Letras Color Escarlata ©

III

— ¡Oh! ¡Mira, la LHJ ya despertó!—Anunció una voz tierna—.

— ¡Qué suerte!—Suspiró aliviada una chica a mi lado-.

Veía borroso, así que no supe distinguir si se trataba de la chica que hace unos momentos nos había rescatado a Marshall y yo. Pestañeé varias veces para poder ver con claridad. En efecto, se trataba de ella.

— ¿Dónde estoy?—Pregunté, mirando hacia mi alrededor. Parecía estar en una cabaña hecha de madera con cubierta con pintura azul claro—.

—Estás en la enfermería—Respondió la voz tierna del principio. Era un niño de cabello marrón oscuro y con ojos color miel. Tenía unos nueve años, por lo menos— ¿De dónde vienes?

—Teo, es de mala educación incomodar a los enfermos—Le regañó discretamente la chica de cabello ardiente—.

—No hay problema—Le aseguré, mientras acariciaba el cabello del niño tranquilamente—Vengo de un lugar...—Iba a responder la pregunta de Teo, pero luego me di cuenta, que ni yo misma sabía la respuesta con certeza—Vengo de una esfera.

—Mi nombre es Teo—Dijo el niño con dulzura—.

—Es hora de que te vayas, Teo—Anunció la chica con un poco de preocupación—Tu mama me regañará si descubre que estás aquí.

—Está bien—Aceptó sonriente—Mañana volveré de nuevo—Le prometió a la chica, travieso mientras salía corriendo por una puerta—.

—Teo es un poco juguetón—Explicó la chica sentándose a mi lado—Estaba exaltado con la llegada de dos LJH—La chica cambió de expresión, tornándose reservada—Mi nombre es Ignis. LJH del fuego, y fundadora de la Asociación Revolucionaria Yokai de Mnya, más conocida como MYRA.

La miré asombrada. Marshall había estado hablando MYRA durante la mayoría del viaje. Hablaba de sus incontables proezas y victorias. Era una organización estructurada, destinada a alojar a los Yokai y LJH que el gobierno buscaba eliminar. Cuando escuchaba a Marshall, imaginaba a una persona de edad avanzada liderando. Pero resultaba que aquella chica, era la astuta líder de semejante organización.

—Mi nombre es Stella Neith—Me presenté sencillamente—.

Ignis me miró con prudencia y con fascinación. Se fijó en las vendas de mi mano izquierda y luego sonrió con orgullo.

—Como fundadora de MYRA, tengo que darte la bienvenida y las instrucciones para convivir en la Asociación—Prosiguió—.

—Siento interrumpirte—Corté—Pero, ¿dónde está mi compañero?—Pregunté refiriéndome a Marshall—.

— ¡Ah! ¿El LJH del clan de agua?—Preguntó con expresión de desagrado—Él está a salvo. Se encuentra en la habitación contigua.

—Ya veo...—Mi voz se tornó débil y sentí como mi temperatura disminuía—.

—Será mejor que descanses—Aconsejó Ignis—Mañana les daré la bienvenida oficial a MYRA...—Escuchaba la voz de Ignis lejana, pues el cansancio había ganado—.

Al día siguiente, Teo vino a despertarme. Era temprano, pues el sol esbozaba sus primeros rayos de luz. Una señora de aspecto agradable vino con Teo, y me llevó alimentos que yo nunca antes había probado.

— ¿Son para mí?—Pregunté extrañada al ver que la señora me ofrecía una bandeja llena de comida—.

—Claro que lo son—Respondió Teo evidente—No haz comido desde que llegaste, y necesitas energía para el recorrido de introducción.