[COMPLETADA]
Seguramente para muchos regresar a la universidad no es algo que les emocione mucho, las tareas aumentan, los proyectos son más laboriosos y más situaciones emocionantes se presentan en Duxston, una universidad al norte de Nueva York. A...
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Michael había llegado al departamento a eso de las 8pm, la bebé seguía dormida y Linda estaba haciendo un emparedado cuando sintió unas grandes manos rodeando su cintura.
—Hola amor— giró para ver a Michael y puso ambos brazos alrededor de su cuello y lo besó
—Hola cariño, siento llegar hasta esta hora pero mi ex-profesor me habló sobre algunos problemas que está teniendo con su esposa, necesitaba que lo escuchara.
—No te preocupes, supuse que llegaría a esta hora— Michael sonrió —¿Sabes? creo que no te lo había dicho pero tienes... No sé, como un don que hace que las personas sientan que sus preocupaciones se irán con tan solo saber que los escuchas.
—¿En serio crees eso?— le preguntó
—Si, bueno... Yo soy una de esas personas— sonrió tímida
—Oh, mi amor— la abrazó por un largo rato
—Michael debemos hablar de algo muy importante— lo miró intensamente
—¡Estás embarazada!— se adelantó
—Am... no aún no, no seas impaciente— rio
—Pero si tendremos más hijos ¿Verdad?— preguntó esperanzado
—Claro que si pero no me cambies la conversación y escucha— Michael la miraba atento —Ya sabes que voy a regresar al trabajo el lunes, pero el problema es que mis horas de trabajo cubren casi todo el día y no voy a poder cuidar de Trisha; Genevieve también trabaja las mismas horas que yo, tu mamá ya es una persona mayor y no puede cuidarla todos los días por mucho que la quiera y tú llegas de trabajar como a esta hora; no puede quedarse sola y--- la interrumpió
—No había pensado en eso... ¿sabes qué? Voy a tratar de acortar mis horas y mi agenda.
—No me dejaste terminar.
—Lo siento, continúa.
—Hoy vino Gen a verme, le platiqué lo mismo que a ti y me dejo que Dalila, la chica de recepción del hospital renunció, no sé por qué, y está buscando trabajo, creo que es de fiar.
—No lo sé Linda, sabes que no me gusta que gente extraña esté cerca de mi hija, ni siquiera sé quien es.
—En ese caso podemos invitarla a almorzar, así sirve que la conocemos mejor y ella a nosotros y a la bebé.
—... De acuerdo, pero si no me agrada no la volverás a buscar.
—Si mi amor, gracias— lo abrazó y lo besó, poco a poco el beso pasó de tierno a apasionado —Mike... espera.
—¿Qué ocurre? ¿Te sientes bien?
—Si, es solo que por qué no mejor nos esperamos hasta la Luna de Miel— puso las manos en el pecho de su novio
