Always.

1.7K 200 90
                                    


—Él siguiente es, uhm, Louis Styles.

El pequeño de siete años caminó al frente del salón, con una vieja cadena entre sus pequeñas manos y una hoja de papel doblada a la mitad, sus mejillas calentándose cada vez más que se abre paso entre las pequeñas mesas de colores.

—Uhmm —masculló avergonzado, algo sobre hablar en voz alta frente a sus compañeros de salón le resulta difícil—, papi Ni' dice que mi papá Harry es un héroe —recita con la voz ligeramente más aguda de lo normal y Zayn se ríe por lo bajo—. papá hace viajes por todo el mundo, siempre son lar-largos —sus palabras se cortan, una lagrimita traicionera quiere escapar de su ojo izquierdo, Louis la limpia con la manga de su suéter verde antes de que pueda resbalar por su caliente y roja mejilla.

La atención de todos está en él.

—Lou, cariño, ¿quieres sentarte? Lo puedes decir en otro momento —Perrie siempre ha sido una maestra comprensiva y sabe que el padre de Louis es un tema delicado.

—No. Yo puedo hacerlo —dice sorbiendo los mocos, recuerda a papi Niall ayudándolo repasar sus líneas, el chocolate caliente de esta mañana y la promesa de volver a ver a su papá Harry hoy en la tarde— mi papá Harry es un héroe —repite ahora con más seguridad, toma un respiro hondo y continúa—: Él hace viajes por el mundo, con briga-brigadas de protección civil —Louis lucha por recordar las palabras correctas que busco en un diccionario dos días antes mientras Niall le miraba—.    Él nos cuida. Él es un piloto, un piloto aviador de las reales fuerzas británicas y también mi héroe.

Extiende la hoja doblada y hay una fotografía de Harry, parado bajo las alas de los aviones, sonriendo, en la otra mano sostenida con el puño cerrado, la vieja cadena se extiende, es una placa que dice:

Piloto aviador.

Harry E. Styles.

Es un cinco de mayo y Niall mira las grandes ventanas del aeropuerto, trae consigo al pequeño Louis que ha cumplido ya cuatro años, Harry no pudo asistir a los últimos tres cumpleaños de su hijo y mucho menos para noche buena, envía obsequios pero no hay quien sostenga a Louis con sus primer tren de madera, Louis ya no recuerda como suena la voz de su padre. El cielo es opaco, Niall tiene a Louis sentado en sus piernas acariciando el cabello del menor con sus manos callosas.

Ha pasado un tiempo desde que Harry volvía a casa y se quedó por más de dos días, Niall comprende que Harry tiene en los hombros un cargo muy importante, pero extraña su tacto, su calidez todos los días. El otro lado de la cama ha estado frió por mucho tiempo. Louis en ocasiones le hace compañía, el niño abraza a su padre rubio fuertemente, haciéndole saber que no está sólo, pero Niall extraña a su esposo, mucho.

Son las tres de la mañana cuando el teléfono de Harry suena en la mesita de noche, se quita el sueño tallando sus ojos, Niall gruñe por la pérdida de calor.

Harry contesta e intercambia un par de palabras antes de que busque su uniforme lavado recientemente, aún tiene una fragancia a lavanda. Niall parpadea hacia Harry y este le da una mirada tranquilizadora.

La alarma resuena a los alrededores, es la señal de Harry para salir.

Ahora Niall también está de pie, buscando la bata y pantuflas, quiere ofrecerle a Harry una taza de café antes de que parta hacia donde su deber llame. Pero no hay tiempo.

—¿Volverás? —pregunta Niall, esperanzado. No quiere tener pensamientos negativos, pero no puede evitarlo.

Harry asiente y se arrodilla ante Niall y dice—: Sí, cariño, por ti y por él. Lo prometo —besa ligeramente la barriga apenas notable de Niall, escuchan el horrible timbre, Harry se ha comprometido a cambiarlo, pero prefiere usar su tiempo en casa para otras cosas. Niall derrama lágrimas, por qué una vez más está solo en la enorme casa. Los altos mandos han llegado por su castaño de rulos, otra vez.

Always on. «Narry»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora