41. La mitad de un corazón.

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-Así que... -comenzó a hablar el rizado, rompiendo el incómodo silencio-. Irás a ver a Zayn, cool.


Asentí frenéticamente mientras guardaba el silencio. Los nervios comenzaban a aparecer, y no tenía ganas de hablar.

Harry, al ver que yo no decia una palabra, miró a la ventana. Supuse que buscaba algún buen tema de conversación.


-Bueno, ¡Que lindo está el clima! -sonrió maravillado.


El clima estaba como siempre. Frio y nublado.

Supongo que Harry se dio por vencido, puesto que guardó silencio y dejó que mis pensamientos comenzaran a ordenarse. Agradecí mentalmente.

Cinco minutos de viaje, y ya el vehículo estaba estacionado al frente de una casa. La casa en la que pasé muchos momentos buenos, en la que jugué y reí. Donde lloré y aprendí.

En donde Trisha orneaba galletas en los dias lluviosos, y a donde me escapaba, cuando tenía algún problema.

Miré hacia la casa que estaba a su lado, era la mia. Bueno, mi antigua casa.

Ahora estaba de un color diferente, las blancas paredes fueron cambiaron a un color azul. En el jardín ya no habían rosas, sino pequeños muñecos decorativos, que, en mi opinión, son espeluznantes.

También estaba un estacionamiento, con un bonito auto.

Me entristeció un poco la idea de que esa ya no era mi casa, que este ya no era mi hogar. Y que yo ya no vivía en esta ciudad. En un abrir y cerrar de ojos, pasé de ser una niña indefensa, a tener que lidiar yo sola con los problemas de la vida. Muchos le dicen madurar, o dejar el nido.

Y luego estaba Zayn, creí que iba a estar siempre conmigo, que todos los dias íbamos a comer pizza. Que ibamos a tener un gran futuro, juntos. Y de un momento a otro, simplemente se esfumó.

Miraba tristemente ambas casas, recostada de la ventana. Pude sentir una mano posarse en mi hombro, era Harry. De pronto, había olvidado que él estaba conmigo.


-Escucha -suspiró. Volteé y lo miré-. No todo está tan mal como tú crees, es importante que sepas que Zayn todavía te ama más que a nada en el mundo, así que no te mintió. Él hizo lo que hizo por amor, sólo queda que tu lo perdones. Pero piénsalo, hizo algo mal, pero lo hizo por una buena razón. Zayn es como Robin Hood, él robaba a los ricos para darle de comer a los pobres, o al menos eso me contó mi prima de seis años -sonrió-. Volviendo al tema, ambos hicieron algo malo, pero lo convirtieron en algo bueno, ¿No? Así que vamos, arregla esto y volvamos a ser los mejores amigos que éramos antes. -sonrió.


Yo sonreí sin mostrar mis dientes, mientras miraba sus ojos, completamente verdes.


-Lo hiciste.


Harry me miró confundido.


-¿Qué?

-Dices que no eres bueno para dar consejos, pero me acabas de decir exactamente lo que necesitaba escuchar, Harry.


El chico sonrió y me dio un fuerte abrazo, uno de esos en los que, con tan sólo tocarte, te dan apoyo, y te dicen que todo va a estar bien. Miré una vez más a la casa de Zayn, divisé mejor cómo se veía por fuera. No me había percatado de que la hermosa casa que yo recordaba no era la misma, estaba más... oscura, literalmente, lo estaba. Los girasoles que Trisha cultivaba con tanto esfuerzo, estaban secos. El césped no estaba en sus mejores condiciones, eso sin decir que una ventana estaba rota. Por un momento, pensé que era la casa de Drácula.

Enamorando a Verónica → zaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora