CAPÍTULO 6

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En Toronto, Sam esta contándole la conversación que había tenido con Jack a Rita, sonriendo satisfecho porque no podía haber previsto nada mejor que se quedaran varados e incomunicados.

—Sam, pero de verdad dime, como notaste a Jack. Yo le conozco y no puede estar mucho tiempo inactivo, se sube por las paredes.

—No sé cómo estará, solo te diré una cosa, y creo que con ello entenderás que algo está pasando.

—Me estas poniendo de los nervios, dímelo ya Sam.

—Jack cuando se refirió a ella, la llamo Kathy.

Rita puso los ojos como platos, nunca en los cinco años que llevaba Kathy trabajando en la empresa había escuchado a Jack llamarla por otro nombre que no fuera el suyo. Siempre era Katherine esto, Katherine aquello. Sam tenía razón, algo estaba ocurriendo si Jack la llamaba Kathy.

—De corazón espero que esto sea lo mejor, aunque como bien has dicho de todas maneras ella se marchara a finales de mes.

—O quizás no. —dice Sam con una sonrisa de oreja a oreja.

Jack no sabe cómo enfrentarse a Kathy después de lo que ha pasado, además de eso, está el hecho de que la desea intensamente. Sabe que debe comportarse y evitar que ocurra nada entre ellos, él no es de los que se comprometen y ella es una mujer que se merece algo mejor que un hombre sin sentimientos como él.

Decidido a que no vuelva a ocurrir nada entre ellos, sale del baño y va a buscarla para salir a comer algo. Cuando llega al salón se la encuentra sentada esperándole, se había cambiado de ropa y recogido el cabello en un moño. Cuando lo ve, ella se levanta y sin mirarlo se dirige hacia la puerta, recoge su abrigo, el gorro, y los guantes. Una vez preparada, se gira hacia él. Lo mira a los ojos, Jack nota en su mirada la tristeza, no sabe que decir.

—Kathy, yo…

—No digas nada Jack, por favor. No intentes buscar escusas, paso y ya está. Somos adultos, no quiero hacer una tragedia de esto.

A pesar de sentirse dolida, Kathy no quiere lastima por parte de Jack, no lo soportaría.

—Entonces, vayamos a comer algo y aprovechemos para dar un paseo y estirar las piernas.

Ella asiente con la cabeza y abre la puerta, salen al frio de la calle y caminando se dirigen al mismo lugar donde comieron ayer.

Los recibe la misma señora que les atendió ayer, les sonríe y les acompaña a una mesa apartada.

—Buenas noches, les gusta esta mesa o desean otra.

—Esta es perfecta. —contesta Jack.

—Disculpen el atrevimiento, mi nombre es Jane, soy la propietaria del lugar. Según tengo entendido se quedaron varados con el coche.

—Si, tiene una avería y hasta mañana por la tarde o pasado no podremos marcharnos.

—Bueno pues mientras están aquí, pueden tomárselo como unas vacaciones de enamorados.

Ambos se miran y se sienten incómodos por la situación, pero Jack decide dejarle claro a la señora que no son pareja.

—Disculpe Jane, pero nosotros no somos pareja. Estábamos de viaje de negocios cuando nos se nos ha averiado el coche. Ella es mi secretaria, teníamos una reunión importante en Edmonton que hemos tenido que aplazar por este contratiempo.

La señora se queda mirando a Kathy, se da cuenta de que esa mujer está profundamente enamorada de su jefe. Lástima que él este ciego, los hombres son unos tontos que no saben ver lo que tienen a mano; piensa Jane.

AMOR SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora