Capítulo 1

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Hoy es el primer día, hoy empiezo en la UCLA (University of California, Los Angeles) una de las universidades más prestigiosas de toda EEUU.
Mi madre me inscribió hace dos años y estube en lista de espera hasta que por fin, hace dos meses, me llegó una carta de UCLA en la que me decían que había conseguido una plaza fija para los tres años que pasaré aquí.
Mi madre no quiere que me vaya porque piensa que, como en todas las pelis, conoceré a un grupo de gente de malas influencias para mi y que me volveré como ellos, pero hasta yo sé que eso no pasará.
Voy a esa universidad a centrarme para acabar mis estudios y poder tener una carrera y no consentiré que ninguna amiga o ningun chico me arruine mis planes.

Ya he hecho las maletas, lo tengo todo listo. Mi madre y yo salimos hacia el coche y nos dirigimos hacia la universidad. Hemos salido dos horas antes ya que vivimos bastante lejos de ahí.
Cada vez estoy más nerviosa. Por una parte no quiero hacer amigos ni salir de fiesta ni nada, pero por otra parte no quiero pasarme tres años sola sin nadie con quien pasar algun fin de semana. Aunque claro, teniendo en cuenta que esta universidad es de las más prestigiosas de EEUU no creo que haya mucha gente problemática, ya que para entrar hay que tener un nivel muy alto.

Ya veo el edificio y mis nervios van calmándose. Es enorme. Nada más entrar hay un guardia de seguridad que nos abre la puerta para que pasemos, y cuando entramos todo cambia.
Mi madre me deja en la puerta y nos despedimos con un gran abrazo, está claro que en lod tres años que estaré aquí la veré más de una vez pero por la fuerza con la que me da el abrazo veo que no lo sabe.

Hay seis edificios, por lo que veo, y en cada uno hay un número así que entro en el número 1 como nos ha indicado el guardia de la puerta. El edificio es enorme; tiene unas grandes escaleras de caracol, a los lados hay mesas con sillas y miles de juegos para frikis o para alguien al que le guste jugar a esas cosas.
Entro al despacho para hablar sobre mi habitación y esas cosas y en cuanto entro me sorprendo, ¡su despacho es más grande que toda mi casa!

-Buenos días-me dice y me hace un gesto para que yo me siente.
-Buenos días.
-Bien, ¿qué número tienes?

Cuando entramos aquí nos dieron un número, no sé para que es pero supongo que será importante.

-25- le digo mirando el papelito en el que pone el número.
-Toma-me da una llave- busca la habitación número 241 y instálate tranquila. Mañana empezarás las clases.
-Vale-le contesto y me dispongo a salir.
-Un placer Lissye.

Le sonrió a modo de despedida y salgo. Tardo unos diez minutos en encontrar la dichosa habitación y cuando por fin la encuentro la llave que me ha dado no abre. ¡Mierda! me digo a mi misma, ahora tendré que volver para pedirle a alguien que me ayude a abrir la puerta porque yo soy un tanto retrasada y no sé abrir una puerta.

-¿Necesitas ayuda?- oigo como se ríe alguien y me giro. Es un chico; moreno, ojos marrones, alto y todo lo contrario a mí. Tiene cara de ser malo, es decir, el típico chico malo. Que utiliza a las tías, que juega con ellas, vamos, el típico gilipollas guapo.
-¿Vas a estar mucho tiempo mirándome o me vas a dejar ayudarte?- me vuelve a decir y coge la llave.
-Gracias- le digo cuando abre.
-Denada.
-Me llamo Lis...- intento acabar pero el chico me interrumpe.
-No nos vamos a volver a ver nunca más, no me hace falta saber tu nombre.

Se gira, me guiña un ojo y se va. Vaya tío más imbecil. Ya le tengo asco y acabo de "conocerlo".
Entro a la habitación y me instalo tranquilamente.
Ya he colocado toda mi ropa en el armario, todos los libros y cosas necesarias en el escritorio y todos mis peluches en la cama.
Cuando acabo de colocar lo que me quedaba me tumbo en la cama y me quedo dormida.

Bad boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora