El destino de las almas

Hay gente que no cree en las cosas paranormales hasta que tienen la posibilidad de ver, escuchar o simplemente sentir algo que se escape de toda racionalidad puede que tarden en creer por completo lo que están presenciando, Alice era una de esas chicas, nunca durante sus 24 años creyó nada que no pudiera ser demostrable y baso siempre su vida en ello. Tuvo muchos problemas cuando su novio le condiciono el casarse a hacerlo por la iglesia católica, ella encontraba una estupidez todas las religiones existentes, pero debido al inmenso amor que le tenia acepto y a la fuerza asistió a cada una de las sesiones hasta ser aceptada para casarse

Luego de estar 4 años juntos y decidir mutuamente que ya era hora de unirse de forma social, aunque el cambio no sería mucho pues ya llevaban un año viviendo juntos en un pequeño departamento en la capital.

- pero... ¿Cuál va a ser la diferencia cuando estemos casados? Solo es un papeleo – Alice estaba completamente en contra y llegar a la decisión fue una odisea para su novio.

- pero simboliza nuestra unión, nuestro amor eterno, sabes que siempre he respetado tu escepticismo pero esto es algo importante para mí, el matrimonio no puede ser solo por un papel que sirva para nuestros hijos en el futuro.

- sé que es importante para ti, pero sabes que no sigo ninguna religión y para poder casarnos cómo quieres tendré que ir a esas sesiones matrimoniales y no quiero.

Richad dejo de comer y se levanto sin decir nada la dejo comiendo sola, sabía que no llegaría a nada había cosas en las que ella era demasiado testaruda para mirar más allá de lo que a ella le gustaba.

Pero a diferencia de todas las otras veces Alice fue al cuarto y aunque dudo en entrar tomo aire, mirando a su novio con resignación.

- está bien, solo asegúrate de conseguir algún lugar en donde lo hagan de forma intensiva, no quiero tener que soportarlo mucho tiempo.

El solo sonrió y corrió a abrazarla, agradecido porque después de todo que ella estuviera haciendo un esfuerzo así era la mayor muestra de que lo amaba, claro está, viniendo de ella.

Aunque acepto, su cara no fue la mejor cuando se dio cuenta de lo que ello significaba, al asistir a una de aquellas secciones una semana después, ya sentía arrepentimiento, tener que ocultar todo lo que pensaba era algo que no sabía si podría soportar.

- bueno y como saben, las parejas en estos días se divorcian nada mas casarse, esto es porque no tienen una relación prematrimonial adecuada, la actividad sexual comienza mucho antes, conviven muchos años antes de casarse, y claro esta no forman una familia como debería ser.

- eso de debe a que no son devotas, solo se divierten con cosas banales como el placer – dijo una señora sentada no muy lejos de Alice.

- ¿el placer es algo banal? – real mente no tenía pensado que la escucharan y había sido un comentario solo para su novio, pero lo dijo en el preciso momento en que todos guardaban silencio así que decidió continuar, después de todo tenía que soportar todos los disparates que decían, pero que hablaran cosas descabelladas era otra cosa que no podía tolerar.

- claramente, dios no nos hizo para vivir del placer, nuestro cuerpo no está destinado a eso, sino mas bien a la procreación.

- pero aun así siente placer al hacerlo ¿o no? – tuvo ganas de agregar algo al notar la cara de espanto que la señora puso, pero pensó que atacar la capacidad de satisfacerla de su esposo no era lo más apropiado- creo que la razón de los divorcios es más bien la ajetreada vida que se lleva actualmente, no creo que la sexualidad tenga mucho que ver en ello.

La discusión podría haber seguido por mucho pero la persona que estaba a cargo de las charlas intervino y puso un punto medio intentando satisfacer a ambas mujeres que eran contenidas de comentar algo más por sus respectivas parejas.