REGRESA A CASA

(Cap4) El ático.

Me levanto de mi asiento asustado y dando gritos por doquier. Al darme cuenta que me encontraba en el aula de clases sentí pena porque mis compañeros se burlaban de mí y la maestra me veía asustada. Miro a mi izquierda y Benner me hace una serie de señas raras, no alcancé a entender lo que me quería decir. Lo único que se me ocurrió fue ir al baño; salí del aula mientras los tarados de clases me gritaban estupideces.

Estando en el pasillo rumbo al baño, noté que alguien de lejos me seguía, entonces decidí caminar sin parecer preocupado aunque por dentro me moría del miedo.

La corriente de aire caliente vuelve a mí como si estuviera en el Báratro. Me apresuré e ingresé al baño, pero sorpresa mía al ver a Jossi, -la nena mas linda de la escuela- al parecer ella no notó mi presencia. Minuciosamente intento salir, pues me hallaba en el baño de las mujeres; al acercarme a la salida ella se me acerca -pensé que me iba a gritar por la manera en que caminaba y por su mirada fruncida- me cubro la cara para que el impacto de la bofetada no sea tan doloroso, pero ni una palabra escuché. Al abrir los ojos veo que ella sale como si nada hubiese pasado, como si yo no estuviera allí... Algo raro estaba pasando en esa escuela.

Me dirijo a una de las cabinas para orinar, pero noto que el vidrio de los lavamanos estaba completamente empañado. Ya era casi medio día, no hacia tanto frío como para que las paredes estuvieran húmedas o los vidrios de los baños estén empañados.

Estando frente al espejo siento una picadura en mi cuello, fue tan fuerte que grite y hasta una lágrima se me salió. Limpie parte del espejo para verme la picadura de no sé que bicho raro, y mientras me miraba en el espejo, en una esquina se dibujaba un árbol sin hojas. Cuando vi la imagen en el espejo, corrí tan fuerte como pude y salí del baño.

Estando en el pasillo suena el timbre indicando que la jornada de clases ha terminado, ya me sentía algo cansado y no estaría mal llegar a casa y tomar una siesta. Los pasillos se llenan de repente de jóvenes en dirección a la salida -como detesto estar rodeado de tanta gente-. Veo que Benner se acerca algo raro, le grito para que notara que lo estaba esperando pero siguió su paso y ni siquiera atendió a mi llamado, parecía algo disgustado. Intenté acercarme a él pero la muchedumbre no me abrió pasó así que dejé que se fuera y yo también me fui a casa.

Estando en el autobús vuelve a mi mente aquella imagen tan rara y todo lo que me estaba pasando, no sé si en realidad todo eso sucedió o estaba en un sueño tan terrible que ni recordé que estaba en clases.

En medio de tanto pensamiento sentí un impacto que me impulsa al puesto que estaba delante, ya se volvió costumbre aguantar los frenos bruscos del chofer.

- ¡Patterson! Aquí termina tu ruta. -Dice el gordo con mal aliento que conduce el autobús.

¡Por fin llegué a casa! Bajo del autobús y al caminar por la grama de la casa noto que todo esta callado, no había alma alguna en la calle y por primera vez no se escucha el ruido de la música de la casa de Ander que por cierto le encanta la electrónica y sus padres lo han llevado dos veces al Futureland ¡Que suerte la suya!

Al abrir la puerta, Chrus baja las escaleras corriendo con una mochila en su espalda. Intenté hablarle pero iba de afán, sólo alcanzó a decirme que tenía que hablar conmigo y que no le dijera nada a mamá si preguntaba por él.

Creo que he quedado sólo en casa, pues papá esta en su labor de contribuir a este país de mierda, mi hermano se pierde, y por otro lado mamá debe estar... viendo las noticias. Me asomé a la cocina pero no la vi. ¡Jum! Quién sabe donde se habrá metido.

Voy rumbo a mi recámara cuando al caminar por el pasillo mi mirada se levanta hacia el ático y la imagen estaba dibujada en la entrada de este. Creí que por un momento iba morir ¡Algo raro me persigue! ¡Algo hay en el ático de la casa!