de que ella trabaja en el hospital, de su nombre ni de su historia, una historia que sin querer me arrastro, me lleno de más oscuridad mi mundo de sombras.

Con una historia más tragica que la mía quizas, ella me confió que su esposo desaparecio, que lo ha buscado, esperado sin obtener ni una señal, sin embargo, en mi encontro solo tortura, desilusión, ella estaba segura que yo era ese tal Robert, incluso antes de marcharse le propuse tomar la identidad del sujeto mas afortunado del mundo.

Ryan Holmes, provocó que en mi mente destellos de recuerdos aparecieran, ella por algún motivo estaba relacionada a mi pasado, pero fui un cobarde, no pude enfrentarlo, no pude aceptar lo que pasaba conmigo, lo que ella trajo a mi mundo, quería protegerla, estar con ella, aminorar su pesar, su dolor pero fue tarde, tomó otra decisión, se marchó, no dijo a donde, sólo se fue con el imbécil de Gabriel, ese tipo me hace hervir la sangre, llevándose a sus hijos, mi última oportunidad de ordenar las piezas de mi realidad.

Hoy estoy desesperado, lleno de dolor, miedo, soledad, esperando que salga el Almirante Holmes, me llamo diciendo que tenía una última carta que jugarse, no se que pensar, lo cierto es que desde que Ryan se fue, el Almirante y yo nos llevamos mejor, en nuestro intento por rescatarla no se de que, pero me alienta contar con su apoyo, finalmente entra por la puerta del café donde me cito, mi estómago de hace nudo, pero estoy dispuesto a lo que sea por ella, se que no es feliz, que de alguna forma ese tal Dr. Gale la convenció.

-Disculpa mi retraso Julian, debía asegurarme de que todo este en orden...- dice mientras toma asiento

-No se disculpe, dígame por favor de que se trata...-

-Puedo ver en ti que estas deseperado por saber donde esta Ryan...-

-Lo estoy...-

-No me imagine estar aquí proponiendote esto, pero no tengo alternativa Julian...-

Nervioso me acomodo en mi asiento, su expresión me pone mal, creo que lo que dirá no será bueno, le da un trago a su bebida antes de continuar y esos instantes se me hacen eternos, me mira buscando en mi la solución, si nos viera ella aquí, poniéndonos de acuerdo despues de tantos enfrentamientos, sin entender porque el me aborrecia, como si algo en mi lo hiciera sentir mal.

-Por favor Almirante, diga lo que tiene que decir..-

-No es fácil, pero no hay más opción, sonará extraño lo que voy a pedirte pero, esta vez tienes que ser mi hijo...-

-Como? No, no entiendo...- apenas pude responder

-Necesito que por una vez, finjas ser mi hijo, tienes que tomar la identidad de Robert...-

Todo me esperé menos que me dijera semejante locura, digo, ya alguna vez lo considere por todo lo que paso con Ryan, las mil y un ocasiones en que me reclamo por fingir no ser su esposo, pero, de eso ha ya ponerlo en practica, había un avismo muy grande.

-No, no pienses que estoy loco, es solo que necesito te reunas con alguien...-

-Alguien?-

-Tienes que reunirte con mi hijo Thomas...-

-Yo? No, no se que decirle Almirante...-

Mundo de Sombras.....Julian [Parte de la trilogía "Alguien Como Tú"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora