Al pasar los días Max seguía con aquella actitud, ya muchos ni pensaban en molestarlo por el miedo de ser golpeados, pero aún así habían un par de personas que continuaban con aquellos juegos.
-- Hey Max! --lo llamé y el me miró inmutable.
-- Que quieres? --preguntó luego de unos minutos de darse cuenta de que no me iría.
-- Pues... Conversar --le sonreí, el solo suspiró cansado.
-- Y de que deseas hablar? --comenzó a caminar y yo comencé a seguirlo.
-- Pues, que pasa con ese cambio de actitud tuyo a que se debe? --me miró fríamente y suspiró irritado.
-- Quieres que te mate? --se volteó hacia mi, dándome un golpe y lanzándome a la pared.
-- Au... --le miré y el sonrió burlón-- Realmente eso dolió, pero no soy tan débil como lo paresco, sabes? --el comenzó a reírse a carcajadas, lo miré sin entender.
-- Sonaste como el héroe de un anime cliché! --mi rostro se volvió rojo con ese comentario y el al ver eso comenzó a reírse con más fuerza-- El héroe tomate! --rió-- Nos rescatará a todos con sus poderes de sonrojo! --rió, en ese momento me levanté y con todas mis fuerzas lo golpeé en el rostro con una patada, el cayó al piso y me miró molesto, pero antes de que pudiera siquiera decir algo lo golpeé con mi pie nuevamente pero esta ves en la cara.
-- Que divertido... --respondí cabreado, sentándome en sus piernas y golpeando su rostro consecutivamente con mis puños-- tan divertido... --dije despacio, mientras que Max continuaba recibiendo aquellos golpes sin poder defenderse ante ninguno, poco a poco su conciencia se iba perdiendo, y una herida se había formado en su labio, dando a ver un fino hilo de sangre que caía desde su boca hasta su mentón.
-- P...para --suplicó. Que patético...
-- No quiero parar, has que pare, aún que no creo que puedas hacer eso... --el cayó inconsciente. Mi enojo disminuyó un poco, pero aún así seguía cabreado.
Llevé a Max a la enfermería, lo malo es que pesaba demaciado, así que tuve que llevarlo arrastrando, lo malo es que también se me cayó mientras bajábamos la escalera, rodando y quedando peor de como lo dejé.
-- Ups... --al momento de dejarlo en una de las camillas de la enfermería curé sus heridas con cuidado, después de un rato despertó y me miró asustado.
-- Para ser pequeño, golpeas bastante bien... --murmuró, con una sonrisa pequeña-- me agradas... --
Lo miré extrañado-- Eres masoquista acaso? Sabes que te golpeé hasta dejarte inconsciente y te agrado por eso? --el sólo rió burlón.
-- Claro que no es por eso, es por que pudiste hacerme recapacitar --me sorprendí y le sonreí.
-- Eres alguien extraño lo sabias? --ambos reímos, con completa confianza.
Los días pasaban, y se podía decir que ambos eramos buenos amigos, casi siempre estábamos juntos, él me contaba cosas de su vida, y yo cosas de la mía, pero obviamente omitía partes, claro, ambos sabiamos que algunas cosas no podíamos contarlas hablando mucha confianza o no.
Pasó alrededor de un mes desde que había peleado así con Max, era un día bastante helado, las nubes tenían la apariencia de querer llorar en cualquier momento, estábamos en la parte de atrás de la escuela, era un lugar bastante complicado de encontrar muy pocas personas sabían de ese lugar, entre ellos estamos Max, una chica bastante reservada y yo, bueno entre otros pero nunca los e visto.
Como era de esperarse comenzó a llover, Max y yo fuimos obligados por la lluvia a entrar, ninguno de nosotros quería, ya que nos tocaba con un horrible profesor de biología. Pero antes de poder entrar a la escuela un chico nos detuvo.
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Uke sensei (Yaoi/Gay) [Lenta]
Novela JuvenilHaru es un chico de 17 años, un día cuando esperaba la aburrida clase de historia no llego la misma profesora de siempre, si no que llego un "uke sensei"