1. Destrozando el aula de informática.

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Mi nombre es Maia Holdy, vivo en Manhattan junto a mi madre y mi perra Sessy. Voy al instituto Santa Florida, tengo 13 años y mi vida es un asco.

El dia empezó como otro cualquiera, me desperté bañada en sudor, había tenido una pesadilla, como casi todas las noches desde que tengo memória. En mi pesadilla me perseguía una espécie de perro gigante, yo corría descalza por la calle sobre cristales rotos que se me clavaban en los pies.

Salí de mi habitación, medio dormida aún, eran las seis y media de la mañana, me senté en la silla apoyando mi cabeza en la mesa. Minutos después, mi madre me puso un plato de tortitas delante. Empezé a comer mientras observaba a mi madre, era morena y alta, con los ojos azules y la piel bronzeada. Yo me parecía bastante a ella salvo por mis ojos marrones y mi nariz, que según ella, era de mi padre.

Mi padre.

Un misterio, mama casi núnca hablaba de él, siempre que le preguntaba cambiaba de tema o hacía que no me oía.

Acabe el desayuno y me fui a vestir. Me puse unos pantalones cortos, una camiseta de tirantes metida por el pantalón y un cinturón marrón. Me preparé la mochila, me despedí de mi madre y salí pitando por la puerta.

Claudia, mi mejor amiga, me esperaba en la esquina de mi calle, como todas las mañanas. De camino me contó todas las novedades de las que se había enterado, ella siempre conocía todos los cotilleos, cosa que no me parecía mal, ya me lo contaba todo. Me contó que Bill estaba saliendo con Cassie, que Jeremy había cortado con Hanna para irse con Maguie y que a Carl le gustaba Annie.

Claudia era alta, morena, con la piel bronceada y los ojos marrón oscuro, era muy guapa y todos los chicos babeaban con ella. Ella no había nacido en Manhattan, como yo, ella era española, de una ciudad llamada Barcelona, pero ya llevaba 7 años en Estados Unidos, así que hablaba perfectamente inglés, ademas de español y catalán, que es lo que se habla en Barcelona.

Cuando llegamos, nos fuímos a el aula de ciencias, esa clase se me hizo eternamente pesada. luego nos tocó informática. Fuimos al aula y nos sentamos delante de los ordenadores, teníamos que hacer una presentación sobre mitos griegos, por suerte eso se me daba mas o menos bién.

Estaba hablando de las Harpías, mujeres medio gallinas que són preolímpicas y por eso no hacen caso de los dioses. Por un momento me imaginé como sería vivir en un mundo con dioses y monstruos, la verdad es que la idea me pareció horrible.

Cuando sonó el timbre me preparé para ir al recreo, pero cuando ya estaba en la puerta la Sra. Maug la profesora de informática, me dijo que había una mujer que quería hablar con Claudia y conmigo, así que nos esperamos allí hasta que entró una señora de unos 45 años, con el pelo canoso recogido en un moño perfecto y vestida con un vestido negro mas viejo que el coche de mi abuela. Cerró la puerta con llave, cosa que me puso los pelos de punta.

- Niñas, según la profecía dos niñas griegas y un niño serán los que derroten a mi ama, así que, lo siento pero no tengo mas opción que eliminaros -. Esa mujer se había vuelto loca de remate. ¿Griegas? Pero si yo no había pisado Grecia en mi vida.

- Lo siento señora pero no la comprendemos, así que si no le importa, tengo muchos cotilleos de los que enterarme -. Claudia se dirijió a la puerta pero la mujer le barrió el paso.

- Creo que no, niña

- No nos llame niñas, que ya tenemos 13 años -. Dijo Claudia apretando los puños. No soportaba que la llamasen niña, según ella, ya era una señorita.

- Mire señora, creo que se ha equivocado de niñ... señoritas, yo soy estadounidense y ella es española, no somos griegas, pero creo que en la clase de... -. No me dejo terminar, empezó a transformarse en una mujer-gallina o algo similar, con patas de ave y brazos convertidos en alas negras.- No puede ser... -. Encajaba a la perfección con las descripciones de harpías que había encontrado en Internet.

- Núnca acabareis con los planes de Nyx, ¡Núnca!

- ¿De quien? -. Dijo Claudia haciendo una mueca.

De repente la harpía se abalanzó sobre nosotras, las dos rodamos por el suelo esquivando a la mujer-gallina, cojí un ratón de ordenador y se lo estampé en la cara, pero solo la enfureció mas.

- ¡Alto! -. Gritó Claudia. La harpía se quedo parada unos instantes, parpadeó, pero agitó la cabeza y se lanzó hacía Claudia, yo conseguí levantar una pantalla de ordenador y se lo tiré a la cabeza, eso le dolió mas que el ratón, ya que se quedó tendida en el suelo. Le lanzé unas cinco mas para asegurarme de que no se levantaría.

Cojí la llave de la puerta, pero justo cuando iba a abrir, un chico abrió la puerta de una patada, llevaba una espada en la mano. Me miró, luego miró a Claudia y por último miró a la harpía. Se acerco al monstruo y le clavó su espada, convirtiendolo en polvo.

Ese chico era rubio con los ojos grises, alto y corpulento de unos 14 años, mas o menos. Volvió a mirarme y noté que se me aceleraba el corazón.

- Vamos, tenemos que irnos.

- ¿Quien eres? -. Pregunté con una voz mas aguda de lo que era la mia, ese chico me ponía demasiado nerviosa.

- Soy Nick, hijo de Atenea, vamos, tengo que llevaros al campamento -. Me cojió por la muñeca y me llevo hasta la salida trasera del instituto, Claudia nos seguía, entonces yo frene de golpe provocando que Nick se detuviese y que Claudia chocara conmigo.

- No pienso ir a ninguna parte hasta que no nos digas que está pasando -. Me miró con dureza, pero yo hize lo mismo, y a mi, a un duelos de miradas, no me gana nádie. Acabó por apartar la mirada, se llevó las manos a la cabeza y dijo:

- En el campamento hos lo contarán todo, ahora estais en peligro y mi prioridad es manteneros con vida, así que ahora iremos hasta Long Island.

- ¿Y que pasa con mi padre? ¿y con su madre? No podemos dejarlos aquí e irnos sin avisar -. Claudia tenía razón, no podía dejar a mi madre.

- Serán informados desde el campamento, y ahora, nos vamos -. Nos cogió a los dos, cada una de una mano y nos arrastró hasta la calle. Allí paro a un taxi y nos subimos.

Nick se sentó en el centro y nosotras dos en los laterales. El viaje no duró mucho, pero Claudia se quedo dormida.

- Oye, siento haber sido tan borde -. Me salió solo, no tenía pensado hablar en todo el viaje, pero me disculpé como una estupida.

- No pasa nada, todavía recuerdo cuando me llevaron por primera vez al campamento -. Me miró sonnriendo y poco me faltó para derretirme en el asiento de ese viejo taxi.

- Antes has dcho que eres hijo de Atenea. ¿No será la diosa griega? porque es imposible ¿No?

- Ahora hos lo aclararán todo, y con suerte, esta noche hos reclamarán.

Antes de que pudiera preguntar Nick le dijo al conductor que parará allí, en medio de la carretera, desperté a Claudia, Nick pagó al conductor.

Nos encontabamos en frente de un bosque.

- Vamos -. dijo Nick adentrandose en él.

Claudia y yo lo seguímos sin saber que nos depararía el futuro.


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⏰ Última actualización: Oct 15, 2015 ⏰

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El comienzo de la noche.(Parecido percy jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora