Y regresando con un fic pendiente, les traigo este fic de Hetalia o mejor dicho del Fan Game: ¡Hetaoni!
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Logramos escapar de la mansión, el como, aun no me queda muy claro, pero de algo puedo estar seguro, Sacro Imperio Romano nos a ayudado.
Esa ayuda tiene un costo, uno que no me importa pagar en cuanto se pueda, lo cual, en este caso, debe ser después de curar a todos.
Alemania me esta cargando, ya que aun no me siento muy bien que digamos, me alegro mucho de que esta vez por fin lo logramos, salimos todos la mansión y nadie murió, pero no podemos cantar un victoria al cien, Inglaterra perdió la vista por un error mio.
Por el momento estamos descansando en un pequeño claro en el bosque, América al igual que Canadá no se separan de Inglaterra, todos los demás están tranquilos y hablando entre si, pero lo mas seguro es que todos están traumatizados por todo lo que tuvimos que pasar, sobre todo por las memorias que han recuperado.
Se lo que debo hacer... Aunque no creo que les guste mucho a ellos.
- Inglaterra ¿Puedes venir un momento? - Le pedí tranquilo, mientras me acomodaba mejor aun recostado en los brazos de Ludwing, ambos nos encontrábamos sentados en una roca de tamaño decente.
Sin preguntar nada se acerco hasta donde estaba con la ayuda de Alfred y Matthew para evitar que se cayera o algo por el estilo, se agacho un poco y me "miro" de frente.
Con una pequeña sonrisa puse mis manos sobre sus ojos y de ellas empezó a salir un brillo color verde claro, todos se sorprendieron por lo que estaba pasando y se acercaron un poco para ver mejor; Kiku, Gilbert, Antonio y mi fratello se pusieron detrás nuestro mientras que Alfred apretó un poco mas la mano que sostenía de Arthur, Matthew solo cerro los ojos y recargo su cabeza en el hombro del que sigue considerando una figura paterna, mientras yo pude sentir como Ludwing me abrazaba un poco mas fuerte pero sin ninguna intención de detenerme.
Pasaron unos momentos y el brillo que emitía desapareció, mientras que retiraba mis manos de sus ojos agradecí estar apoyado en alguien ademas de encontrarnos sentados y no de pie, si no hubiera caído al suelo de inmediato pero el cansancio que me invadio junto con otros malestares que no tardaron en hacerse presentes al momento de exederme de nuevo con mi magia.
Apesar del cansancio que sentía, observé con atención el como Arthur se paro con la ayuda de Alfred, pero aun tenia los ojos cerrados.
- Ábrelos lentamente - Le dije tranquilo, sin poder evitar la pequeña sonrisa que se me escapo.
Todos podiamos notar sus nervios y el pequeño temblor que recorria su cuerpo, con algo de temor abrió los ojos y parpadeo varias veces, sin embargó la expresión de su rostro no cambiaba.
- Arthur... ¿Cuantos dedos vez? - Le pregunto temeroso Alfred, mientras levantaba la mano y le mostraba dos dedos delante suyo.
Inglaterra no contesto, solo volvió a parpadear, todos miraban la escena con miedo y nerviosismo por lo que estaba pasando. El usuario de magia solo miro a la persona frente a él con la misma expresión de antes.
- Tienes cinco dedos - Contesto al fin Arthur con una voz monótona.
Su respuesta entristeció a varios que bajaron la cabeza con la intensión de ocultar sus expresiones, mientras que Alfred aguantaba las ganas de llorar nuevamente.
- Tienes cinco dedos, mira - Repitió Arthur con algo de diversión en su tono, que tomo a muchos por sorpresa, haciendo que levantaran la mitada de golpe solo para quedar con la boca abierta al ver a menor de estatura tomar la mano del mas grande. - Estos dos que tienes extendidos mas estos tres que están doblados, sumarlos y dan cinco - Completo con una sonrisa y soltando unas lagrimas, al mismo tiempo que señalaba cada dedo que mencionaba.
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El final...
RandomAl fin, no puedo creerlo, hemos salido de la mansión, pero aun hay algo que debo de hacer, una promesa que le hice a Sacro Imperio Romano...