A la mañana siguiente en la escuela todo iba normal, había visto a Michael por la mañana y tenía vendada la muñeca, al parecer sí que se había hecho daño.
Maldito Luke. El debería estar como si nada, no me lo había topado pero no creo que ni una pizca de remordimiento lo afectará.
En cuento le mencioné a mi amiga Sarah que Luke Hemmings había estado en mi casa, en mi habitación y a menos de medio metro de mi; quiso saberlo todo. Ella estaba vuelta loca por el desde siempre, bueno, al menos desde que la conozco.
-¿Y entonces se sentó en tu cama?-. Estábamos en uno de los pocos árboles que aún quedaban en el patio de nuestra escuela, la mayoría eran podados.
Nosotras aprovechamos y nos dejamos caer junto al tronco para estar en la sombra.
-Si Sarah, y en mi silla también-. Le di una mordida a mi manzana mientras la miraba. Parecía una desquiciada, más de lo normal.
-Mierda, porque yo no tengo tu suerte-. Recargó su cabeza en su mano izquierda y suspiro.
-Si a eso le llamas suerte.....
-Nathalia por favor-. Me rodó los ojos.
Grosera.
-¿Qué? Es que a mí no me pareció nada especial.
A quien quería que engañar, esa noche la respiración me faltó más de una vez y aunque me duela aceptarlo él era mucho más atractivo de cerca.
Tal vez tenga que ver con que él estuviera escondiéndose de alguien lo que lo hizo parecer más excitante.
-Pues tú sabes que para mí sí que lo sería-.La miré a los ojos, solo de hablar de Luke estos ya tenían un brillo diferente. Eso pasaba siempre.
Mire un poco hacia un lado a través de la cabeza de Sarah, ahí estaba Luke; y me miraba. De repente sentí que me ponía del color de lo que me estaba comiendo.
Mierda, espero que no me haya escuchado.
Comenzó a acercarse a nosotras.
No.
-No.
-¿Qué?-. Preguntó Sarah al escucharme hablar sin sentido.
-Hola Nathalie-. Miré hacia arriba y unos ojos azules me veían.
Estaba por responder pero alguien se me adelanto.
-Hola-. Sarah habló.
-¿Tú eres?....- Luke contestó confundido, seguía mirándome a mí.
-Sarah, mucho gusto-. Estiró su mano para estrecharla, Luke seguía con su mirada puesta en mi pero aun así,dudando le correspondió.
-Ah, yo soy....
-Luke Hemmings, lose-. Por primera vez desde que aparecía la miro a ella.
La escaneo con la mirada.
Él sonrió aunque se notaba incomodo.
No Sarah,no. Estás siendo demasiado extraña.
Yo le sonreí apenada y continúe con lo que hacía antes, comer mi manzana.
Durante los siguientes 10 minutos Sarah intentó hacerle platica, no la culpo; esta era su oportunidad desde de tanto de estar con el. Como dije, siempre le ha gustado.
Luke solo contestaba desganado y de vez en cuando me echaba una mirada, intentaba no mirarlo de vuelta pero aun así me resultó imposible un par de veces, ganando un par de miradas asesinas por parte de mi mejor amiga.
El timbre que indicaba el inicio de clases sonó y Luke salió casi corriendo lejos de nosotras. Solo dijo "Debo entrar a clase, adios Sarah." Se limitó a mirarme y no decir nada. Sabía que tendría problemas con mi amiga. Lo amé por eso.
-¿Viste como no ha parado de hablar conmigo en todo el rato?-. Tenía una sonrisa en la cara enorme, de esas que no se ven a diario. Se veía cuento él le gustaba.
-Si, lo he visto-. Me levanté con mi mochila y me recargué ahora de pie en el árbol.
-Y pensaba que tú eras la de la buena suerte.- Traté de formar una sonrisa y luego comencé a caminar a su lado a nuestra clase.
Luke estaba en el pasillo con Ashton, su otro amigo.
Parece que Sarah no lo notó.
Pero yo sí, y el a mi.
Miró a todas partes como cuidando que nadie lo viera y me sonrió.
