Las Pastillas Amorosas.

Cap. 1

-Papa... Me voy a casa del tío Juan - dice Esther a su padre.

-Vale pero a las diez te quiero en casa.

- Esta bien. Te quiero. Adiós - Esther le da un beso a su padre y se va a casa de su tío.

En casa del tío Juan:

Esther tenia las llaves de la casa de su tío, hací que entro sin llamar a la puerta.

- Hola, ¿tío?

Nadie contesto.

- A lo mejor esta en la parte secreta de la casa de la casa, trabajando en algún otro invento erótico que sacar al mercado.

El tío de Esther trabajaba como inventor en la empresa erótica más famosa del mundo. El fue quién invento el vibrador por bluetooh, las pastillas aumenta éxtasis, el robot sexual... Etc, etc...

Esther era la única que sabia de lo que trabajaba su tío por que una vez descubrió por accidente la parte secreta de la casa. Era una una puera que daba a la mansión de al lado en la que no vivía nadie y era del mismo tamaño que la suya, que tenia tres plantas.

La puerta estaba tapada por un cuadro gigante que hacia como puerta. Era el camuflaje perfecto, pero Juan se olvido de cerrar la puerta y yo descubrí ese lugar secreto y lo chantajee diciéndole que si no me dejaba para mi la planta que no utilizaba se lo contaría a todo el mundo, y como el no la utilizaba, me la dejo.

- ¿Tío? ¿Estas aquí?

- Si Esther, pasa y mira esto, mi nueva creación.

Yo tenia 15 años hací que no le importaba que viera sus inventos. Alguna vez, cuando veo que hace muchos artefactos del mismo invento, le robo alguno. Si no es defectuoso claro. Tenia una maldita planta enorme de seis habitaciones enormes con un salón gigante, ¿quien me iba a pillar si mi tío estaba muy ocupado con lo suyo y nadie más conocía esa entrada?

- Voy a revolucionar la parte del mercado sexual y erótico con mi nuevo invento.

-¿Que has creado ahora guarrillo? - Le dije con cara de sabionda.

- Jajaja, te vas a quedar loca.

-¿Y para volverlo más expectacular tenias que taparlo con una sabana para que cuando digas lo que es lo destapes como si fuera una película?

-¿Y que? ¿Algún problema?- Dice entre risas.

- Anda, callate y enseñame ya tu creación.

- Mira y alucina.

Cuando quita la manta hay una bolsa de plástico con unas pastillas que tenían buena pinta ya que eran de color azul marino y soltaban un olor a menta.

-Jajaja... Tío, siento decepcionarte pero las pastillas de menta ya estaban inventadas.

- Pueden parecer unas pastillas normales con un sabor de menta, pero estas pastillas están conectadas entre si.

- ¿Conectadas entre si? - Lo mire extrañada

- Te lo voy a explicar. Dos personas se toman una pastilla cada una.

- Sí.

- Y esas personas están cada una en su casa.

- Sí.

- Sí una de ellas, en veinticuatro horas, se da un orgasmo, este a veinte kilómetros de la otra persona, y la otra persona no hace nada, ambas van a sentir un orgasmo. Pero no uno cualquiera, si no como si fueran dos orgasmos a la vez aunque solo lo esta haciendo una persona. Y si se la toman tres, cuatro, cinco... 30 o las que sean, mientras sean del mismo paquete, el orgasmo se va a multiplicar por el número de personas que se hallan tomado la misma pastilla.

- ... ¿Hola? ¿Tu sabes lo que acabas de crear? ¡Eres el putisimo amo! - Le dije con alegría ya que sabía lo que le iban a pagar por esas pastillas.

- ¡Ya lo se! Y lo mejor de todo es que ya e creado 13 bolsas.

- ¿Y ya sabes si funcionan?

- Sí - me dice guiñandome un ojo.

- Esta bien... No quiero saber como lo has probado.

- Tu te lo pierdes. ¿Quieres probar una? Saben a menta, yo me comi una de otra bolsa.

- Pero aunque sean de distintas bolsas, ¿no están todas conectadas entre si?

- No, cada bolsa tiene un patrón diferente. Si yo me tomo una de una bolsa, no estaría conectada a las demás bolsas.

- A bien, pues dejame una ya que saben a menta.

- Toma, aquí tienes.

- Mmm... Si saben a menta. Voy a abajo a mi planta.

- Esta bien. Yo sigo trabajando.

Mientras bajaba, se me ocurrió una idea muy loca.