Capitulo 23

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*Narra Cristián*

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que vine a visitar a mi primito y no pude haber tenido mejor bienvenida que la de haberme topado con una linda chica. Y que chica, tenía unos hermosos ojos azules que eran tan profundos, una piel que parecía porcelana, un brillo en su sonrisa y un hermoso nombre, Mei. Desgraciadamente tenía un defecto que no podía pasar por alto, era una simple humana "yo nunca me emparejaría con una simple humana, pero tal vez pueda entretenerme con ella mientras estoy de visita"

La verdad estaba sorprendido cuando recibí la llamada de mi primito Michael pidiéndome que viniera, él no acostumbra pedir ayuda, y menos cuando se trata de castigar a alguien. No me dijo los detalles de la situación, pero cuando mencionó a ese recogido de la calle, Jhon, no pude negarme en venir, además hace mucho que no castigaba a alguien y no desperdiciaría esta oportunidad.

Continúe mi recorrido por el pueblo antes de dirigirme a la manada Maruna, quería familiarizarme con los alrededores, aunque la verdad el pueblo no había cambiado mucho. Continúe caminando hasta la entrada del Mall para poder salir y alejarme de los humanos, pero algo que me sorprendió fue que pude divisar a la chica de hace un momento, parecía que estaba buscando a alguien con la vista "Tal vez busca a sus amigas", la verdad me alegró encontrarla, pero mi alegría se fue cuando vi a un grupito de esos asquerosos chupasangre, eran tres chicas, que estaban caminando detrás de Mei.

Pero mi asco aumentó cuando una de esas, la de pelo castaño, se le abalanzó a Mei por la espalda con tanta familiaridad para saludarla, a lo que ella correspondió con tanta naturalidad "Genial, no solo es humana sino que también se junta con chupasangres....aunque, tal vez no sepa con quien se está juntando". En verdad no podía creer que una chica como ella pueda juntarse con cosas como esas, ya que ni personas se les puede llamar.

Me cansé de ver esa escena y decidí salir lo más rápido posible. Ya afuera me encaminé a la manada de mi primo, algo decepcionado e indignado de la anterior escena que presencie. Ya estaba saliendo del pueblo cuando alguien me llama.

- Criiis!! - escuche a alguien detrás mío, a lo que yo voltee

- Michael! - dije alegre de verlo - Como esta mi primito! - le dije mientras le despeinaba el cabello

- Ya te dije que ya no soy un niño!! - se quejó tratando de soltar mi agarre

- Pero aún sigues siendo menor que yo - me mofé soltando su agarre

- Como sea, me alegra que hayas podido venir - dijo enmarcando una sonrisa

- Lo que sea por mi primo favorito – solté divertido

- No soy tu único primo? - dijo con gracia

- Pues con mayor razón - dije burlón - Por cierto me dirás los detalles de la situación - decidí cambiar de tema

- Ah, sí, pero prefiero hablar de ello en la casa - dijo algo molesto

- Bueno te sigo, además, sea lo que sea, estoy preparado para castigar al que tú me digas, todo lo que necesito esta en esta mochila - dije enmarcando una sonrisa y mostrándole a Michael la mochila que traía

- Perfecto - dijo enmarcando una sonrisa placentera - Entonces vamos deprisa a la manada para que te cuente los detalles

Yo asentí y de inmediato nos fuimos corriendo a la casa Hurnet, estaba con la curiosidad de saber la razón por la que me llamó Michael. No había pasado ni media hora y ya estábamos en frente de la entrada de la casa Hurnet. Michael sacó unas llaves y me hizo pasar, pero alguien nos agarró desprevenidos.

Una rosa entre margaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora