Capítulo Dos

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Tiffany se levantó ese día con una intensa resaca. Solo tenía que trabajar a la tarde. Taeyeon supuso que la mañana siguiente después de la boda sus empleados querrían dormir hasta tarde. Dicho y hecho. Durmió hasta las 11:00 a.m Despertarse a esa hora era considerado un tabú para la castaña. Pero con tanto dolor de cabeza mandó a volar la rutina y se permitió dormir una o dos horas más. Cuando creyó dormir lo suficiente finalmente se levantó yendo al paso de una tortuga al baño de su habitación. Un taladro ejercía presión a toda potencia en su cabeza. ¿Quien dijo que podría emborracharse sin sufrir consecuencias?
Tiffany no suele beber pero, esa noche estaba tan decaída que su cuerpo le pedía a gritos ser bañado en alcohol.

Se vistió y se arregló lo mas lento que podía. Una vez lista se dirigió hacia la farmacia que estaba a tres cuadras. Compró todo lo que leyó en internet para "Aliviar una resaca". Juraba por todos los cielos que no querría volver a tomar una gota de alcohol en su vida.
Cuando llegó a su departamento se dio un baño de burbujas y se relajó olvidándose de todo el estrés.

Su cuerpo se vio envuelto en una sensación de alivio que no podía haberse sentido más placentera.

Pasó todo el día en lo que ella llamó como un mini descanso hasta que se acercaba la hora de su asistencia laboral. Refunfuñando y quejándose mentalmente se dio una ducha rápida y en media hora ya estaba vestida con una falda hasta las rodillas y una camisa metida para adentro.
Tomó el metro como ya era parte de su rutina diaria y bajó en la estación mas cercana a 'Croilet Corporation.
Abundaba otoño, los rayos solares se reflejaban en las ventanas polarizadas de los edificios, el viento soplaba las hojas que yacían sin vida en el suelo.

La joven de 23 años llevaba dos años trabajando en esa maravillosa empresa, como la suele llamar ella. Su tarea consistía en encargarse del papeleo de la tarifa de ingresos, ordenar archivos y su trabajo no es del todo interesante. Sooyoung la molesta todo el tiempo con que se largue de ese lugar y se vaya a donde si aproveche sus talentos, tiene tanto conocimiento en telas y tallas para pasársela todo el día detrás de una mesa de escritorio. No es como si Tiffany no lo haya considerado. La muchacha cree que en ningún otro lado le pagarán tan bien como ahí, a demás, no tiene el valor para alejarse de aquel lugar que le recuerda tanto a su ex-enamoramiento, Kim Taeyeon. La mujer de 29 años acabbaa de casarse y seguramente pronto tendría hijos, sabía que su jefa ya no volvería a ser lo mismo de antes. La extrañará.

Cuando se encuentra en frente del edificio, saluda a sus colegas que se encuentran en la planta baja y se encamina hacia el elevador. Dentro se ahí está ella, Kwon. Oh, lucia tan diferente usando un vestido elegante color beige y chaqueta mangeta. La castaña recuerda lo que pasó la noche anterior e imágenes de Yuri dejándola en su casa llegaron a su mente. De repente se sintió incomoda pero aún así se adentró en el elevador. La morena estaba muy ocupada tecleando algo en su teléfono que solo indujo curiosidad en Tiffany. Bloqueó la pantalla de su celular y se lo llevó al bolsillo de su chaqueta. Dirigió su vista hacia ella y de inmediato la reconoció.

—Buenas tardes, Señorita Hwang.

—Buenas tardes, Señorita Kwon—suspiró sin saber el porqué.

—¿Se encuentra bien, Hwang?—preguntó la morena nada más por que tenia curiosidad.

—Sí, yo... Sólo todavía no se me pasa la resaca, sólo eso.

—Oh, bueno, que se mejore.

—Gracias.

Se formó un silencio cómodo entre ambas hasta que el ascensor se detuvo en el piso 14 y ambas descendieron a la vez rozándose los hombros.
Se miraron y sonrieron por la inocente torpeza de sus acciones. Yuri negó con la cabeza y caminó hasta la oficina adentrándose y cerrando la puerta detrás de ella.
Cuando la puerta se cerró Tiffany dejó de mirarle el trasero a la morena; "ardiente", esa era la palabra que se le venía a la mente. Saliendo de sus ensoñaciones sacudió su cabeza para dejar de pensar en ello y se dirigió a su despacho ya un poco cuerda.
Su jornada laboral transcurrió como todos los días, con el único cambio de que ahora estaba muy atenta a la oficina de presidencia de donde Yuri no ha salido ni un momento. No podía evitar lanzarle miradas a la puerta cada vez que podía, se estaba distrayendo mucho y sabía que eso no era sano para ella.

How can i make you love me? Yulti [Yuri x Tiffany]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora