Nicolás inicio un llanto horrible, supuse que estaba asustado por el sonido de los disparos, sentí un vacío abarcar mi estómago cuando logre ver la puerta principal abriéndose, tome a Dylan de la camisa y corrí, entre al baño y de ahí, al armario enorme, desesperado, busque el armario, sonreí aliviado, abrí las puertas y aleje toda la ropa de ahí, deje la puerta al descubierto.
Pase a Dylan, se escuchaba alguien intentar abrir la puerta del baño, pase a Nicolás junto a Dylan, quien lo tomo entre sus brazos, cerré las puertas del armario por dentro y acomode la ropa cubriendo la puerta, cerré la puerta con candado y di un enorme suspiro de alivio.
Había una puerta en el armario que daba hacia afuera, así era fácil que pensarán que salimos por ahí, por mala suerte no podía arriesgarme a enfrentarme contra ellos por Nicolás junto a Dylan.
Suspire un poco nervioso, pase mis manos por mi cabello y mire a Dylan, el paseaba a Nicolás por la fría habitación gracias al aire acondicionado que recorría toda la casa.
-Dylan.- le hable y el me observó, Nicolás estiró sus brazos hacia mi, lo tome y escondió su rostro en mi cuello, acaricie su pequeña espalda.- no me puedo quedar aquí, o nos vamos todos juntos o nos quedamos.- lo mire y el solo observó hacia otro lado, se podía sentir su miedo por toda la habitación.- ¿tu tienes un arma, verdad?.- el asintió y de su chaleco saco una pequeña arma, la observe, no tenía muchas balas, pero de algo podría servir.
-pero ¿como lo va a hacer?.- pregunto el, mire hacia todos lados, mire por lo alto, y no había personas rondando mi auto, pero estaba repleto de agujeros de bala.
-es sencillo, pero no tanto, tenemos que ir al auto, y de ahí, irnos rápido, pero esta lejos y Nicolás debe ir en su silla.
Era riesgoso ir hacia el auto aun cuando estaba casi pegado a la casa, o más bien, hacia donde nosotros estábamos.
-¿puedes correr?.- le pregunte y el asintió de inmediato, lo malo era que el deportivo era muy pequeño y no tenia puertas traseras, solo dos.
-¿que planea?.- pregunto y observe de nuevo el carro, en ese momento alguien llego, abrió la puerta y saco la silla del auto, la lanzó lejos y dejo la puerta abierta.
-vamos.- camine y abrí la puerta rápido, el junto a Nicolás se echaron a correr y como era de esperarse, Nicolás se echo a reír.
Corrí tras ellos pero no había personas cerca, así que llegar al auto no fue difícil, subimos y por suerte las llaves seguían dentro de mi pantalón, encendí el auto y lo eche a andar.
Por eso amaba los deportivos.
En la puerta, había dos personas cuidando, desconocía quienes eran, así que no me importo pasar el auto por sobre ellos, pise el acelerador de forma torpe y rápida, por lo que el auto se movía para todos lados de forma estúpida y torpe.
Tarde mucho menos en llegar a la ciudad de lo que tardaba gracias a mi velocidad la cual tuve que reducir de forma inmediata por lo autos que llegaban a andar por ahí.
Dylan había derramado algunas lágrimas y Nicolás había caído dormido, era normal, ya eran las diez y media, el usualmente dormía a las diez, así que conduje hasta la casa sin mucha prisa.
Cuando llegue, las mismas personas de siempre me saludaron, ahora yo estaba sudado y con la adrenalina corriendo y recibir todo mi cuerpo, esparciendose como un veneno mortal.
Baje del auto y Dylan me dio a Nicolás, quien dormía plácidamente, invite a pasar al joven, un guardia nos siguió hasta adentro de la casa.
-desaparece ese carro, quemalo en el desierto o algo, pero no quiero verlo circulando por ahí.- le dije, el asintió de forma leve y se alejo, acomode a Nicolás en una cuna que estaba en la sala y mire a Dylan.
