Prólogo

8.1K 369 83
                                    

¡Hola! Ya se que estan pensando aquellos que ya me sigan "Esta mujer esta loca, aun no acaba sus proyectos y no empieza los que promete y sube otro fic" Cuanta razón teneis, pero esto lo tenia en la cabeza hace muchisimo tiempo, y querria subierla y haber que les parece.

Esto no será un fic muy elavorado, sera como un Fagting Fates, pero que solo se centrara en Magnus, Alec y una persona muy especial, que conoceran ustedes y el mismisimo Alec. No seran capítulos largos y tampoco sera un fic largo, pero no queria quedarme con esto en la imaginación.

Espero que les guste, que voten y dejen muchos comentarios. Los Amo *3* ^^

Presidente Miau dormía sobre su cojín con flecos rosas. Magnus Bane, el Gran Brujo de Brooklyn estaba a su lado. Miraba un reality show en la televisión, mientras comía palomitas dulces y llenaba los dedos de ese azúcar pegajoso.

Alexander entro en ese momento en el salón. Se había pasado la noche cazado demonios en compañía de sus hermanos, Simon y Clary, y había estaba durmiendo hasta ahora. Se acercó al brujo mientras se entallaba los ojos. Magnus se giro al oírle.

-Cariño...-Dijo levantándose.- ¿Has dormido bien?

Alec se acercó a él con los ojos cerrados por el peso del sueño y lo abrazo. Magnus sonrió y se dejo caer de espaldas en el sofá, llevándose con él el cuerpo de su novio, que no tardo mucho en volver a quedarse dormido.

Magnus le miro.

Adoraba ver dormir a Alec. Toda la agresividad de su rostro desaparecía, y no es que a Magnus no le guste la expresión agresiva de Alexander, tenia que admitir que era algo increíblemente sexy, pero ver a Alec con esa carita de bebé se le hacía sumamente adorable. Magnus giro la cara y continúo mirando el reality show con el peso extra de su novio.

No paso mucho tiempo hasta que llego un mensaje de fuego. Magnus frunció el ceño y se levanto. Alec gruño al levantarse Magnus, pero no izo nada. El Gran Brujo leyó el mensaje que venia para su sorpresa de la Cuidad Silenciosa.

"Magnus Bane, yo el Hermano Rómulo le convoco para que nos visite cuanto antes, ya que lo que ha acontecido hoy le incumbe personalmente, y creemos que es mejor que venga de inmediato"

El pelo se le puso de punta. Nada bueno podía esperar si le convocaban con tanta urgencia. ¿Qué podía haber pasado? Su mente no llegaba a ninguna conclusión y eso le ponía aun más nerviosos. Él se había criado allí y sabía que nunca llevaban a alguien si no era estrictamente necesario.

Miro a Alec y no supo que hacer. Una parte de él no quería ir solo, pero otra le sabía mal despertar a Alec. Él era ya mayorcito (mucho en realidad) como para necesitar a alguien para solucionar sus problemas, así que con eso en mente, se dirigió a prepararse. Se duchó, vistió y maquillo, (no corría prisa, no) y salió en dirección a la Ciudad Silenciosa.

0000000000000000

-Espero que haya sido importante, estaba disfrutando de mi novio.-Dijo Magnus al Hermano Rómulo.

-Es muy importante Magnus Bane. Sabe que en esta ciudad hay mucha más magia de la que parece y también muchos secretos.

-Conozco todos los secretos de la magia, no conseguí mi titulo engañando a abuelitas en un programa de televisión que emiten a las tantas de la noche.

-No lo dudo Magnus Bane, pero hay un hechizo sumamente poderoso y complicado, que ni usted no ningún brujo ha conocido.

Magnus miro al Hermano con el escepticismo bañando sus pupilas verticales.

-¿Y de que trata ese gran hechizo misterioso? ¿Te dice el número de la lotería? ¿Te consigue un novio espectacular? Si ese es el caso, no lo necesito. –Sonrió el brujo.

-Ese hechizo permite resucitar a los muertos, incluso aquellos que murieron hace mucho tiempo. Queríamos resucitar a los niños que murieron en la guerra; Maxllew Lightwood incluido.-Los ojos de Magnus brillaron ante la posibilidad de que Alec se rencontrará con su pequeño hermanito.- Pero hemos resucitado a otra persona, a alguien que quizás te gustaría ver.

Magnus frunció el ceño.

-Me estas empezando a asustar.-Dijo con una sonrisa nerviosa.

El Hermano no dijo nada, solo continuo caminando. Llegaron a los pocos minutos a una sala. Había una cama y en ella una mujer echa una bolita rodeada de Hermanos Silenciosos. La mujer tenía una vestido de color marrón con apariencia antigua. Su cabello era lacio, negro y largo. Un escalofrió surco la espalda de Magnus Bane cuando la mujer aterrorizada lo miro.

-¿M-mamá?-Preguntó asustado.     


Segunda Oportunidad (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora