Un alma corrompida.

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En una ocasión pregunté: "¿soy una buena o mala persona?" y la respuesta que recibí fue: "depende de la perspectiva de los otros". En ese caso me di a la tarea de ir con cada señor, señora, niño y anciano para preguntar cuál era su perspectiva de mí, pero no sin antes contarles un poco sobre mi pasado:

Ya no recuerdo hace cuánto fue, sólo recuerdo que eran los días en el que los seres humanos de esta tierra empezaban a corromperse. Sus deidades protectoras no cumplían con su trabajo, el cual era guiar a esta joven humanidad, en lugar de eso preferían esclavizarlos en todos sentidos. Como los niños que eran necesitaban de sus superiores para calmarse y ubicarse, pero al ver que no tenían autoridad encima de ellos decidían cometer grandes actos de fechorías.

Gracias a este descontrol de actos un enorme mal apareció en el mundo el cual acababa rápidamente con la vida de los seres de la Tierra. Fue entonces cuando Dios decidió mandar a sus siete arcángeles a la Tierra para que terminaran con la guerra que se había desatado, una acción prohibida, ya que cualquier jerarquía angelical tenía prohibido pisar suelo humano, una regla implementada por el mismo "señor".

Cuando la situación se ve realmente mal veo que es necesario romper las reglas, si es así entonces porqué Dios me castiga de esta manera... como sea, lo destacable fue que ni siquiera los siete arcángeles pudieron parar la guerra que se había iniciado. Honestamente pienso que los arcángeles no sabían cómo actuar, habían pasado toda su vida en el reino del paraíso sin entrenar, sin preguntarse si acaso pudiera existir alguien más fuerte allá afuera. Dios sabía de mi existencia, sabía de lo fuerte que era, yo era su mayor secreto, y ese día decidió revelarme al mundo.

Yo di fin a la guerra y todos me miraron sorprendidos, después de todo quién hubiera pensado que un simple querubín fuera tan poderoso. El hombre que sobrevivió a la catástrofe me miró con miedo y respeto, los arcángeles con celos e incertidumbre y Dios con... bueno, no lo sé, jamás me dio las gracias por haber hecho su trabajo.

Después de eso volvimos al paraíso, creyendo que la Tierra ya estaba en paz, pero tras unos años una segunda guerra inició, una que dejaría al mundo en estas condiciones tan pobres y desagradables. Si no fuera porque intervine otra vez tú no estarías vivo, y yo no tendría el odio de mi familia.

Adrián: ¿Por qué te odian si tú eres el héroe aquí?

Porque les demostré que soy mejor que cualquier querubín, que cualquier ángel, que cualquiera de los siete arcángeles. Mientras ustedes me ven con admiración y respeto ellos me ven con celos. Les da miedo el que yo haya tomado mi propio destino pese de lo que Dios quería para mí. Yo me quedaré en la Tierra a proteger lo que queda aquí, no permitiré que ocurra otra guerra, además de guiarlos como debieron hacerlo sus dioses hace tiempo, no me importa que me cueste el desprecio de mi propio padre.

Adrián: ¿En qué forma te está despreciando o castigando tu padre?

Desterrándome para siempre de los cielos. Al parecer no le gusta que alguien lo desobedezca. Parece que no le gusta la idea de que sus creaciones corten los hilos, pero siendo yo, creo que tiene miedo de que lo supere. Allá arriba soy un desertor que rompió las reglas en el momento en el que decidí ser mi propio amo, pero aquí abajo soy la luz que tanto necesitan; todo depende de la perspectiva... ahora lo entiendo.

Adrián: Pues si lo que querías era escuchar mi opinión... sólo se me ocurre decir que para ser ángeles tu especie es muy soberbia. No me sorprendería que manden a alguien a cortar tus alas.

No los creo capaces de hacer eso, no les convendría tenerme como enemigo. Sólo piénsalo, que pasaría si desde el principio yo hubiese sido el malo en esta historia, sin duda hubiera sido todo un caos.

Adrián: ¿Y si todo esto del destierro es una clase de prueba para ti?

Dios en mi perspectiva ahora no es nada más que un muchacho que sólo da órdenes, un creador que no sabe preservar lo que hizo. Alguien que le da miedo que un ser como yo tome su lugar, cosa que jamás haré, pero en fin, como dicen aquí, es mejor prevenir que lamentar. Ahora bien, espero que hayas entendido el punto de esta historia. No importa lo que hayas hecho, si sabes que es lo correcto adelante, conviértete en el héroe sin importar que otros te vean como el villano.

Adrián: ¿Aunque haya asesinado a mis padres?

A veces es necesario ser el verdugo, el dador de castigos. Si tus padres te maltrataban y abusaban de tu hermana y tú arto de esto decidiste castigarlos en lugar de rezar por un milagro entonces felicidades, eres como yo; un dador de luz para aquellos que viven en la oscuridad.

No busques la redención cuando no la necesitas, siéntete seguro de tus actos. Que otros no intenten manipularte ni decirte lo que es el "bien" en realidad, porque la verdad es que el "bien" y el "mal" no existen, es una ilusión.

Todo es por perspectiva.


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⏰ Última actualización: Oct 12, 2015 ⏰

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