-¿hambre?.- pregunte y el asintió, llame a Luz, quien llegó a mi lado de forma inmediata.
-¿que pasa joven Francisco?.- pregunto cuando llego.
-¿puedes hacerme unos Chilaquiles con mucho queso... Y Dylan no se que quiera.
El volteo a ver a luz.
-¿papas fritas?.-pregunto y luz asintió e inmediatamente se fue, invite a Dylan a sentarse en la sala a mi lado y encendidos la televisión, no estaba saliendo nada bueno, en televisa ni se diga, un comercial de parasitos estomacales.
Le puse en el único canal decente, el 35, en donde salía un programa que me encantaba, siameses.
Estuvimos viendo el programa y conversando, aunque pareciera joven, era demasiado amigable y sus pláticas eran interesantes.
Luz nos llevó la comida y no dude nada en iniciar a rebajar la montaña de tortillas, Dylan comía las papas con miedo, y mucha salsa de tomate.
Alguien abrió la puerta de la entrada, no dudaba que fuera Arturo, pero fue Sofía quien entro, cosa rara, pues aun eran las once, ella salía a las doce y media.
Su rostro estaba rojo, había lágrimas bajando por sus ojos y rodando por sus mejillas hasta perderse dentro de su blusa y llevando entre el agua su maquillaje.
Me levante, dejando el plato de lado y limpiando mi boca manchada de salsa, me acerque a ella, dejo caer su bolsa y se fue contra mi, escondiéndose entre mis brazos.
-¿que paso Sofía?.- le pregunte con una preocupación inundando mi cuerpo.- ¿que te hicieron? ¿que te dijeron?.-ella se hundió más dentro de mi pecho y la apreté contra mi.
-yo... No puedo creerlo.- se separó un poco de mi, sus ojos se miraban aun más claros gracias al agua que bajaba, entre los dedos apretados de su puño derecho, me entrego el papel, y justo ahí había un acta de nacimiento, fotos y datos extraños en donde se decía que ella no era hija de sus padres.
Y una prueba de ADN, Sofía me miró a los ojos, como pidiendo en silencio que confirmará que era Broma, pero me quede pensando en los detalles.
Cai en cuenta en algo que jamás había pensando, en ese pequeño detalle que no se como pude dejar pasar, aun cuando había demasiadas señales que me daban a entender eso.
La puerta volvió a abrirse, ahora venía Arturo con una noticia demasiado importante por como se miraba feliz, extasiado y demasiado nervioso.
Detrás de él entro su novia, saludo a todos de forma leve y se quedó parada en la entrada, aunque poco después de acerco a Arturo, quien le dio un gran brazos, le beso la frente y revolvio su largo cabello negro, ella se echo a reír.
-calma, calma ¿que quieres decir nos?.- le pregunte a un acariciando el cabello de Sofía y bajando hacia su espalda, ella suspiraba e intentaba calmarse.
Se separó un poco de mi y limpio sus lágrimas, saludo a Arturo, pero el, al parecer aun demasiado emocionado, se acercó y me abrazo saltando como colegiala, abrazo a Sofía y se enredo el la no muy pequeña cintura de ella, le dio una gran sonrisa y sin previo aviso se lanzó a abrazar al pobre de Dylan, quien asustado le correspondió el abrazo.
Después, volvió a donde estaba, a un lado de su novia, la abrazo y mantuvo a su lado con una gran y hermosa sonrisa.
-mi hermana volvió... ¡celeste volvió!
*********
¿opinan que este bien que suba tan seguido los capítulos?
ESTÁS LEYENDO
A La Mexicana. (RESUBIENDO)
AksiSe dice que México es un país hermoso, repleto de buenas costumbres, junto a personas con actitudes envidiables y alegría. Conocido por ser un lugar en donde todo se festeja, la gente vive riendo y todo es de miles de colores hermosos. O eso es lo...