La sustituta

Dicen que todas las personas nacemos por una razón, que tenemos un objetivo en este mundo, pero yo no me siento así, no creo hacer parte de ese objetivo, solo soy alguien más divagando entre tanta gente, soy una sustituta.

Desde pequeña me he sentido fuera de lugar y he intentado poder encajar, pero la esencia de mi ser no me lo permite. No soy ni quiero ser como los demás y creo que por esta razón mi presencia no les interesa, como ya lo dije, para ellos solo soy una aparecida sin importancia alguna, y yo, me he creído tanto esto que asumí el papel de sustituta.

Pero... a todas estas, ustedes creerán que estoy loca, y de seguro no entienden a qué me refiero, intentare explicarles un poco, y espero hacerme entender.

Ser la sustituta significa ser la sobrante, o la última opción, ser un "objeto "ante los demás el cual utilizaran para su favor, suena cruel ¿no? Pero, no es tan malo como parece, porque al haber estado tanto tiempo sola, es bueno sentir que tan siquiera por un momento, puedes llegar a ser útil para alguien, y en ese pequeño momento, tal vez, encuentras un sentido a tu vida.

Esto es un arma de doble filo, porque, en busca de la felicidad de las personas que quieres y aprecias aun sabiendo que muchas veces ellos no sienten lo mismo por ti, eres capaz de causarte daño y sacrificarte por ellos, y aun peor, en el momento en que esas personas te cambien o abandonen, te sentirás vacía, y tomaras malas decisiones en medio del desespero, como las que yo tome.

Entiendo que aun diciendo esto sigan creyendo que estoy loca, ¿y cómo no hacerlo? Si están leyendo mi carta de suicidio, mientras muy probablemente envuelven mi cuerpo frío e inservible que se encuentra tendido en el piso.

Y aunque sé que a muy pocas personas le afectara esta noticia, no quiero que lloren, porque en estos momentos mi alma se encuentra en paz, y por fin puedo dejar de ser "la sustituta".