Capitulo I

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Ahora el frío me besaba, tan silencioso, tan paciente, tan persistente, subía por entre mis pies descalzos cubriendo cada músculo de mi ser, ahora me tocaba sentir aquella sensación que alguna vez yo había provocado en la gente y que a la vez era tan desconocido.

Dolor, miradas, , frío, soledad, miedo y miedo no a la muerte mas a perder de nuevo la felicidad, a pesar de ello el camino estaba trazado y no podía dar marcha atrás.

Recordar las instrucciones:
Atada para que no pueda escapar, ya, venda en los ojos para que no distinga a nadie, ya, todo se agolpaba tan rápido en mi mente que no sabia ya bien que pensar. Pero algo muy en el fondo satisfacía a todo mi dolor o lo mitigaba un poco, no era ella la que estaba en esta situación, era yo.

Alas mortales...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora