Cap. I

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El pequeño Tomlinson se encontraba jugando en su habitación. Con tan solo cuatro años se sentía diferente, raro. Deseaba tener lo que su madre tenía. Pecas.
El chiquillo frente al espejo de su cuarto, donde se ve cada día cuando se va a la escuela. Ese día era sábado. Su madre estando abajo en la cocina preparando un delicioso pastel de carne.
Louis tomó el pequeño pincel con su manita, teniendo en la punta un poco de pintura café, sacada de las acuarelas que su abuela le había regalado. Acercándose un poco más al gran espejo que, comparado con su cuerpo; era inmenso. Afirmó su agarre en el pincel, lo colocó a milímetros de su rostro para luego de soltar un suspiro su piel ya tenía una pequeña manchita café, que lo hizo sonreír. Haciendo más de esos pequeños puntitos, llenó sus mejillas. Esperó a que secaran mientras sus manos se movían extendidas de arriba a abajo, abanicando su rostro.
Pasó sus dedos sobre sus cachetes, que al verlos sus huellitas habían corrido el color manchando su piel. Triste y casi derramando lágrimas caminó hasta su baño subiendo el pequeño banquillo bajo el lavabo. Enjuagó su rostro y miró hacia enfrente, viéndo el espejo que muy apenas podía ver sus ojos.
No rindiéndose tan fácil fue hasta la habitación de su madre llegando al tocador empezó a ver detenidamente el contenido encima de el. Perfumes, cremas, brochas, labiales y más. Decidió abrir el primer cajón del mueble. Encontró ropa.
Su mano se adentró y su tacto percibió algo. Lo tomó y lo sacó.

"Condom flavored strawberry."

La caja era rosa llena de fresas de diferentes tamaños. Louis creyendo que era dulces agarró uno para él.
Encontrando lo que quería salió para regresar con un lápiz en mano y un "dulce" en el bolsillo. Teniendo llenas las mejillas, se miró sonriendo.

-Louis, baja.

El pequeño al escuchar el grito proveniente de abajo corrió por las escaleras y se adentró a la cocina.

-Tengo mucha hambre mami.

-Ya está list-to. ¿Cariño?

-¿Qué?

-¿Qué te hiciste?

-Ya tengo lo que tú tienes.

-No, amor.

-Pero yo quiero.

-Bien. Cuando termines de comer, iras arriba y te limpiarás esa carita.

Jay empezó a servir una porción de comida en cada plato.

-Si. ¿Mami?

-¿Qué pasa?

-¿Antes de comer puedo comer un dulce?

Cuestionó sacando el sobre de su bermuda.

-Claro, amor.

Louis lo extendió y se cuestionó que tipo de dulce era, y porque parecía un torre. Antes de metérselo a la boca habló.

-¿Porqué este dulce está muy largo? ¿Es chicle?

La castaña volteo y abrió los ojos lo más que pudo.

-No Louis e-eso no se come.

Se lo quito de las manos.

-¿Y entonces para qué sirve?

-Ve a lavarte las manos que ya vamos a comer.

El castaño subió de nuevo al baño y sonrío al pararse de puntitas y ver sus mejillas.

Le encantan las pecas.

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Aclaro que solo este "capítulo" es de edad pequeña. Los siguientes son ya en la universidad.

Espero y les guste☺️

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2015 ⏰

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Me gustan tus pecas ||l. Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora