Cambio de Roles.

17 - ¿Cómo podría dejarlo atrás?

Nuevamente a la rutina. Me he dado cuenta de que mi vida ha cambiado para mal en estos tiempos. Siento que no puedo seguir adelante, es decir, si puedo pero me cuesta. Tengo el apoyo de Mangel, siempre lo tuve, y ahora tendré que ir con los chicos. Es extraño porque no quiero estar con ellos y antes moría por estar un minuto en grupo.

¿Qué nos ha pasado? ¿A caso estamos creciendo?

Siempre veía a mi madre ocupada en sus cosas, en sus problemas, dejando atrás a sus amigas y su juventud. ¿Será parte de la vida perder la etapa más valiosa? Obviamente, algo queda, pero siempre es poco. En mi caso ya he perdido a ____, Samuel y Guillermo ¿Alguien más se apunta?

Cogí una sudadera y me dirigí a casa de Mangel. Allí estaba Alex, con el que ya no compartía nada. Cheeto, él ni siquiera me habla. Luzu estaba preparando todo para su boda ¡He allí la muestra de cuan cambiado está todo! Luzu por casarse... Joder. Los dos se limitaron a saludarme secamente, yo traté de parecer indiferente.

Mangel trajo cervezas, yo cogí una y tomé un trago. Me interrumpieron mientras bebía.

- Pensé que te habías vuelto santo o algo de eso – habla Alex. Lo miro sin comprender.

- ¿Disculpa? –

- ¡Disculpa! – Tira una risa repitiendo lo que yo había dicho de una forma burlona – Mangel, saca a este don señor de aquí –

Eso fue como una patada en el estómago. Me pregunté si el hombre que me estaba diciendo eso en realidad era Alex. Fruncí el ceño desconcertado, Mangel suspiro, Cheeto retiró la vista.

-Deja de decir tonterías – me defendió mi mejor amigo.

- ¡Por Dios Miguel Ángel! Tu y yo sabemos que él ya no encaja aquí – insistió en su reclamo. Sentía como de a poco las piernas me fallaban al escucharlo hablar así. De verdad, alguien tuvo que hacerle algo para que esté así. - ¡Se fue a Noruega para "crear una vida nueva"! – Hizo comillas con los dedos – Como si nosotros solo fuéramos basura, ¿A caso no valíamos como parte de su vida? –

Bajé la mirada y traté de levantarme como pude. Mangel seguía defendiéndome pero yo solo escuchaba la voz de Alex. Es como si mi mente solo estuviera diseñada para escuchar lo malo.

- Antes lo comprendía, pero ahora ¡Que le den! – caminé hasta la puerta, Mangel me detuvo - ¡Ni un puto mensaje! Solo se hablaba con la idiota de ____ mientras que el Don Señor tenía novia ¡La cual olvidó mencionar a sus "mejores amigos"! – volvió a hacer comillas con los dedos.

Solo retuve tres palabras... Idiota de ____. Mi sangre hirvió y me dirigí a él con total cabreo. Le llevaba mucha altura, claro está, y mi ceño fruncido lo hacía intimidar. Apreté mis puños y quise golpearlo pero no sería tan hijo de puta como él.

- No vuelvas a llamarla así – fue lo que pude formular – Ella no tiene la culp...

- ¡¿Qué?! – gritó - ¡¿Ibas a decir que ella no tiene la culpa?! – tiró una carcajada y dio dos pasos hacia atrás - ¡Ella es la causante de todo esto! ¡No me jodas! Y es a la primera que recurres –

- Es mi única opción después de que vosotros viajarais dejándome con una tía que no sabía manejarse ni a ella misma. Por cierto, felicidades por los cuatro millones – lo último lo había dicho mirando también a Cheeto - ¿Y tus lágrimas aquel día? ¿Dónde quedaron? –

- En ese momento era tan gilipollas para seguir apoyándote y te dejamos con ella porque estás solo, no tienes a nadie. Tus seguidores te odian, tus amigos también, ni si quiera madre tenías en ese mom...