A veces discutir...

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"Un puente a la vista", pensé. Sería la oportunidad perfecta para salir de fiesta, conocer a gente nueva e interesante y pasar el rato en compañía.
Así que rápidamente lo organizé todo para salir de fiesta el sábado con unos amigos.
Me vestí con una falda negra, medias oscuras de liguero un top y una chaqueta.
Preparada, me miré al espejo sonreí y dije " Va a ser una gran noche"
Cogí mi bolso y fui caminando hasta el lugar donde habíamos quedado, por el camino varios hombres se quedaron mirándome, me decían piropos... y eso a mi me gustaba, me hacia sentir una diva.

En un mundo perfecto todo el mundo sería puntual, pero desgraciadamente nadie llegaba nunca puntual a excepción mía, me senté en un banco y tranquilamente me fume un cigarro. La verdad es que no solía fumar muy a menudo solo cuando iba de fiesta, pero me apetecía y la fiesta empezaría en breves.
A los cinco minutos empezaron a llegar los amigos con los que había quedado incluido el chico que tanto me llamaba la atención , el no era como el resto de hombres a los que estaba acostumbrada, el era un maldito borde, pero igual que a veces le odiaba, otras tenía muchas ganas de llevarmelo a la cama, me ponía mucho su carácter, bueno y lo poco que sabía de él también.
El siempre era borde conmigo, así que cuando el era borde yo lo era mas.
- "Hola, Carlos" - Le saludé muy secamente, le di dos besos y pase a otro con el cual fui más aprensiva.

Cogimos el transporte público para llegar al sitio donde iríamos de fiesta, en el trayecto estuvimos bebiendo, riendonos, hablando todos y esto hizo que se nos hiciese más amena la espera.

Por fin llegamos, el ambiente era genial, ponían todo tipo de música para bailar: bachata, merengue, salsa... Y nosotros íbamos con el suficiente alcohol en sangre como para bailar sin tener vergüenza, eso sí, nos pedimos una copa cada uno, por que ... Ya se sabe, con un vaso en la mano se baila mejor.
Mis amigas y yo estábamos rodeadas de hombres que querían bailar con nosotras, bueno bailar y... otra serie de cosas más, pero no me apetecía seguirles la corriente, así que me fui donde estaban reunidos todos los chicos que venían con nosotras , sin darme cuenta de que me había puesto sin querer al lado de Carlos, -"¿Cómo pensará vacilarme hoy " pense.
Pero para mi sorpresa no abrió la boca, siguió hablando y riéndose con el resto.
El alcohol siguió corriendo, dos, tres, copas más... - "Madre mía, que cogorza llevo, no beberé más"- pensé .
Me encontraba en el punto perfecto para hacer todo aquello que quería hacer sin tener vergüenza de ello. Así que, cogí a Carlos y en una de mis canciones favoritas de bachata me puse a bailar con el, el chico tenía ritmo había que reconocerlo. Le puse los brazos alrededor del cuello le mire a los ojos y luego baje la vista hasta sus labios, sonreí mientras lo hacia, el me miraba serio, sin decir nada. Le miré otra vez a los ojos y disimuladamente le solté y me fui.
" - No estaba interesado en mi ", una pena. Pero la noche debía de continuar, seguí bailando con mis amigas y de vez en cuando le miraba de reojo, el no me miraba nunca, hablaba con otras mujeres y a ellas les sonreía ¿Por qué a mi no? ¿Qué demonios le había hecho?. Debo de reconocer que me rayé, así que cogí mi chaqueta y me fui fuera a fumar sola.
Me senté en un pequeño escalón en el lado derecho de la puerta de la discoteca, un borracho se me acercó a intentar ligar conmigo.
- "Que haces una chica tan tremenda como tu sola ".
No me habia dado cuenta de su presencia hasta que abrió la boca, le miré con cara de pocos amigos y añadí con una vez seca. -" Uir de tíos como tu", mientras le daba otra calada al cigarro vi como el chico se iba malhumorado llamándome de todo, sonreí y pensé "Que le jodan".
- "Bueno, bueno, bueno desde cuando una depravada sexual como tu desprecia una ocasión de tener sexo".
Carlos estaba riéndose con los brazos cruzados, ¿desde cuando estaba allí? Pensé.
No me molesté en contestarle, ¿para qué?. El se sentó a mi lado, yo le miré con desprecio, le di una última calada y apagué el cigarro.
Me levanté y me dispuse a irme.
-" ¿No te fumas otro conmigo? Me dijo con su sonrisa malvada.
- ¿Acaso debería? Le respondí con la misma cara que el.
El se levantó, se puso en frente de mi y me acarició la cara, yo seguía con la misma cara de odio.
- " ¿Álguna vez has hecho el amor? "-Dijo mientras seguía acariciandome esta vez el cuello.
- "A ti que coño te importa "- Le respondí.
- No ¿verdad? Tu solo follas, nunca te han tratado dulcemente en la cama, ni se han tomado el tiempo suficiente en hacerte sentir placer.

Me miró directamente a los ojos, sonrió y añadió
- "Vas de dura, de que no te importa nada, pero en el fondo se que te jode que yo no haya sucumbido a tus encantos".
Tras escuchar esto, me cansé di con el zapato fuerte en el suelo y seriamente dije -"¡Basta ya!" y me fui.
Pero antes de que me fuera el me agarró de la mano y me acerco hacia el con fuerza.
- " Besarte o no besarte, e aquí la cuestión ".- dijo el
- "Primero sueltame maldito y segundo me besas y te arrancó el labio"- Dije mientras no paraba de moverme para que me soltará.

Se río y en un descuido me subió a sus hombros y me llevo a un callejón cercano, me sentó encima de uno de los contenedores cerrados.
- Eres como una yegua salvaje, pero... Yo te voy a doblegar.
Y dicho esto me beso, pero no fuertemente sino con suavidad y ternura

Depravada sexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora