Cap 14: Reglas, Normas Y Contrato.

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Despierta.

Despierta.

Despierta.

Despierta.

Despierta.

Despierta.

¡DESPIERTA!

OK, esto definitivamente no es un sueño, es real.

Inhala y exhala. Inhala y exhala. Inhala y exhala. Inhala y exhala.
Inhala y exhala. Inhala y...

¡Mierda! No funciona.

Quite las sabanas que se encontraban sobre mi y me encamine a salir de la cama, pero, mi paso fue interrumpido por un pequeño dolor agudo en mi vientre.

No me preocupe por el estrago, sabia que era normal en la segunda vez, luego pasaría.

Quite las sabanas de la cama para encontrar mi brazier, el cual no se encontraba en ninguna parte del suelo, sin embargo, me encontré con algo que me impresiono aún más.

Sangre. Era poca pero igual era sangre.

Tenia que lavar eso cuanto antes. Agradecí al cielo que sólo fuera la pequeña sabana verde oscura y no la blanca.

No se me ocurrió otra cosa que esconder la tela bajo la cama, mas tarde me la llevaría a casa, la lavaría y luego la regresaría de vuelta.

Luego de unos segundos encontré mi sostén. Me lo coloque y ahora faltaba mi braga.

Genial.

Tendría que ponerme la de ayer.

Y como si el universo estuviera sincronizado conmigo, me llego un mensaje al móvil, el cual se encontraba sobre la mesita de noche.

Ropa interior; en el mueble de enfrente.

Ross.

Oh, Ross. ¿Como lo vería ahora?

No me lo preguntes porque ni yo se la respuesta.

Oh, gracias ;)

Fue lo único que respondí para luego agarrar extrañada la caja de bragas y coger una de ellas.

¿Qué haría Lynch con una caja de ropa interior de mujer en su cuarto?

¿Sera que fue gay en su vida pasada?

No.

¿Tendrá hermana?

Lo más probable, antes de que me imagine que tenga una esposa.

Desde anoche que había llegado a la habitación no había notado cuan espaciosa era. Cerca de las ventanas de cristal se encontraba un closet de madera muy a la antigua para el gusto de Lynch, creo. Todo era tipo cabaña-rustica-acogedora. Si, algo así.

Al lado de la cama dos muebles pequeños, sobre ellos yacía una lampara de forro azul.

La tía Margaret nunca me dejo usar una de esas, decía que para que querías un bombillo blanco si va a iluminar de otro color.

Loca.

Había una improvisada oficina alejada de la cama y el closet, donde también se hallaba una pulcra e impoluta biblioteca.

La tentación de ir a investigar los nombre de los libros me carcomía por dentro, pero me resistí. Primero tendría que bajar y luego revisaría las cosas ajenas.

Tampoco qué soy una loca que mira cosas que no son suyas, no.

Las paredes eran de un azul oscuro. La pintura se encontraba pasmada de una forma satinada sobre las paredes dándole un estilo de soltero, pero, sin embargo, muy lindo y hogareño. Siempre me ha gustado esa pintura.

Sólo Sexo |Fanfic 1°| [Raura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora