Tensberg

Prologo

Arne caminaba unos cinco pasos delante de mi, su torpe paso solo provocaba torpes murmullos de risa que escapaban de mis labios, realmente no podía tomarme enserio esta misión si ese capullo no paraba de mover sus caderas de esa forma... ¿Quién demonios camina así? Mi queridísimo hermano me dio una mirada fastidiada sobre el hombro, y tuve que morder mi lengua para no largar una carcajada.

Llevábamos casi 15 minutos atravesando el castillo por pasadizos secretos y aun no habíamos podido dar con el portal que nos sacaría de Tensberg, comenzaba a pensar que solo era un mito su existencia y nos quedaríamos atrapados en las paredes por mil años. Y créanme cuando les digo que este no es un bello lugar para perderse, la roca de las paredes estaba totalmente llena de moho del cual asquerosas gotas de agua olorosa goteaba. Desde que habíamos ingresado en el pasadizo cinco gotas habían golpeado la punta de mi nariz, y podía sentir como los dedos de mis pies estaban a cada paso mas mojados. Esto era realmente una tortura.

Golpe mi frente contra la espalda de Arne, el cual  sin previo aviso se encontraba detenido frente a mi y no parecía querer avanzar, tenia cada parte de su cuerpo rígido, y pude sentir como los vellos de mi espalda se encrespaban.

¿Has escuchado eso? - su voz sonaba temblorosa y podía ver a través de sus ojos que algo no iba bien.

Espero que esta no sea una broma - intente bromear para calmarlo - y déjame decirte que no de las buenas puedo ver en tu car.. 

Un estruendo me interrumpió a media oración haciendo que ambos pegáramos un salto, el suelo se sacudió y vino acompañado de una llovizna de polvo y piedras proveniente del techo, subi mi mirada para encontrarme con los ojos casi sin brillo de Arne que solo indicaban una cosa... debíamos salir de ahí AHORA.

Debemos irnos, ahora! - gritó 

Y fue suficiente para sentir a mis pies golpear contra las rocas del suelo tan fuerte como me era posible, jamás en mi vida había estado tan desesperada, nuestras manos chocaban contra las paredes intentando llegar al pasadizo de salida aun podíamos sentir los temblores de la superficie retumbar en cada rincón de aquel lugar. finalmente después de varios intentos en vano encontré una puerta y la empuje arrastrando conmigo a Arne, ambos caímos de bruces sobre lo que podía deducir el comedor principal... y digo deducir porque en estos momentos todo estaba oscuro, la luz se había ido por completo y con ella toda la magia de la ciudad.

Pisadas duras se escucharon a lo lejos y pude ver a mi padre correr hacia mi acompañado de un guardia, una bola de luz ardía en sus manos, gracias a esta podía ver perfectamente el miedo en sus ojos. Cuando se encontraba lo suficientemente cerca para oír su respiración un Okia atravesó una ventana helando por completo la habitación. El guardia se preparó para cubrir a mi padre y comenzó a luchar con aquella sombra de ojos rojos que parecía incansable.

Papa! - la esperanza se abrió camino en mi garganta cuando estuvo frente a mi y lo rodee con mis brazos, lo cual no duro demasiado ya que me alejó.

Escúchame Brech, tu eres la unica esperanza de Tensberg, ellos van a matarme tu eres la heredera debes recuperar la luz - me encontraba completamente rigida escuchando cada una de sus palabras.- solo tu puedes lograrlo, olvida todo lo que has aprendido no te servirá, huye hacia el norte. -su mirada busco a Arne- Cuida de tu hermana, sabes lo que tienes que hacer has sido entrenado para este dia, los amo pero deben irse, ahora mismo.

Y así fue como Arne me arrastro fuera de aquel lugar, justo en el momento en que aquel Okia fulminaba al guardia y se abalanzaba rápidamente sobre el cuerpo de mi pobre padre, el cual simplemente se quedo de pie esperando a la muerte tomarlo. El frio de la calle chocó contra mi rostro, pero eso no era un problema para mi, las lagrimas se estaban abriendo paso por mi rostro y yo solo podía pensar una cosa "eres la única esperanza de tensberg."