Me eché a la cama totalmente en estado de shock. No sabía donde me encontraba, ni podía entender lo que había sucedido hace tan solo unos minutos. Johnny me besó, y yo lo besé. Nos besamos. Me había quedado hasta tarde pensando, hasta que me quedé dormida. Me levanté al escuchar que alguien tocaba la puerta de mi habitación.
_ Despiertate bella durmiente! – Era Ivonne. Esta ves, no se me iba a escapar.
_ Contigo tengo que hablar – dije levantandome de la cama.
_ No me digas, quieres agradecerme por lo de anoche
_ Mas bien, quiero arrancarte los pelos – dije riendo pícaramente – Cómo no me has dicho nunca que has conocido a Johnny? – dije mirándola tajantemente – Y más aún, que hoy estaríamos aquí.
_ No te enfades, Sam. Lo he conocido tan sólo unos días antes de que llegaras y quise darte una sorpresa.
_ Vaya sorpresa! – dije tirándole un almohadón
_ Bueno, ahora es tu turno. Quiero saber con lujo de detalle lo que pasó anoche – dijo acercándose a mí y bajando su tono de voz. Las manos comenzaron a sudarme y mis piernas comenzaron a temblar al recordar lo que había sucedido.
_ No ha pasado nada – dije titubeante. – Por qué preguntas eso?
_ Vamos Samantha! Tú sabes que no tengo un pelo de tonta. Podrías engañar a un monton de personas. Pero a mí, no – dijo riendo. – Acaso piensas que no me he dado cuenta que entre tú y Johnny sucede algo? La forma en que te mira, la manera rara en que comienzas a comportarte cuando él está cerca de ti. No me he dado cuenta anoche. Me he dado cuenta el primer día que se cruzaron y tu huiste como una cobarde. Tienes que enfrentarlo de una vez, mujer! – dijo dejándome boquiabierta. Era la primera vez que oía a Ivonne hablando tan en serio.
