Instituto Whashton

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Narra Amy:

Me encontraba empacando mis cosas para mudarme de hogar, todo porque no logro encajar en ningún instituto de mi pueblo, por no encajar prácticamente en mi pueblo y ser una carga para mi madre

-hija... ¿era necesario?-la veo apoyada en el marco de mi puerta y ruedo los ojos

-la verdad, es mejor, ya podrás pasar tu tiempo libre con tu hijo y con Carl-tomo mi maleta ya lista y algunas de las cajas, mi mochila y bajo a la primer planta, mi padre me espera fuera del auto y me ayuda con las cajas, al terminar no me despido de mi madre y me subo al auto, ella no me quería, de algún modo me dolía pero no estaba con mi orgullo ser amable con ella, me pongo mi capucha y los audífonos para cerrar los ojos mientras la canción "take a bow, de Rihanna" suena por mis oídos

Respecto a mi padre, se separó de mi madre porque ella le engañó, nunca hice una relación linda con él, pero me llevaba mejor con mi padre que con mi madre, eso era seguro, el porqué me voy de este pueblo es porque me expulsaron de todos los institutos y siempre me agarraban y me mandaban a prisión por... bueno, bromas en las calles y no seguir las leyes

-¿tienes hambre?-me pregunta mientras conduce

-si... bastante-miro hacia delante-¿cuánto falta?-me estiro por mi mala postura y él sonríe

-casi dos días-me atraganto con mi propia saliva que por cierto no producía, mi boca estaba seca

-bromeas, ¿verdad?-lo miro con la boca abierta

-cierra la boca, se te meterá un insecto, oye, por mientras viajamos a tu nuevo hogar es mejor que te vayas acostumbrando a las cosas grandes-me mira sonriente

-¡papá!-hago una mueca de desagrado arrugando mi nariz

-no es mi culpa que malpienses todo-empieza a reír y apago mi celular, llegamos a Mc Donald's y comimos, no pude creer que me hubiera traído a un lugar como este

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Al llegar mi padre me sacudió el hombro y abrí mis ojos para ver el lugar, una casa bastante grande, no era una mansión pero tenía un tamaño muy grande y amplio, una mini mansión diría yo, frente a la playa, era hermoso, pero el calor era insoportable

-pensé que vivías en una bagoneta y comías siempre fuera, que no tenías vida-bajo mi mochila y me adentro a la mi nueva casa

-gracias, que amable-entre ambos bajamos mis cosas y me guió a mi nueva habitación, era amplia y de paredes blancas, una amplia cama matrimonial, tres puertas, una que daba a un armario gigante, un cuarto de baño y bueno, la última puerta, la entrada de mi habitación, tenía una alcoba amplia con vista al mar y a la ciudad, era de unas tres plantas con muchas habitaciones

-¿vives solo?-pregunto tirándome cansada a la cama de mi padre

-pues hasta ahora sí-se tira a mi lado

-¿alguien trabaja para tí?-pregunto

-bueno, está Henri, está Martha y Kachita, la cocinera-aclara-a sí, está Bruno, el perro, es un labrador, tiene 4 meses, es tuyo, quería darte un regalo de bienvenida... pero no sabía que te gustaba-se encoje de hombros dándome una caja con un perrito de 4 meses labrador y un collar con un hueso y su nombre grabado, se llama Bruno

-papá, creo que habrá que comprar más ropa si quieres que mi armario esté lleno-me levanto y veo por la ventana, él estaba una planta más baja que yo y bueno era grandioso el lugar, tenía una piscina gigante, el patio trasero era grande, toda la casa era grande

-bueno, apenas son las 5:40 a.m, entras a tu nuevo instituto a las 7:00 a.m-dice viendo su reloj de mano, lo miro seria

-¿debo ir?-pregunto con súplica de cachorrito

-hoy inicia el curso, si no vas hoy no te aceptarán, es el mejor instituto del lugar, quiero que la pases bien aquí... tu madre me dijo que bailas, ¿que bailas?-dice comiendo una manzana

-bailaba-empiezo a jugar con Bruno

-¿porqué lo dejaste?

-bueno... el ballete no es lo mío, tal vez sí, pero la maestra me odiaba y bueno no me va... lo dejé hace años... de echo, lo dejé cuando te fuíste de casa-muerdo una manzana y mi padre se queda con la mirada perdida

-¿puedes volver a bailar? nunca te fuí a ver a nada, siempre estuve aucente, quiero que hagas algo que te guste y yo pueda ir a apoyarte-me mira con tristeza por lo primero

-mmm... ¿tiene que ser ballete? digo... hay muchas cosas que yo hago, como cantar, o tocar la guitarra y el piano, también me gusta boxear o jugar al fútbol, al basketbol, ¿debe ser ballete?-mi padre niega

-lo que tu quieras, lo que te haga feliz-me besa en la frente y me dice que me aliste

Me desvisto y me adentro a la gran ducha, abro el grifo y dejo caer el agua, escucho algo raspar mi puerta y los aullidos de Bruno, me termino de duchar, después de abrirle y tomar una toalla y envolverla en mi cuerpo, otra en mi cabello y buscar en mi maleta un jeans de chico que me quedaba gigante y una camiseta básica blanca pegada a cuerpo resaltando mis curvas, no tengo mucho pecho pero tampoco soy muy plana, mi autoestima es bastante alto, me suelto el cabello y me hago una trenza de medio lado desordenada y mal hecha, agarro mi mochila y saco toda la ropa y meto algunos libros y cuadernos, una cartuchera con lapiceros y bueno todos los materiales que debería tener, me pongo una gorra hacia atrás dejando dos mechones sueltos a los costados de mi rostro, me puse un brasalete y un collar delgado y poco llamativo de una flecha, me puse accesorios en las orejas de una pluma en mi oreja izquierda y en la otra un accesorio pequeño, pero tenía mi piercing (no sé como se escribe jiji) en esa oreja y bueno, allí lo dejé, salgo y veo a mi padre en su pijama, no se había alistado tomando su café

-pa-le llamo, este me mira de pies a cabeza

-raro estilo-sonríe y nos vamos a mi nuevo instituto-debes ir por tu horario a la dirección

-¿no me dijiste que hoy inician el curso?-pregunto tomando mi mochila

-¿yo dije eso? lo hice para que no faltaras-arranca el auto y cierro la puerta, este se va y yo camino a paso firme hacia ese edificio, los pasillos inundados de personas y la campana al sonar, llegué después de correr como una loca a la biblioteca y pregunté por la dirección y la puta vieja me dijo que iba en dirección contraria, así que volví a correr y llegué, llamé a la puerta y la secretaria me atendió

-puedes pasar querida-al entrar un hombre de cabellos canosos y lentes me mira

-usted debe ser la señorita Larrence-afirma viendo un expediente

-es correcto

-puede irse a clases-no dije otra palabra y salí de ahí, no sabía que clase me tocaba solo caminé por el instituto con la suerte de encontrarme algo que me sirviera

Porque de ahora en adelante estaría aquí... en el instituto Whashton...


¡Es La Guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora