Terrible Love [completa]

Capitulo 1

Hola amigo, soy yo de nuevo. Me siento mal, ayer volví a caer en lo mismo, en la mentira. Le mentí de nuevo a mi esposo para poder ver a ese ser que me hace pecar. A veces siento que no podré seguir. Pero cuando llama y veo su nombre reflejado en la pantalla de mi celular, no puedo evitar correr hacia mi adicción. Esto no está bien. Sé que mi vida es envidiada por varias, incluso en mi circulo de amistades me dicen que Stefan es lo mejor que me ha pasado. Pero aún así, yo deseo caer en ese engaño. 

Déjame contarte un poco de mi. Nací en Virginia, en un pequeño pueblo llamado Blacksburg. Mis padres aún están con vida, mi madre se llama Isobel y mi padre John. Son unos padres normales, o más bien, hambrientos de avaricia. No es que los culpe, creo que todo el mundo siempre busca la estabilidad económica, pero ellos, no se como describir lo que fue crecer con ambos. A veces he llegado a pensar que no estaban listos para ser padres. Aún con sus errores, son unos padres normales. No tengo hermanos, mi madre jamás quiso volver a embarazarse y mi padre estuvo de acuerdo con eso así que nunca supe que era ese sentimiento que los hermanos suelen compartir, ese fuerte deseo de protegerse los unos a los otros. Creo gran parte de no tener hermanos es la mayor razón por la que a veces no pienso en mis actos.

Crecí siendo una joven muy independiente, desde los doce comencé a trabajar medio tiempo para poder costear mis cosas. Cuando llegue a la adolescencia, trabaje aún más fuerte para poder sacar mi carrera, y cumplir mi sueño, ser Chef.

Desde que tengo conciencia he amado cocinar. Todo empezó con mi abuela. Sus comidas me sacaban de órbita, cada sabor, cada ingrediente que usaba lo volvía magia. Ella amaba el poner sonrisas en las personas con sus deliciosas comidas. Y eso es lo que me llevó a querer ser Chef. El placer de plasmar felicidad en las personas que te rodean al saborear algo hecho con tus propias manos, es magia.

Mi abuela siempre fue mi pilar, la amaba más que a nadie en este mundo. Lamentablemente, hace un año que falleció y el único que estuvo allí para mi, fue él. No, no mi esposo, "él" mi cuñado. Stefan no tuvo la culpa, su trabajo lo aleja demasiado de mi. Dejando ese vació cuando más lo necesito.

Mi relación con mi cuñado no empezó de la noche a la mañana. Ahora que lo pienso, ni siquiera se bien cuando comenzó todo, en que momento empezamos con esta relación tan retorcida.

Solo se que fue hace tres años atrás. Un año antes había conocido a Stefan.
Con Stefan desde el principio fue amor a primera vista. Nos conocimos en la Universidad, nos llevamos bien desde el primer día. Empezamos una relacion tan pronto nos conocimos, y a mitad de año ya estábamos pensando en boda.

Stefan, siempre ha sido un hombre grandioso, no me quejo de él, siempre ha sido una persona en la que puedo contar. Pero "él" es todo lo contrario. Él me hace sentir viva, me hace conocer cosas en mi misma que nunca hubiera sabido que deseaba, y creo, creo que...

Cerré con fuerza el diario y lo avente en mi bolsa. Esto no servía, estaba enredando más mi complicada cabeza.

Tenía media hora que había salido a tomar aire antes de empezar con el siguiente turno. La psicóloga me había recomendado que en mis tiempos libres debía escribir. No que fuera una buena idea, al contrario me parecía estúpida e inservible.

Mi teléfono empezó a vibrar. Lo tomé viendo el nombre en la pantalla. Presione el botón de ignorar. No necesitaba más problemas.

—¡Aja! Sabía que lo harías.

Mis ojos se abrieron el doble al escuchar la voz que sonó por detrás de mi espalda. Me volteé con lentitud apretando los labios. Sus bellos ojos parpadearon al ver directo a los míos.

—Tú.. —masculle entre dientes—, ¿qué haces aquí? —resople en reproche.

La seriedad de mi rostro cambió la expresión de la de él. Alzo los hombros en señal de que tampoco el tenía idea.