Todo tiene un principio

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Hola, me llamo Cristina Palestra, tengo 26 años y vivo en Madrid. Para ser más exactos en la calle Magdalena en Lavapiés en un pequeño apartamento ¡super chulo! Del cual puedo decir que he decorado yo Solita. Me encanta la decoración. Si esos sueños frustrados de los cuales soñamos dedicar nuestra vida laboral pero que se quedaron en el tintero como muchos sueños más.
Realmente soy comercial de una firma internacional de cosméticos. Antes trabajaba como dependienta en un centro comercial en el departamento de perfumería y al cabo de dos años me propusieron este trabajo, pase la entrevista hice unas pruebas y aquí estoy. Tengo una nómina modesta que me da la suficiente libertad para pagar mis gastos y vivir bien. En mi mismo edificio tengo viviendo a mi amiga Merche justo un piso más abajo del mio. Amigas incondicionales, mi media naranja de la amistad y yo de la suya. Terminamos juntas los estudios y empezamos trabajando las dos en el mismo sitio, las dos en la campaña de navidad lo único que su trabajo terminó con la Navidad y empezó a ejercer como ayudante en una clínica dentista el título se lo saco un verano que decidimos no irnos a ningún sitio y vivir la marcha madrileña en pleno agosto, lo cual la verdad fue muy productivo.
Por mi trabajo suelo viajar mucho y eso me encanta y prácticamente el tiempo que paso en Madrid lo dedico a mis padres y a Merche.
Claro que tengo más amigas y amigos como no, pero Merche es especial es la hermana que siempre he querido y que nunca tuve. Soy hija única y aunque digan las que tienen hermanos que eso es tener suerte porque tus padres te lo dan todo, bueno en parte puede ser verdad aunque en mi caso no siempre ha sido así. Todo fue perfecto hasta los quince años de los cuales tengo muchos recuerdos gratos pero después mis padres me hicieron saber que si algo quieres algo te cuesta. Con lo cual teniendo en cuenta mi edad temprana si se me antojaba unos pantalones de última moda ahí estaba yo todos los fines de semana en el chalet de mis padres lavando el coche de mi papa, por el módico precio de quinientas de las antiguas pesetas. Así todos los fines de semana hasta que conseguían el dinero pero cuando ya lo tenía se me antojaba una botas y otra vez a empezar de nuevo.
Eso era todo pero cuando tenía algo que contar, llorar para desahogarme o simplemente querer reírte y pasarlo bien no tenía a nadie a quien acudir, por eso el día que nos sentaron juntas el primer día de instituto a Merche y a mí hubo tal filin que nos hicimos inseparables, para mis padres Merche es una más en la familia. Íbamos juntas a todos los sitios compartíamos los mismo gustos, cuidado, en ropa. Tema chicos por nuestra propia seguridad física por suerte no.
Y un buen día se nos ocurrió echar el curriculum juntas.,como no. Nos cogieron y aunque nuestros caminos se han separado profesionalmente seguimos llevando nuestra vida en común.
Y aquí estamos las dos.
Esperando a que sean las doce para comer las uvas y empezar un nuevo año que esperamos que sea igual o mejor que este. Hemos decidido pasar la nochevieja juntas mis padres se han ido de viaje a celebrarlo fuera y mi pequeña Merche ha sido incapaz de dejarme sola.
Y menuda cogorza llevamos.
-cuánto queda pa las uvas.
-dirás paras.
-po eso igo
-Merche estas borracha. - le. Digo
-po no.
-entonces te has quedado con hambre. Por que te comes la mitad de las letras.
-po a ti te se cae el oho.
-no digas tonterías. - le digo levantándome al baño para mirarme al espejo. - la ostia puta. - grito. Oigo a Merche troncharse de risa.
-que se me cae el ojo.
-po que te digo.
Oigo un golpe seco y un silencio, salgo del baño y veo a Merche intentando levantarse del suelo.
-te jodes. Eso te pasa por reírte de mi poligonera.- le digo cubriendo el ojo con una gasa fría.
La verdad es que cuando bebo y me excedo siempre peligra uno de mis ojos pero también es verdad que no siempre es por el alcohol otras veces es por no dormir lo suficiente o simplemente por exceso de trabajo. Pero vamos si o si un día de estos se me cae fijo.
-vamos a discotir hoy preciosamente? - me dice con morritos.
La miro y no puedo aguantar más la risa.
-te has hecho daño,? - la digo sentándome al lado suyo.
-no te rías.
-te pones muy graciosa cuando bebes.
-si bueno, eso me dicen lo tíos.
-no venga ahora en serio. La digo
-me duele el culo, creo que mañana no voy a poder andar.
Nos reímos, así somos de tontas.
Mientras recogemos las sobras de nuestra espectacular cena a base de sándwiches vegetales y las dos botellas de sangre de judas que han caído nos ponemos a contar las uvas y las metemos en una copa para las doce campanadas. Cuando ya lo tenemos todo preparado nos sentimos delante de la tele y prestamos atención a Ramón García para aclararnos la diferencia entre los cuartos y lo que será después las campanadas la verdad creo que nunca nos aclararemos.
-tienes un boli y papel. Me dice de pronto Merche.
-para que.
-vamos a podir un deseo para el año que vene. Y luego lo vamos a quemar.
La miro extrañada.
-por qué quieres hacer esa gilipollez. Ya sabes que depende de ti adelgazar. Aunque sabes que con una talla 38 estas estupenda. -no se tatra de eso.
-a no?
-pongamos algo que vezdaderamente queramos tener.
-como que?
-no se chica, yo tengo mu claro lo que quiero.
-ir más de dos días seguidos al gimnasio,?.la digo en broma.
-no voy más de dos días seguidos poque ne salen agujetas además tengo otlo depolte más reconfoltante.
-a ver, sorprenderme.
Me saca una de sus sonrisas más sucias y me mira.
-follar.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2015 ⏰

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