If Only.

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A la mañana siguiente las cosas no mejoraron. Mal seguía distraída mientras que Evie la preparaba para el gran evento. Frunció el ceño enfadada consigo misma y apartó la mano de Evie de un manotazo cuando esta le reprochó su semblante.


<< No hagas eso, cuidado con las arrugas>> .


¿Arrugas? ¿Es que solo era capaz de pensar en eso? Respiró hondo pero no pudo ser capaz de calmarse.

-Lo siento Evie, supongo que estoy muy nerviosa. Hoy es mi "gran día" y este moño me aprieta un poco. -Fingió una sonrisa tranquilizadora, la misma que había usado con Jane el primer día para averiguar cosas sobre la varita del hada madrina. Pero con Evie esas cosas no funcionaban.


-Tranquila Mal, supongo que yo también quiero seguir el camino de mi madre. Ya sabes "Espejito, espejito mágico dime tú ¿Quién es sin duda, la mujer más bella del reino?" -Evie repitió las palabras que recitaba su madre día y noche desde que tenía uso de razón.

Esta vez sonrió algo más aliviada, Evie sabía cómo se sentía y las palabras ya no eran necesarias. Sin darse cuenta ambas estaban abrazándose y con los nervios a flor de piel. - Deséame suerte.

Después de despedirse, todo pasó demasiado rápido. Se sentía mareada, confusa y perdida.


<< Tranquila, solo tienes que permanecer sentada y seguir así de guapa>>


La sonrisa de Ben, normalmente habría causado un brillante hormigueo de mariposas en su estómago pero esta vez se clavó como un puñal en su corazón. Agarró la cajita con fuerza y trató de permanecer tranquila.

- Te he preparado algo. - Logró decir, esbozando una pequeña sonrisa. - Ya sabes, para cuando te falten las fuerzas. -Alzó la cajita mostrándosela sin desvanecer la sonrisa hasta que el contrario se la arrebató de las manos.


Quiso gritar, pero no serviría de nada, ya era demasiado tarde y Ben se encontraba comiéndose el pequeño muffin que le había preparado. Estupendo, pensó conteniendo las ganas de llorar. Ahora lo había estropeado todo, decepcionaría a su madre, decepcionaría a Ben.. Algo se encendió dentro de ella. ¿Desde cuando le importaba decepcionar a Ben?.

-¿Estás bien? ¿Sientes algo?.

-No lo se, vamos a dejar que el antídoto para la poción de amor haga efecto. - Mal abrió los ojos como platos.

¿Qué? ¿Desde cuando lo sabía? ¿Cómo era posible?. Antes de que pudiera reaccionar se dio cuenta de que había formulado todas estas preguntas en alto y Ben estaba contestándole.

-¿Qué me embrujaste? Lo supe en el momento en que fuimos al lago, su magia desvaneció el hechizo. Mal, no pasa nada -A medida que trataba de tranquilizarla, se sentía aún peor. Ben rodeó sus manos y le ofreció su anillo.- Tu estabas enamorada de mi, pero yo estaba con Audrey y pensaste que necesitaba un "pequeño empujoncito".

¿Entonces.. has estado fingiendo desde entonces?. -Se maldijo así misma por sonar tan vulnerable. Pero en ese momento, todo daba igual, la varita, la coronación, conseguir la aprobación de su madre... Solo quería saber la respuesta a esa pregunta, aunque la respuesta que se imaginaba no le gustaba mucho. Ese era el pequeño empujoncito que necesitaba para acabar con todo. Para ser como su madre.


-En ese momento Ben separó sus manos de las de ella y Mal se preparó para lo peor.- Yo no he fingido nada. -Cuando volvió a tomar sus manos, el anillo que su padre le había regalado para la coronación, su bien más preciado y el símbolo por el cual estaba comprometido a reinar.. a honrar a su padre para que estuviese orgullo de él, estaba en su dedo. Y este, se encontraba besando su mano.

Mal sintió como por unos segundos el aire no llegaba a sus pulmones y toda la sangre se agolpaba en sus mejillas. Cuando volvió a respirar, Ben se encontraba a su lado y aún sostenía su mano. Todo era real y por primera vez en su vida sintió miedo.


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⏰ Última actualización: Oct 15, 2015 ⏰

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