Aquí otra otra pequeña historia
Los risos de Margaret siempre fueron exquisitos, aunque todo en Margaret era así. Exquisita hasta en su manera de comer, lo cual ya es mucho decir. Tenía una mente brillante, ojos penetrantes, labios perfectos y un secreto que de vez en cuando, se asomaba en su mirada... Maldito secreto, siempre se metió entre nosotros, yo pude amarla y cuidarla... Pero no, eso siempre fue más importante que yo, más importante que todo lo demás. Ella no parecía necesitar amor, solo quería salirse con la suya con aquel misterio suyo, siempre tan callada y cuidadosa, temiendo que la verdad se le saliera por la nariz, junto con aquel sangrado constante que yo solo veía en sueños. Pero nunca salió, jamás, ni una sola gota de verdad. Ella solía decir: "No estas enamorado, esto no es amor", jamás la entendí, pero vaya que la amé... Mas yo quería saber, tenía que saber lo que se ocultaba detrás sus sonrisas perfectas y de sus palabras estudiadas, y tomé el riesgo; La segui durante meses, pero jamás obtuve nada, ni siquiera me era infiel, y dudo que tuviera remordimientos. No había nada en ella, aparentemente todo era simple palabrerio y creencias mías, una fantasía creada por mi imaginación; No era yo quien no la amaba, era ella que no me amaba a mí, pero no podía quedarse así, no podía tener razón, tenía que saber lo que era el amor de verdad, lo que yo quería ofrecerle, pero se negaba. Entonces decidí demostrarlo. La tomé por sorpresa una tarde, literalmente la tomé. La aferré contra la puerta y la vi sudar, por fin me miraba y no me refiero a la mirada que me dirigía al momento de intimidad, me miró como persona por primera vez. Susurró algo que no logré entender, quizás eran suplicas o confesiones desesperadas, pero en este preciso momento ya nada me importaba, yo está a punto de descubrir todos los secretos bajo su sedosa piel blanca, y cuando sus ojos empezaron a desfallecer a causa del sangrado de su cuello largo y misterioso... Sentí que por fin era alguien para la chica que era todo para mí... Y tal vez no era la mirada que siempre estuve esperando, aquella cariñosa y verdadera, pero ya no me sentía como un objeto... Y tal vez no obtuve las palabras que tanto deseaba, tal vez no obtuve su amor, pero cuando su sangre bañó mis manos, sentí que en ella se encontraban todos los secretos del mundo... Entonces entendí que el secreto que Margaret me había estado ocultado a lo largo de nuestra relación, era ella sólo sería mía estando muerta, y con ella muriendo lentamente en mis brazos, lo entendí todo, llegó a mí como tornado de verdad, implacable y envolvente... Y cuando mi sangre se juntó con la de ella, sentí que ahora, no existía nada en el mundo que pudiera separarnos el uno del otro, éramos uno mismo, juntos, en el suelo de madera sangrienta de nuestro apartamento, con lágrimas de felicidad saliendo por mis ojos como lluvia, era un éxtasis exquisito, aquella sensación que tanto estuve anhelando... Éramos eternos. Invensibles... Éramos amantes..
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Mini Historias
Teen Fictionacá encontrarás pequeñas historias como les digo no son mías pero me pareció que lo mejor sería ayudar a una amiga mía muy cercana ella se llama Celeste estas son sus historias no mías todo copy y right será con sanción así que vamos a ello.