Capítulo 1

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Scarlett Thomas ha sido mi mejor amiga desde que tengo memoria. Por eso, fue que supe cuando ella me llamó al Campamento de la Hermandad, durante la peor semana de mi vida, que algo andaba mal, incluso antes que ella lo dijera. Solo por su voz al otro lado de la línea. Lo supe.

- "Es Michael." - dijo ella en un tono bajo. Su voz crepitó en la distancia. - "Michael Sherwood."

- "¿Que hay con él?" - La directora del campamento, una mujer llamada Ruth, con cabello corto y sandalias Birken, se movía impaciente a mi lado. En el Campamento de la Hermandad, se supone que debíamos estar aisladas de las presiones de la sociedad con el fin de mejorar como mujeres. No se supone que recibiríamos llamadas. Especialmente no n jueves, a medianoche, levantándote de tu cama plegable y llevándote a través del bosque a un cuarto demasiado brillante y un teléfono que pesaba en tu mano. Scarlett suspiró. Algo estaba pasando. - "¿Que hay con él?" - repetí.

La directora del campamento puso los ojos en blanco esta vez, pensando, estaba segura, que esto no era una emergencia.

- "Está muerto." - La voz de Scarlett era indiferente, como si estuviera recitando las tablas de multiplicar. Podía oír el tintineo y las salpicaduras en el fondo.

- "¿Muerto?" - dije. La directora del campamento me miró, de repente preocupada, mientras yo le daba la espalda. - "¿Cómo?"

- "Un accidente de moto. Esta tarde. Fue golpeado por un auto en Shortcrest." - Más salpicaduras, y de repente me di cuenta que estaba lavando los platos. Scarlett, siempre capaz, podría hacer labores domésticas durante un holocausto.

- "Él está muerto." - repetí, y el cuarto se me hizo pequeño y estrecho de repente, y mientras la directora del campamento ponía su brazo a mí alrededor, yo me la sacudí, dando un paso más, lejos de ella. Me imaginé a Scarlett frente al fregadero en tejanos y camisetas, su cabello recogido en una cola de caballo, el teléfono atrapado entre su oreja y su hombro. - "Oh por Dios."

- "Lo sé." - dijo Scarlett, y hubo un sonido de agua gorgoteando mientras descargaba el fregadero. Ella no estaba llorando. - "Lo sé."

Nos quedamos ahí en la línea por lo que me pareció mucho tiempo, el zumbido en el fondo era el único sonido. Quería atravesar el teléfono, saltando al otro lado en la cocina a su lado. Michael Sherwood, un chico con el que habíamos crecido, un chico que una de nosotras había amado. Se había ido.

-"¿Halley?" - dijo ella de repente en voz suave.

- "¿Si?"

- "¿Puedes venir a casa?"

Miré fuera de la ventana a la oscuridad en el lago más allá de la luna brillante fuera de él. Era finales de agosto, el final del verano. La escuela comenzaba en una semana; en una semana estaríamos en último año.

- "¿Halley?" - dijo ella otra vez, y yo sabía que hasta preguntar era difícil para ella. Ella nunca había sido la que me necesitara a mí.

- "Resiste" - le dije en ese cuarto brillante, la noche que todo comenzó. - "Estoy en camino."


* * *


Michael Alex Sherwood murió a las 8:55pm del trece de agosto. Estaba girando a la izquierda en la Avenida Morrisville del paseo Shortcrest, cuando un hombre de negocios en un BMW lo golpeó, dejándolo fuera de la motocicleta que él tenía apenas desde junio, enviándolo a veinte pies volando por el aire. El periódico decía que murió en el impacto, la motocicleta, quedo como pérdida total. No fue su culpa. Michael Sherwood tenía dieciséis años.

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2015 ⏰

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Alguien como tú - Sarah DessenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora