Capitulo 21

8.3K 327 22
                                    

 POV Camila

- ¿Por qué no me lo habías dicho antes? – le pregunté frustrada.

– Debía pensarlo antes, Camz no es algo para tomarlo a la ligera, esta chica estaba amenazando con quitarse la vida – me explicó tomándome de los brazos.

– ¿Y qué es lo que ha dicho tu padre? – pregunté tratándome de controlar, aun no podía creer, sabía que la tenía amenazada.

– Quiere que viaje a Puerto Rico y hablarlo mejor con mi madre – me respondió.

– ¿Te irás?, no quiero que te vayas – le dije, en este punto ya no me importaba nada, solo quería estar con ella.

– Si quiero estar contigo sin que nadie se entrometa, debo hacerlo – dijo acercándome a ella, ya la extrañaba, esa semana solo nos pudimos ver un día, porque desde que regresamos del viaje Natalia no se le despegaba de encima.

– Este bien – le sonreí dándole luego un beso.

– ¿Y Verónica? – preguntó dejándome desubicada, por momentos se me olvidaba la fachada que tenía con mi amiga.

– ¿Vero?, está bien, ¿porqué? – le pregunté extrañada.

– ¿Si?, no sabes cuánto me alegra que esté bien – dijo sarcásticamente separándose de mí.

– ¿Qué pasa? – pregunté extrañada.

– ¡¿Camz?!, creo que llevo una semana sin dormir solo pensando que viven juntas y... – se detuvo antes de decir la idea completa.

– ¿Y? – le pregunté, me divertía en el fondo que pensara todas esas cosas, era para mí, un deleite personal.

– ¡¿Y?¡, ¿estamos practicando el cinismo hoy que no me di cuenta? – me preguntaba irritada, me encantaba ese acento que tenía y como se escuchaba cuando preguntaba algo y aun mas si estaba irritada con el plus que estaba celosa, lo que hizo que sonriera. – ¡Ah!, pero por lo visto a ti te encanta, que tarada que soy ¿no? – continuó diciendo, creo que no me cansaba de verla así.

– Laur te dije que no pasaba nada, ¿puedes relajarte? – respondí tratando de calmarla.

– Entonces, ¿por qué no la dejas?, te juro que no aguanto más, mi imaginación me tortura cada vez que pienso que tú estás con ella – dijo abrazándome, estaba como una niña pequeña.

– Si, igual que me tortura la mía cuando estás con Natalia, pero ya ves – le respondí, respire hondo, sabía que si continuaba hablando de ella terminaría por molestarme.

– No sabes cuánto deseo que sea la próxima semana, para poder irme y ponerle un fin a esto – dijo mirándome a los ojos. Creo que nunca ansié más una fecha que esa, la ansiaba más que navidad cuando era pequeña.

Luego de quedarme un rato mas con Lauren, me devolví al apartamento, Sofí había regresado a casa, la extrañaba mucho. Desde el festival en la playa Vero comenzó actuar de manera extraña, cada vez mas ausente, siempre que intentaba hablarle sacaba cualquier excusa para irse, lo cual me tenía el mundo para arriba, la necesitaba, quería hablar con ella, necesitaba verle sonreír o decir cualquier estupidez. Pasé un par de días tratando de entender su actitud y cada una de mis explicaciones lograban solo hacerme sentir peor, mi conclusión era que la había asustado o que le había parecido tan repugnante lo que habíamos hecho que no toleraba ni verme. Tenía entendido que cuando una amiga le dice a la otra que es gay, muchas veces la otra no reacciona bien y tiende a alejarse por qué no lo entiende o simplemente no lo comparte. Llegué a sentirme hasta idiota por llegar a pensar que cuando me besaba lo hacía en serio, me sentía culpable, quería a mi amiga de vuelta. – ¿Podemos hablar?– dije sin pensar cuando la presencia de Vero interrumpió mis pensamientos.

Descubrir (Adaptación Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora